martes, 12 de mayo de 2009

Ivanhoe, Sir Walter Scott


Ivanhoe es un clasicazo, y muchos conocen a Ivanhoe gracias al cine o a la televisión. Yo personalmente, no recuerdo haber visto ninguna de las películas o mini series que se han hecho, ya sean del año de María Castaña o más actuales, pero me gusta leer clásicos de renombre y esta vez le ha tocado a la novela caballeresca del escocés Sir Walter Scott. Cuando voy a comprar libros nunca me acuerdo de esta intención mía de nutrirme de clásicos, pero gracias a Ramelot, que me pasó un contacto de lo más interesante, pude comprar un buen número de ellos a buen precio. En la edición de bolsillo que tengo, la obra consta de más de 500 páginas, las cuales se leen con facilidad y rapidez, ya que en ningún momento se hace pesada.

Ivanhoe es una novela ambientada en la Edad Media en Inglaterra, en tiempos de Ricardo Corazón de León y el Príncipe Juan, su hermano; así pues, ambientada en la época de las Cruzadas, en tiempos de los señores feudales, que hacían y deshacían a su antojo, ayudados por milicias privadas de caballeros que abusaban de sus compatriotas. La peculiaridad de lo que ocurría en Inglaterra, además, es que los sajones se sentían ocupados por los normandos, y la diferencia de costumbres, tradiciones e incluso idioma, ayudaba aún más al estallido del conflicto. Como hecho anecdótico, decir que me ha resultado inevitable pensar en la película de dibujos animados de Walt Disney, Robin Hood, y a medida que avanza la novela, mis pensamientos sobre este personaje se ven confirmados, ya que el arquero Locksley no es otro que Robin Hood, Robin de Locksley y jefe de la banda de ladrones que están en contra del Príncipe Juan.

Wilfred de Ivanhoe pues, es el típico caballero andante noble de corazón que, ayudado por sus amigos sajones, hará por librarse del opresor y por paliar las injusticias, preparando a su país para el regreso de su amado rey, Ricardo Corazón de León, quien les librará de los malos usos a los que el Príncipe suplente, Juan, les tiene sometidos. Tras esta historia, cómo no: varias historias de amor, con damas puras de belleza inigualable, ricas doncellas sajonas como Rowena o ricas despreciadas judías, como Rebecca. La típica novela de caballerías que emulaba nuestro Quijote, y escrita por Sir Walter Scott en el siglo XVIII. Como curiosidad, decir que el verdadero protagonista de Ivanhoe no es Ivanhoe, sino un caballero misterioso del que no quiero comentar más, por si alguien no ha leído la obra y desea hacerlo.

Cualquiera que sea amante de las novelas de aventuras encontrará muy entretenida esta obra, y más si siente especial predilección, como es mi caso, por la materia histórica, y si además, por lo que sea, os apetece leer algo antiguo, con Ivanhoe tendréis todas estos deseos satisfechos.

7 comentarios:

l dijo...

A mi también me gustan los clásicos..

satrian dijo...

Muchos años ha, desde que me leí este gran libro.

Claudia dijo...

Walter Scott siempre "aguanta el tipo", al fin y al cabo dicen que fundó él solito el género de aventuras :) Después, si te quedan ganas de más "caña espadachina", ¡a por los mosqueteros de Dumas!

Dan dijo...

Los clásicos no llegan a clásicos porque si.

Vanessa dijo...

CLAUDIA, lo tengo lo tengo! Precisamente me lo compré en la misma remesa. Pero ahora estoy con Wicked y luego El nombre del viento. O ese es el plan por el momento.

David DC dijo...

Vaya, si que me has sorprendido (gratamente) con el comentario de Ivanhoe. La verdad es que la leí hace ya mucho tiempo, pero guardo un grato recuerdo. Felicidades por la entrada.

ramelot dijo...

Creo que tengo la misma edición que tú, por eso yo no lo pedí XDDD. El libro empieza muy lento al principio, pero luego avanza bastante bien. Aunque me quedo con los Richard que hicieron de la pelicula una de mis favoritas de jovencito, cuando uno ve peliculas de aventuras clásicas y el corazón en un puño XDDD: Richard Thorpe como director y Richard Taylor como actor.

Los tres mosqueteros fué el primer clásico que leí y el que me inició en el fabuloso mundo de la lectura. Digo inició porqué no fué hasta que entré en la facultad cuando dejé de leer por obligación y lo hice por afición. Que buen libro si señor!!!