domingo, 10 de mayo de 2009

In Treatment - Temporada 2, Semana 4


En esta cuarta semana no he visto los episodios seguidos ni mucho menos. Tal y como explico aquí, In Treatment ha sufrido las consecuencias de que me haya dedicado más a otras series.

La historia se repite: Mia me cae tan mal como me caía Laura, en la primera temporada. Mia se me hace insoportable, creo que es maleducada y odiosa. Creo que su único objetivo es provocar a Paul Weston. Se cree con poder para ponerle celoso y lo intenta de una manera tan evidente que da lástima. Vamos, que es como Laura, pero más vieja. Su edad y su soledad son los ejes en torno a los que giran todos sus problemas, estos y el tener una sola persona en la vida con la que contar, a la que sentirse cercana: su padre. Busca a alguien como su padre en todas sus relaciones, muestra la necesidad de tener a alguien que la proteja, que le diga qué debe hacer y qué no... Y ahora intenta que ese alguien sea Paul.

Sigo saltándome las sesiones de April, sólo vi el episodio de la primera semana de su terapia y ninguno más. Así que del lunes salto al miércoles, y veo el capítulo del niño Oliver, que en esta ocasión llega acompañado de su madre, gastándole bromas a Paul, en un ambiente relajado, todos sonrientes... Esto se debe a que Oliver, quien se cree con poder para hacer sentir mejor a sus padres, para hacerles sentir que no tienen problemas, ha modificado su comportamiento deliberadamente. Bess, su madre, está feliz, cree que todo ha mejorado, pero Paul se encarga de hacerle bajar de la nube, le abre los ojos, le hace ver que su hijo puede ser que esté fingiendo para hacerla sentir mejor. A lo mejor si la terapia de esta familia fuese una terapia de pareja, como aquella de la primera temporada con Amy y Jake, sería más interesante. La prueba está en que la conversación que esta semana tiene Paul a solas con la madre de Oliver, es genial: ella se siente muy perdida, y algo culpable por irse de vacaciones sin el crío.

Estas sesiones con Oliver me despiertan muchos sentimientos, en especial de lástima por el chaval que para postre, y debido a que se meten con él en el cole, está empezando con un TCA: está dejando de comer para adelgazar, para dejar de ser el gordito. Incluso cree ser adoptado porque no se parece a sus padres y, en el fondo, lo desea porque cree que sus padres no le quieren. Hoy Oliver me ha dado mucha, pero que mucha pena. Y también me ha dado mucha pena Walter en su sesión del jueves, en el capítulo 19 de esta segunda temporada. Ha sido forzado a dejar la empresa, se siente también perdido al estar sin trabajo, se siente avergonzado y también culpable. Sobretodo culpable, y no sólo por lo que ha ocurrido en su trabajo sino también por la muerte de su hermano, aunque él sólo tuviese 6 años. Walter se siente perdido, avergonzado, traicionado y culpable. Demasiado.

Pero además, el día de la sesión con Walter, hemos visto a Paul hablar antes con su hermano Patrick sobre el padre de ambos, quien está en el hospital, y en el episodio siguiente, a Paul haciendo su declaración en el caso que de la demanda del padre de Alex contra él. En la sesión con Gina se han tratado estos temas, además del hecho de que Paul se sienta terriblemente solo y eche de menos a su familia. El tema del padre de Paul ha llevado a que lo que hemos visto de la sesión con Gina sea menos (pero no menos intensa) y a que se nos haya mostrado una dramática y lacrimógena escena del psicólogo visitando a su padre en el hospital, hablándole a un cuerpo casi sin vida. No de los mejores capítulos que he visto, a decir verdad, yo prefiero que se dedique por entero a la conversación con Gina.

3 comentarios:

Pimkie dijo...

Vale, lo has conseguido: me pica la curiosidad. Voy a buscar la primera temporada YA!

Brie dijo...

esta me la he dejado pal veranico, que con lost, fringe y prison break ya no doy abasto :D

Nahum dijo...

La intensidad de la serie sigue subiendo. Esta semana ha sido más dura de lo habitual (y eso que no ves a April): precisamente por los propios problemas de Paul, tras lo de su padre.

Lo de Oliver, ay, pobre chaval. Intuyo que será la historia que acabe bien, a pesar de todo.