jueves, 31 de diciembre de 2009

Acabando el año con... Angel

El año pasado la serie de las Navidades y de la Nochevieja fue El Ala Oeste de la Casa Blanca. El maratón de The West Wing que siempre recordaré con cariño y que acabó a principios de este año 2009. Una maratón que, como todas o casi todas, no fue premeditada.

Y tampoco ha sido premeditado el hacer este maratón de la serie Angel. Tampoco esperaba que mi acompañante de maratones se uniese a mí en éste. Pero afortunadamente, comenzamos juntos la 3a temporada y el hecho de que ambos la sigamos hace que avancemos más rápido, obviamente.

A PARTIR DE AQUÍ, SI NO HAS VISTO HASTA EL TERCER EPISODIO DE LA QUINTA TEMPORADA DE ANGEL, NO SIGAS LEYENDO, PORQUE HAY SPOILERS


Pantalón de cuero, bien

Ha sido cuestión de días lo que hemos necesitado para devorar estas dos temporadas que han tenido sus grandes momentos y sus altibajos. Han pasado tantísimas cosas en la 3a y 4a temporada de la serie, que no sé ni por dónde empezar. Hay tramas que a mí se me han hecho bastante aburridas, aunque seguramente para alguien sean fundamentales y muy interesantes. Es la gracia que tiene esto.

Por ejemplo, la trama de Jasmine. Estaba deseando que terminase, y lo mismo os digo del personaje de Connor: si al principio me resultaba interesante por lo que representaba y los momentos padre e hijo presuntamente atractivos que iba a proporcionar, finalmente estaba deseando que quitasen a ese mocoso insoportable y cansino de en medio. ¡¡Luego decís de Dawn...!!

En contraposición, destaco como momento estelar el regreso de Angelus en la cuarta temporada. Lo estaba deseando y a las pruebas me remito: si el atracón de la sexta temporada de Buffy me llevó a acostarme a las 3 de la mañana porque no lo podía dejar, Angelus nos mantuvo en vela hasta las 4. Lo que ha unido Joss Whedon que no lo separe el sueño.

El comienzo de la tercera temporada, con Angel en un retiro para curarse de la muerte de Buffy; el embarazo y dramático parto de Darla; la aparición de Holtz; el secuestro del bebé por parte de Wesley y todas las consecuencias que esto trae para el resto del grupo; Angelus y la intervención de Willow para devolverle de nuevo el alma, la aparición de Faith y la marcha de ambas a Sunnydale; los triángulos amorosos entre Gunn, Wesley y Fred, y esa relación tan complicada entre Cordelia y Angel, condenados a no encontrarse, y las transformaciones que ella padece, entre otras muchas cosas... todo es digno de destacar.

Dos temporadas que no han dado respiro ni descanso. Y aunque aún es pronto para decantarse por una, creo que con el tiempo, cuando llegue el momento de decir cuál fue mi temporada favorita de Angel, la competición estará entre la tercera y la cuarta. Pero todavía tengo que ver la quinta, que acabo de empezar.

Y al respecto a la quinta temporada, lo que me ha dejado un poco fría, sorprendentemente, ha sido la llegada de Spike. Tenía curiosidad por saber cómo iba a ser, y no digo que no haya sido una buena invención... pero estoy todavía esperando a los grandes momentos y diálogos divertidos a los que me tiene acostumbrada. Naturalmente, Spike acaba de llegar, todavía tiene que "materializarse" mejor, y seguramente, volverá a ser el de antes.

El que no es el de antes es Angel. ¡¡David Boreanaz se ha comido a Angel!! El debate "está gordo / está fuerte" es bastante cómico (en The TV Slayers lo sabemos bien), y yo me quedo con: está grande. Pero que conste que, incluso en el tercer episodio de la quinta temporada, Lorne le hace mención a sus kilos de más. Así que no es cosa mía. Pero no me quiero recrear en esta banalidad cuando lo que de verdad es desconcertante es... ¡¡ese pelo!! ¡¡Angel se ha unido a Los Chunguitos!! El look con el que da comienzo en el primer capítulo de la quinta temporada me provocó un ataque de risa del que aún me estoy reponiendo.

Conozcan a Angel de Dios Salazar

Dejando cuestiones estéticas a parte, es innegable la evolución que todos los personajes han tenido a lo largo de las dos últimas temporadas. Los malabarismos que han tenido que hacer con la pobre Cordelia debido a su estado han sido ingeniosos aunque muy divertidos también; Wesley Wyndam-Price se ha convertido en "el hombre Marlboro" (gracias Willow por existir); Gunn es ahora un experimento científico que ya veremos cómo nos sorprende, y Fred se ha convertido en una mujer poderosa y no sólo gracias a su capacidad intelectual.

Quizás del grupo de acompañantes de Angel quien menos haya evolucionado ha sido Lorne, de quien hecho de menos sus gritos estridentes para ahuyentar al enemigo. Pero no le hace falta, si Lorne cambiase, creo que sería hasta decepcionante.

Podría comentar muchísimas más cosas, anécdotas, momentos graciosos, cuestiones interesantes y muchos otros temas relacionados con peluquería y vestuario, pero lo voy a dejar aquí. Como última entrada de este año 2009, me parece que ha sido suficiente. Y me hace mucha ilusión cerrar el año con un maratón de Angel, serie con la que no puedo negar que me lo estoy pasando tremendamente bien.

Look años 70, cruel

¡¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Accidentally on Purpose: El gusto por lo simple


Creo que si un adjetivo define a Accidentally on Purpose es ese: simple. Pero en este caso, no me parece algo negativo. Sentarse durante 20 minutos para reirse un rato con esta comedia romántica me parece incluso saludable.

Intento dejar a un lado los prejuicios, e intento no decir cosas como "yo no soy de comedias" porque tras resbalones de impresión como los que me dí con The Shield o con Buffy, teniéndome que tragar mis propias palabras, tuve suficiente. Creo que es mejor ver algo sin demasiadas expectativas y con cero prejuicios y si gusta, gusta y si no, pues no.

Y en contra de lo que yo creía y esperaba, Accidentally on Purpose me gusta mucho. No ha flojeado como está flojeando White Collar, ni tampoco ha mejorado escandalosamente, sino que sigue en su línea de serie súper light que me hace pasar un buen rato.

Jenna Elfman me tiene cautivada con su papel de Billie, y Jon Foster, en su papel de Zack hace un buen trabajo aunque no mata y en un principio yo no le veía ni el atractivo. Supongo que con el paso de los capítulos una se acostumbra a su cara, hay que reconocer que la barbita no le sienta mal y si encima nos lo ponen en cada episodio un ratito sin camiseta... ¡pues oye: mejor que mejor!

Pero, aunque los dos personajes principales me hacen pasar muy buenos momentos, muchas más risas me provocan algunos de los que les acompañan, sobretodo la hermana de Billie, Abby (Lennon Parham) y el amigo de Zack: Davis (Nicolas Wright), con los que el disparate está garantizado. El papel de Grant Show en la serie, como el jefe y ex de Billie: James, no se queda atrás y quizás quien menos me gusta es la amiga escocesa de la protagonista, Olivia, quien me parece un poquito exagerada.

¡¿Y qué decir del marido de Abby, Nick?! En la sombra, aparece poco... pero cuando aparece, es brutal. Como se suele decir: cada vez que habla, sube el pan. Y en el episodio previo a las vacaciones de Navidad, It Happened One Christmas, en el que el romanticismo se desató y provocó muchos "ooooooooh" tanto en el salón de mi casa (y eso que la veo sola) como en la twittesfera, Nick supo ponerle la nota cómica e incluso llegó a ser desternillante, con sus rarezas y con el "maltrato light" que sufre por parte de los padres de Abby y Billie.

En definitiva, una serie que me hace pasar unos ratos muy buenos, me hace reir mucho, es más simple que el mecanismo de un lápiz, y que por eso mismo, merecía una entrada en este blog para ella solita. Espero que a la vuelta del parón siga divirtiéndome mucho y que no decaiga la fiesta pese al giro en los acontecimientos que pudimos ver en el último capítulo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Angel: 2a temporada - El cambio


SI NO HAS VISTO LA 2a TEMPORADA DE ANGEL, NO SIGAS LEYENDO PORQUE HAY SPOILERS

Angel ya no es ese personaje cansino y atormentado de la primera temporada de la serie. Aquella primera temporada que vi sin demasiado entusiasmo, y que se ha visto de lejos superada por una segunda temporada que ha contado con una trama más continuada y no tan procedimental, además de con un gran cambio en el personaje principal.

Este Angel de la segunda es mucho más "guay" que el de la primera, bastante más divertido, y con un lado oscuro mucho más evidente. El santurrón que me llevó al borde de la desesperación ha sido sustituido por un personaje mucho más interesante, con muchos toques de humor y muchas luces y sombras.


Quizás lo que más me ha sorprendido de esta segunda temporada ha sido su capacidad para hacerme reir a carcajada limpia, y lo que aún es más extraño: gracias al "triste" de Angel. Pero es que como ya he dicho, Angel ya no es tan cansino y no está tan pesado con su afán de autoflagelación como lo estaba en la primera temporada o en Buffy.

De los momentos más divertidos que recuerdo, quizás porque pertenecen a los últimos episodios de la temporada, son los que ocurren en Pylea, mundo de otra dimensión del que procede Lorne, el amiguete verde que regenta ese karaoke tan peculiar y que ha dado asilo a muchísimos momentos muy divertidos. En Pylea, Angel puede pasearse al sol (o a los soles) y lo más gracioso: puede verse reflejado en el espejo. Y la obsesión que tiene con su peinado nada más verse, es hilarante.


Pero además de risas, en esta temporada hay momentos muy oscuros, de mucha tensión, y algunos también de alto voltaje. La aparición de Darla ha dejado a Angel con el culo al aire, nunca mejor dicho. Le ha descolocado, le vemos desorientado y al borde del precipicio. Incluso llega a plantearse que nada importa, con el sucesivo salto al vacío, acostándose con Darla, porque incluso el riesgo que corre de convertirse de nuevo en Angelus le trae sin cuidado.

Gunn, Cordelia y Wesley forman un trío de compañeros impecable, que no quedan a la sombra de Angel en absoluto, sino que le complementan a la perfección, y cada uno de ellos tiene mucho que decir y que hacer en la trama de la serie. Y como siempre, Wolfram & Hart, con el fascinante Lindsay haciendo equilibrios entre su lealtad a la empresa y en hacer lo que considera mejor para él mismo, sin importarle a quién se lleva por delante. Desgraciadamente, Lindsay parece haber puesto punto y final a su relación con la firma.


Me ha parecido muy interesante hacer que Lindsay se enamore de Darla, y que tenga un tira y afloja de celos con Angel por culpa de la rubia vampiresa. También me ha encantado poder disfrutar de la presencia de Drusila, esa vampiresa lunática que fue creada por Angel y que en esta segunda temporada, vuelve a darle el don de la oscuridad a Darla, convirtiéndose pues en madre de su propia abuela.

Una trama completada a la perfección por un surtido impresionante de flashbacks que nos han situado a Angel y al resto del grupo en sus orígenes, haciéndonos viajar a siglos pasados y a lugares tan dispares como Francia, Inglaterra o la China. Para poner el broche de oro a una segunda temporada fantástica, que he devorado compulsivamente, un final de impresión con Willow como protagonista, que acude a Angel para informarle del suceso que puso punto y final a la quinta temporada de Buffy.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Tapeo de Series (12)

La última temporada de la serie Buffy me ha tenido en los últimos días sin mucho tiempo para nada más. Si a eso le añadimos que me he animado con Angel, cuya segunda temporada me ha gustado y enganchado lo indecible, es normal que muchas otras series hayan quedado en lista de espera, o directamente en el ático.

Es el caso de Men of a Certain Age. Me apetecía mucho verla, comencé a descargar los capítulos, pero, viendo la dificultad que suponía encontrar unos subtítulos en castellano del primer episodio, y viendo la cantidad de tareas pendientes y el poco tiempo libre del que dispongo, he pensado que era mejor no crearse obligaciones absurdas y pasar de ella. Quizás más adelante la busque de nuevo, quizás algún día salga una versión doblada... quizás, quizás.

Tampoco presté mucha atención a The Prisoner. Sé que fue la sensación en la blogosfera y twittesfera hace cosa de un mes. No me apunté a la moda por aquel entonces, pero un fin de semana decidimos darle una oportunidad en casa y, mientras que mi compañero disfrutó bastante con ella, yo no pude aguantarla despierta. Era ponerme un episodio y caer rendida en los brazos de Morfeo en cuestión de minutos.

También tengo esperándome en una carpeta algún episodio de The Good Wife, The Mentalist, e incluso un par de Fringe, las cuales seguía (o sigo) semana a semana, pero que últimamente están un poquito dejadas de lado. ¿Os he dicho ya que Sunnydale te atrapa y no te suelta? Qué suerte tengo de tener algunos días de vacaciones para ponerme al día y también darle oportunidad a alguna que tengo tiempo esperando como Wonderfalls (Missmole me la trajo y ahí se quedó), que si habéis escuchado el Especial de Navidad de The TV Slayers, ya sabréis que me ha tocado como regalo en La Slayer Invisible.

Otra novedad que tengo pendiente de ver, bien guardadita y mirándome con ojos tiernos es Alice. Me apetece muchísimo, son sólo dos capítulos, pero siempre encuentro otra cosa mejor para ver. Y también quiero ver Misfits, jolín qué stress... Si no es Buffy o Angel, es Boston Legal, que sigue acompañándonos en comidas y cenas, como viene siendo costumbre desde hace un tiempo, y de la cual en breve acabaremos las 3a temporada.

Además, por recomendación de Lorena, he empezado con Band of Brothers. El primer episodio ha quedado claro que es una situación y una presentación, quizás no todo lo entretenido que una esperaba, pero tiene muy buena pinta, eso no lo voy a negar. Además, está Kirk Acevedo, el actor que hizo de Charlie Francis en Fringe, que me gusta bastante.

Y cierro aquí este tapeo, un poco diferente de los demás, ya que me he dedicado a quejarme de lo que no tengo tiempo para ver, y hacer en parte una "to do list" seriéfila, muy parecida a esas listas negras que corren por la blogosfera. ¡¡Felices Fiestas a todos!!

jueves, 24 de diciembre de 2009

Buffy: 6a temporada - Madurando

SI NO HAS VISTO LA 6a TEMPORADA DE BUFFY, NO SIGAS LEYENDO PORQUE HAY SPOILERS

Una temporada especial, dura y adulta. Una temporada en la que Buffy no ha de enfrentarse sólo a lo sobrenatural, sino a los peligros y monstruos de la realidad: las facturas, el trabajo, los estudios, el cuidado de su hermana pequeña y la maldad del ser humano.

Buffy vuelve de la muerte gracias a Willow, Xander, Tara y Anya. Pero... ¿realmente le están haciendo un favor devolviéndola a la vida? Nos damos cuenta pronto de que Buffy estaba en el Cielo y que no le hace demasiada ilusión volver a enfrentarse a su eterna responsabilidad de luchar contra el mal.

Al principio, me pareció un poco de cachondeo que los presuntos villanos de esta sexta temporada fuesen esos tres pardillos, esos frikis. Pero después le pillé el sentido: esta es la temporada del realismo, de la vuelta a los infiernos de la vida cotidiana tras el paso de Buffy por el Cielo. Y la temporada en que Buffy abraza la oscuridad, representada por Spike.

La escena del primer encuentro sexual entre ambos, en una casa abandonada que se derrumba con tanto movimiento y tanto empujón, me dejó boquiabierta. Se trataba del capítulo Smashed. ¡¿Pero esto no era una serie juvenil?! Definitivamente, los años han pasado por todos. Y este tipo de encuentros salpican más de uno y más de dos episodios de esta sexta temporada, para deleite del personal...

Pero en absoluto son estas escenas de sexo light las que la hacen más adulta. Todos los personajes han crecido, todos tienen que enfrentarse a la cruda realidad y los baches cada vez son más profundos.

Xander y Anya se enfrentan a otro gran reto: el matrimonio. Pero Xander se echa atrás, Anya vuelve a ejercer de Demonio Vengador durante un tiempo... y la relación entre ambos nunca volverá a ser igual, aunque Anya no deja de lado a la Scooby Gang, algo que como fan agradezco. Otra relación rota que se ve finiquitada cruelmente cuando empezaba a arreglarse es la de Willow y Tara, quien muere de una manera absurda y terrible a manos de Warren, uno de los tres frikis villanos.

Este suceso en el episodio Seeing Red nos traerá a una nueva Willow, a una Willow peligrosa, muy poderosa y sanguinaria que se quedará ya hasta el fin de la temporada. Una Willow absorbida y controlada por el deseo de venganza, que la llevan a convertirse en uno de los villanos más terribles a los que Buffy ha tenido que enfrentarse y que sorprendentemente, será, junto a las facturas y el trabajo precario, el otro big bad de esta sexta temporada.

La relación de Giles con Buffy tampoco va viento en popa. Se trata de otro tipo de amor, pero es un amor intenso, importante, un amor muy parecido al de padre e hija. Un padre que ha de dejar que su hija salga adelante sola, y ante lo que se muestra reticente. Y Dawn, importante pero muy desplazada, sufrirá por el vacío que siente y por la poca atención que recibe de su hermana.

Todas estas cuestiones, aunque parezca mentira, están tratadas de forma magistral en un episodio que desde fuera puede parecer light, suave, simplemente divertido o incluso vacío, pero que en realidad no lo es: me refiero al musical, Once More With Feeling, un episodio sorprendente que ya tiene un lugar en mi "hall of fame" mental de los mejores capítulos que he visto.

No siendo para nada una persona de musicales (no soporté por ejemplo Moulin Rouge), he de reconocer que es un episodio que me enamoró de tal manera que corrí a hacerme con la banda sonora (gracias, Slayers) y en concreto la canción Rest in Peace de Spike suena muy a menudo en mi iPod.



Gracias por el vídeo,
Noa


Además del musical, muchos de los capítulos de esta sexta temporada son dignos de destacar: las dos partes de Bargaining, Afterlife, Tabula Rasa (¡divertidísimo!), Smashed, Gone (quiero ser invisible, quiero ser invisible), Older and Far Away...

¡¿Y qué decir del inquietante Normal Again?! Ese capítulo en el que la cabeza te da vueltas, en el que te dan la opción de la fantasía o de la realidad, esta realidad tan presente en toda la temporada, que con este episodio se hace hasta tangible... Impresionante.

Creo que sería más fácil decir qué capítulos no son imprescindibles, caso que existan. Esta temporada tiene que verse entera y de un tirón. Si la quinta temporada me creó una adicción asombrosa, lo de esta sexta ha ido mucho más allá, ya que la devoré en cuestión de días (por no decir horas).

No recuerdo cuándo fue la última vez que me fui a dormir a las 3 de la mañana, entonando eso de "un capítulo más y me acuesto". Y creo que no lo recuerdo porque no lo había hecho nunca. De hecho, lo comenté en el noveno programa de The TV Slayers, cuando le dí la luz verde a la quinta temporada y a lo que llevaba visto de la sexta de esta serie.

Ha sido además la temporada en la que por fin he comprendido la adoración de mis Slayers por Spike. Este personaje ha sido de mis favoritos, junto con Willow y Giles, desde que comencé a ver la serie, pero no compartía con ellas algunas de sus opiniones. Ahora ya lo entiendo todo y estoy completamente de acuerdo con ellas.

Tras haber quedado inutilizado como asesino por culpa de la Iniciativa en la cuarta temporada, y tras luchar contra su enamoramiento de Buffy en la quinta, ahora Spike ha conseguido acercarse a Buffy, pero no la posee. Se siente utilizado, disfruta de su compañía, pero sabe que nunca podrá tener a Buffy tal y como lo hizo Angel. Por eso deja Sunnydale, dispuesto a poner remedio a su situación.

¿Tenemos a otro vampiro con alma? Veremos cómo se las arregla con ese pesado equipaje en la séptima temporada... Temporada que, por otra parte... estoy a punto de terminar. No podía ser de otra manera.

martes, 22 de diciembre de 2009

En hibernación


Doce días sin actualizar en el blog... o quizás debería decir más, ya que colgar un vídeo clip no puede considerarse una actualización en toda regla. ¿Qué ha pasado? Pues que ha llegado el frío. ¿Sirve como excusa? No, pero es lo primero que me viene a la cabeza.

Podría echarle la culpa a la Navidad, pero es que está muy visto. Además, este año me he propuesto no odiar la Navidad. Me aburre, me agota, me enerva... pero no me van a hacer cabrear. Es mi propósito de fin de año. Y este año estoy súper des-estressada... todavía me quedan regalos por comprar y hoy es el sorteo de la Lotería... es decir, el disparo de salida de las Fiestas, oficialmente.

En realidad, creo que la culpa de mi falta de disposición para escribir en el blog ha sido compartida por la Scooby Gang de Buffy, el señor Angel, mis amigos de Boston, Denny Crane y Alan Shore y, como recopetín, cuatro personas que le han dado una vueltecita a mi día a día: mis amigas y compañeras, The TV Slayers.

Y este mi Querido Bloc, pobrecito... queda un poco abandonado... Y tengo en borradores un post a medio hacer sobre la sexta temporada de Buffy... y tengo en la cabeza ideas para posts, que se me olvidan al cabo de minutos porque no me las apunto... Y tengo... de todo, menos voluntad para dedicar unos minutos a sentarme y escribir. Porque, cuando tengo minutos para sentarme, me apetece ver series, tontear en el Twitter y enviarme emails con las Slayers.

Por cierto, os invito a pasaros por nuestro blog y a descargar el décimo programa. Es el programa de la reunión, de la quedada de las Slayers en casa de Lorena, en Alicante. Ella misma ha escrito un post precioso en su blog, que es capaz de sacarle la sonrisilla tonta a la más pintada o arrancarle incluso una lagrimilla a algún sentimental.

Le doy las gracias por el post, le doy las gracias por ser una excelente anfitriona que hizo que nos sintiésemos como en casa, y sobretodo por poner en marcha este proyecto que me proporciona la dosis correcta de carcajadas diarias que ponen su granito de arena para que todos los días sean mucho más divertidos. Tal y como ella misma nos dice en cada despedida:

Sabemos que lo más difícil de este mundo es vivir en él, por lo que vamos a intentar hacerlo lo más divertido posible.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Zakk Wylde - Machine Gun Man



Zakk Wylde - Machine Gun Man

Se la voy a recomendar a Kurt Sutter para que la cuele en algún momentazo de la 3a temporada de Sons of Anarchy...

lunes, 7 de diciembre de 2009

Buffy: 5a temporada - La adictiva

El pasado 23 de noviembre empecé con esta quinta temporada de Buffy. Al principio, me costó ponerme con ella, no sólo porque la cuarta me había dejado un poquito fría, pese al gran capítulo final, sino porque estaba con otros asuntos y lo fui retrasando.

Una vez empecé, me costó mucho no seguir. Y me sorprendía a mí misma pensando en la serie durante el día, pensando por qué tal personaje estaba ahí, o qué pasaría al final . Con esta quinta temporada, lo que más he sentido han sido ganas de echar un vistazo tramposo al final de la serie (no lo he hecho ni lo pienso hacer, que conste). Porque tengo una curiosidad tremenda por saber cómo acaba, y más sabiendo que la serie tiene un final cerrado.

Tengo algunas teorías al respecto del final, y sobretodo tengo un deseo. Pero primero, tengo que ver la sexta y séptima temporadas, que será dentro de muy poco y, si mis fuentes son fiables, serán dos temporadas de lo más adictivas e interesantes, tal y como lo ha sido esta quinta.

A PARTIR DE AQUÍ, SI NO HAS VISTO LA 5a TEMPORADA DE BUFFY, NO SIGAS LEYENDO

Lo primero que quiero mencionar es la aparición de Dawn. A mí me extrañó muchísimo, obviamente, que se sacasen de la manga a una hermana para Buffy cuando en las cuatro anteriores temporadas, ni rastro. Pero tenía claro que todo tiene su explicación y, en caso de no haberlo tenido claro, tengo a las Slayers a mi lado, que se encargan siempre del "esperaaaaaaaaaaa...".

Y aquí viene una de las que me han parecido de las mejores escenas: cuando Joyce se gira de repente en la cocina, ve a su hija menor y le pregunta: "¿Y tú quién eres?", para acto seguido caer desmayada al suelo. La trama de la Llave, Dawn, el hecho de que Buffy, Joyce y Giles sepan la verdad, la manera en la que Dawn tiene de enterarse, acompañada por Spike... ha sido excelente. Simplemente excelente, una historia fantástica.

Pero el mejor episodio de esta temporada, para mí, no es el final, no es el capítulo de la muerte de Buffy, sino el capítulo del enterro de Joyce. Ese episodio en el que los silencios me maravillaron y me cautivaron, los juegos con la imagen, los sonidos tan bien colocados, y la ausencia de ellos, impresionantemente bien escogidos. Una auténtica maravilla, un episodio sobrecogedor con el que es imposible no emocionarse.

Y un episodio en el que, además, tenemos una aparición estelar de David Boreanaz, de un Angel cariñoso, "abrazador" e incluso besucón, que viene a consolar a Buffy, de una forma la mar de romántica que a quien no le arranque la sonrisilla tontuna es porque no tiene sangre en las venas. Toneladas de suspiros y más.

En cuanto a personajes, sigo pensando que Spike es uno de los mejores personajes de serie que he conocido hasta la fecha. Me cayó bien nada más poner los pies en Sunnydale y cada aparición suya ha sido un regalo desde ese momento, pero esta claramente ha sido su temporada.

Esta imagen de Spike "perjudicado" se la dedico a Noa con cariño

A raíz de haber caído en la cuarta temporada en manos de la Iniciativa, con las consecuencias que esto le ha traído, su personaje ha crecido en todas direcciones, y su amor por Buffy ha sido la gota que ha colmado el vaso, haciendo de él un personaje multicolor y lleno de matices, del que ya me han dicho que todavía me queda mucho por ver, y lo estoy deseando.

Y de la mano de Spike, destaco a Willow y a Giles. Sufrí mucho pensando que Giles desaparecería del mapa, al recibir esa herida por parte de los Guerreros Bizantinos. Y de la mano de Rupert Giles, otra gran escena que me gustó mucho, en el capítulo final: cuando mata a Ben, el "gemelo" de Glory, por decirlo de alguna manera. Me faltó un "I am The Ripper", pero quizás hubiese sido demasiado rimbombante para el bueno de Giles.

Y Willow... Willow es encantadora, maravillosa, fuerte, inteligente... la mejor amiga que se puede tener. Cada vez más poderosa, cada vez más interesante y, como ya he podido ver algunos capítulos de la sexta temporada, puedo adivinar que esto es sólo el principio y que Willow va a crecer mucho más, como bruja y como personaje.

Si algo ha caracterizado a esta quinta temporada de Buffy es lo enganchada que me encontré una vez la hube comenzado. Y es algo que no consiguieron las anteriores que, si bien me gustaron y entretuvieron mucho, no supieron atraparme ni maravillarme de esta manera.

Tengo que agradecerle a Thursnext su amabilidad en irme dejando los DVDs de la serie y ya tengo en mi poder la sexta y la séptima, las cuales intuyo que me van a durar poco, porque es lo que más me apetece ver en estos momentos, sobretodo ahora que ya ha terminado la temporada de Sons of Anarchy.

Me dejo muchas cosas en el tintero. Lo sé: Buffy-bot y la cosica que da, por ejemplo. Cuesta hacerle justicia a una serie como Buffy, y cuesta bastante trabajo escribir sobre todos y cada uno de los detalles que han conformado una temporada espectacular, muy intensa, muy divertida, y tremendamente adictiva.

La Palabra Más Hermosa, de Margaret Mazzantini

Ha llegado a mis manos, de nuevo gracias a los señores de Bloguzz, un libro. Un libro grueso, de tapa dura, ideal para entretenerse en una época de vacaciones como la que se nos avecina... aunque primero tengo que acabar con Persuasión, de Jane Austen, que Pigonna me dejó muy amablemente y que seguro está empezando a preguntarse si algún día lo podrá recuperar. Se trata de La palabra más hermosa, de Margaret mazzantini.

Es de noche en Roma, todos duermen, pero el teléfono suena de repente... Una voz que llega de lejos invita a Gemma a un viaje a Sarajevo, la ciudad donde nacieron y murieron las emociones más hondas de su vida.

Allí, entre los estallidos de una guerra cruel e inútil, hace dieciséis años nació Pietro, un niño que ahora la llama mamá y es tan hermoso, sano y egoísta como cualquier otro adolescente. Pietro no conoce bien su origen y no sabe que en las calles estrechas de aquella ciudad sitiada Gemma vivió una historia de amor de esas que se te pegan a los huesos y te cambian para siempre.

Ahora, de vuelta a esas tierras, madre e hijo tendrán que enfrentarse a un pasado que esconde secretos, a unos cuerpos que aún llevan las huellas de un dolor antiguo, pero a lo largo del viaje también aprenderán palabras nuevas, esas que nos sirven para dar un sentido a nuestros errores y seguir apostando por lo mejor de la vida.