Como esos parientes lejanos a los que no ves desde hace tiempo pero con los que no has perdido el contacto. Así son Los Soprano. La sombra de esta gran familia es alargada: vemos sus caras aquí y allá, y también los nombres de los que trabajaron tras las cámaras siguen sonando con el estruendo de un avión en un aterrizaje de emergencia. Dos miembros de aquella familia: Terence Winter y Michael Imperioli, han aterrizado portando en su equipaje dos nuevas series muy diferentes entre sí.
Boardwalk Empire
Sólo hace falta ver la cabecera para darte cuenta de que estás ante algo importante. Leo por ahí que ha costado una millonada, y parece ser que todo el mundo está de acuerdo con esta gran inversión, dado que el resultado es magnífico. Estoy totalmente de acuerdo, el piloto me gustó mucho, y Boardwalk Empire es de las que tendrán su puesto asegurado en mi parrilla personal. O por lo menos, eso me atrevo a decir a primera vista.
La ambientación es genial, y la época en la que se mueve, de lo más interesante: los años 20, el inicio de Ley Seca en Estados Unidos. Pero en esta ocasión, lo vemos desde Atlantic City (Nueva Jersey) y no desde Chicago, que es a lo que el cine nos tiene acostumbrados. De todas formas, en esta serie tan cinematográfica, podemos ver los inicios del mismísimo Al Capone en Brooklyn, cuando aún no se ha trasladado a la ciudad que lo verá convertirse en la figura más importante del crimen y conocido en todo el país.
Steve Buscemi es el protagonista de esta adaptación del libro de Nelson Johnson: Boardwalk Empire: The Birth, High Times, and Corruption of Atlantic City y quien se ha ocupado de dicha adaptación es Terence Winter, escritor y productor de Los Soprano. Pero estos no son los únicos nombres que suenan con fuerza tras el proyecto, ya que también Martin Scorsese está involucrado como director del piloto y productor ejecutivo. Con esta carta de presentación, no era probable que Boardwalk Empire dejase a nadie indiferente y tenía la expectación garantizada.
Detroit 187
¿Otra serie de policías? Pues sí, pero esta tiene un aliciente: Michael Imperioli. El actor que en su día fue Christopher Moltisanti en Los Soprano ha envejecido bien. Admiré su trabajo en Los Soprano, me maravilló con su interpretación en aquel impactante episodio de Mercy, y me ha gustado verle como Detective de Homicidios en este piloto de la ABC.
Detroit 1-8-7 quiere tener un aire documental, como esos programas 'Cops' de Estados Unidos, donde un equipo de reporteros sigue a la policía en sus casos. No voy a decir que encontré nada original en la serie, porque estaría mintiendo. No voy a decir tampoco que me pareció una maravilla de obligado visionado, porque también mentiría. Pero me gustó el personaje principal, y me gustó mucho cómo terminó el episodio. Quizá acabe por descartarla o aparcarla por falta de tiempo y porque no es nada del otro jueves, pero la primera impresión no ha sido mala.
Si Hawaii Five O es el cuerpo, Detroit 1-8-7 es la cabeza. Si Hawaii Five O es el alegre y luminoso verano, Detroit 1-8-7 sería el triste y frío invierno en una ciudad con un alto índice de criminalidad, y con un protagonista también muy frío y cerebral. Seguramente el Detective Louis Fitch (Imperoli) llevará dentro un oscuro secreto, un terrible drama personal, que le haga tener esa mirada triste. Yo me voy a quedar con él un episodio más, a ver si me lo explica.