Mostrando entradas con la etiqueta caprica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta caprica. Mostrar todas las entradas

miércoles, 31 de marzo de 2010

Caprica: Parada en boxes (Spoileeeeers!!)


Nos hemos despedido de Caprica hasta septiembre. La verdad es que no me lo esperaba, son de esas noticias que te pasan inadvertidas, y cuando me enteré, me enteré tarde y me extraño muchísimo. Pero los caminos de la televisión son inexcrutables... Esperaremos, no nos queda otra. Y yo personalmente, esperaré con ganas, porque lo visto hasta la fecha me ha gustado mucho y creo que la serie se ha quedado en un punto súper interesante.

Aunque yo he ido viendo Battlestar Galactica al mismo tiempo que Caprica, sigo insistiendo en que obviamente se hacen referencias a la serie-madre, pero que cualquiera puede ver Caprica sin haber pasado antes por las "manos" de BSG. De hecho, aprovechando que está a puntito de estrenarse en España, voy a recomendársela a todos mis conocidos que ven series en versión doblada porque considero que vale la pena.

Han sido mayoría las cosas positivas de este primer tramo, y los puntos negativos más bien pocos. Como punto negativo más destacable: Amanda Graystone. No me gusta el personaje y no me gusta la actriz que le da vida. Y me alegré de lo que vi en el capítulo final, por estas razones, y porque soy cruel. Si un personaje no me gusta, quiero que desaparezca. De acuerdo que esto es ciencia ficción y que el hecho de que un personaje muera no quiere decir a lo mejor nada... pero bueno, yo me alegré.


De las dos tramas principales, prefiero la de los Graystones a la de los Adamas. La trama que lleva a Joseph Adama a vagar por el V-World en busca de Tamara, sus filtreos con las drogas, etc., es oscura, interesante y como toda la serie, con una ambientación estupenda, pero prefiero a Daniel Graystone, sus chanchullos empresariales, su laboratorio y su equipo de Pirámide. También prefiero a Eric Stoltz antes que a Esai Morales. Todo cuenta.

De caras al próximo tramo de temporada tengo deseos: más presencia de Sam Adama y de Barnabus Greele. El primero es una de las conexiones entre Graystone y Adama, a parte del atentado, y es un personaje misterioso, inquietante y que aunque al principio de la serie parecía que iba a tener mucho peso, ha ido desapareciendo poco a poco, quedando reservado sólo para breves apariciones esporádicas como sombra de su hermano y guardián de su sobrino William.

Barnabus es Spike. Cuando se supera el shock de ver a James Marsters cambiado por la edad (¡¿pero los vampiros envejecen?!), se puede una entregar a una interpretación genial de un líder terrorista y religioso como pudimos ver en el último capítulo: End of Line (título súper apropiado). Me gustó muchísimo verlo en ese papel, creo que lo hizo increíblemente bien y espero verle próximamente a la vuelta y como decía, con mucha más presencia.


El panorama que se nos presenta para el regreso es muy atractivo, porque hay muchos frentes abiertos destinados a entrelazarse. Por un lado, la tragedia personal de Graystone, que puede llevarle a tomar decisiones inesperadas; el Cylon-Zoe y todas las posibilidades que plantea; el hecho de que Adama sepa dónde está su hija, el contacto que tiene con el V-World y las cosas que podría intentar para volver a verla; Clarice, Barnabus y el S.T.O., con Lacy como nuevo miembro... Todo tiene que ver, y al mismo tiempo, todas son pequeñas tramas independientes con unos personajes muy atractivos.

No daba un duro por esta serie. De hecho, cuando tuvo lugar su preestreno, no le hice ni caso. Pero me animé con el piloto y me gustó. Lo primero que me llamó la atención, además de Eric Stoltz, fue la ambientación, la imagen, la fotografía, los escenarios... Pero poco a poco ha ido ganando puntos por muchos otros motivos. Fue la culpable de que entrase en el mundo Battlestar Galactica, del que aún no he salido porque estoy estancada con la 4a temporada (culpa de Buffy, esto es otro tema). En los próximos meses probablemente la olvidaré, pero cuando pase el verano, estoy segura de que la recibiré con muchas ganas.

domingo, 7 de marzo de 2010

Subida a la parra

¿Qué ocurre cuando te enamoras de una serie? Pues que dejas de salir con las otras. Y es lo que me ha pasado a mí esta semana, gracias al descubrimiento de Men in Trees. Como no podía ser de otra manera, en El Semáforo de esta semana del programa de The TV Slayers le doy un flamante verde a esta primera temporada, y la segunda me está causando la misma buena impresión, aunque todavía no la he terminado (no falta mucho).

Tan atípica ha sido esta semana, que ni me di prisa en ver el episodio de Lost. Tras aquel soporífero quinto capítulo: Lighthouse, tampoco es que estuviese deseosa de ver más. Y visto Sundown (tarde, pero lo he visto) diré que tuve que hacerlo en dos tandas ya que la primera vez me dormí. Así que gran parte de la culpa de que Lost no haya sido prioritaria, la tiene la misma Lost.

Aprovecho que estoy con el tema para comentar que el barullo que genera Lost en la red, con la gente histérica y obsesionada, viendo spoilers donde no los hay, me saca de quicio. Hay personas que consideran un "el episodio no me ha gustado" como un spoiler o una ofensa. ¡Estaría bueno que no pudiésemos ni opinar! Un spoiler es decir quién mató a Laura Palmer, cosa que, por muchos años que pasen... no se puede decir.

Otra serie que ha tenido su oportunidad entre tantos Hombres en los Árboles ha sido Caprica, que cada vez me gusta más. Leo y escucho que el aspecto místico-religioso-filosófico tanto de Caprica como de Battlestar Galactica suele molestar o aburrir al personal. A mí no me ocurre. Y no sólo no me molesta sino que me gusta y me parece interesante e incluso original incluirlo en la trama de una serie.

En el sexto episodio de Caprica hemos podido ver al viejo Spike (James Marsters). Había que hacerle el honor, aunque los años no pasen en falso para nadie. Spike nunca fue para mí una atracción fatal, pero su personaje es de los mejores personajes que he conocido y conoceré. Y ya que no he visto Smallville, ni Torchwood, ni Lie to Me, ni la película de Goku, este era para mí el reencuentro del actor tras verle en Buffy, con lo que me hizo ilusión y todo.

La cuestión es que a mí parece ser que el parón de los Juegos Olímpicos de Vancouver me ha sabido a poco. Quedo atrapada por la novela Juego de Tronos, me engancho a Men in Trees, y cuando todas las series comienzan a regresar, yo me dedico a acumular todo lo emitido y por emitir: Community, The Good Wife, White Collar, The Mentalist, Modern Family, How to Make it in America, la nueva Parenthood...

Pero soy inmensamente feliz subida a este árbol. Deseando y temiendo a partes iguales que llegue el momento de bajarme de él, os mando mis saludos desde Elmo, Alaska.

jueves, 25 de febrero de 2010

¿Qué hacer durante el Parón Olímpico?

Pues sí, estamos viviendo una época de sequía seriéfila por culpa de los Juegos Olímpicos de Invierno. Todo el mundo lo sabe. Aunque no todas las series están en pausa, hay algunas que siguen visitando nuestro gestor de descargas de confianza semana a semana: ahí está Lost, ahí está Caprica y Men of a Certain Age, por poner tres ejemplos.

Es una de esas épocas en las que todos nos consolamos pensando que vamos a poder ponernos al día con esas series que tenemos en stand by, o dar una oportunidad a otras que en su momento no tocamos. Pero, ¿qué pasa cuando mandas tus planes a tomar viento?

Esto es cuestión de prioridades y de preferencias. En mi caso, sigo con Battlestar Galactica, cuando como o cuando ceno, a un ritmo lento porque además la veo en compañía. Pero cuando tengo un rato para mí, lo único que me apetece es Juego de Tronos. Tanto quejarme de que últimamente no encontraba un buen libro al que engancharme perdidamente... pues ahora no me voy a quejar de lo contrario.

¿Tengo el último capítulo de Men of a Certain Age? Sí. ¿Me lo pongo? Pues no, porque prefiero leer. Ya se ha bajado Lost, ¿lo pongo? Pues no, Lost puede esperar, porque prefiero leer un rato (el quinto capítulo me pareció una mierda, por cierto). ¿Sigo con Anatomía de Grey? Pues no porque ahora tengo ganas de leer, además, Anatomía de Grey todo el mundo sabe que es para los sábados y domingos con el desayuno...

Así que va a resultar que, en lugar de aprovechar este parón para avanzar, lo que voy a hacer va a ser acumular capítulos de Medium, hacerme la remolona con How to Make it in America y retrasar mi despedida a Men of a Certain Age. Pues nos dejaremos llevar...

martes, 26 de enero de 2010

Tapeo de series (14)


Al final he guardado en un cajón virtual Band of Brothers. El tenerla siempre en mente como una tarea pendiente me estaba agobiando y me dije "pues vaya tontería más grande". Y es que, si no apetece, no apetece... No la borro. La mantengo. Pero no pensaré en ella. A lo mejor algún día, las ganas de verla me sorprenden.


Porque últimamente me estoy llevando más de una sorpresa. Y eso está bien. La gran sorpresa ha sido sin duda Dollhouse. El hecho de ver una serie protagonizada por Eliza Dushku me apetecía más bien poco. Pero no me malinterpretéis: sigo pensando que la Dushku lo hace mal, lo hace muy mal y sobreactúa como una loca. Pero, afortunadamente, a la serie no le faltan otros factores que permiten que su interpretación sea un mal menor. Como por ejemplo, y entre otras cosas, personajes como los de Adelle y Topher Brink (soy fan).

No estoy diciendo tampoco que sea una fan enloquecida de Dollhouse, pero sí que puedo afirmar que ha sido una experiencia muy interesante, que me lo he pasado en grande, ya que la serie tiene muchísima acción y es súper entretenida. Afortunadamente, los cinco primeros capítulos no se me hicieron ni pesados, ni me parecieron malos, como mucha gente me había avisado. Afortundamente, la serie se ganó mis simpatías desde el principio, aunque he de reconocer que no me he convertido en una adicta-fan fatal.

Ni falta que hace. El no enloquecer por una serie no quiere decir que no vaya a guardar un bonito recuerdo de ella cuando termine. El final está muy cerca y me da mucha rabia porque realmente el argumento está en un punto inmejorable y en los dos últimos episodios ya he podido notar síntomas de "corre corre, apañemos esto, que se nos acaba el rollo". Una pena.

Otra sorpresa ha sido Caprica. Cuando se preestrenó su piloto el pasado mes de abril no le presté atención. Aunque la miniserie de Battlestar Galactica me gustó bastante, no me ocurrió lo mismo con la serie en sí, y la dejé por imposible tras ver el séptimo capítulo de la primera temporada (si no recuerdo mal). La razón: aburrimiento puro y duro. Pero esta semana ha dado la casualidad que he llevado todas mis series bastante al día y me ha apetecido darle una oportunidad a este piloto.

¿Uno de los motivos? Pues de la misma manera que tenía reparos con Dollhouse por culpa de Eliza Dushku, tenía interés por Caprica gracias a Eric Stoltz. El piloto cayó en la tarde del domingo, nos gustó mucho, y estoy prácticamente segura de que en casa vamos a continuar siguiendo la serie. Y, ¿quién sabe? A lo mejor me pica el gusanillo de darle una segunda oportunidad a Galactica... aunque ya sé que no es condición sine qua non ver ambas.

Para terminar este repaso, una crítica, o una queja... o un pataleo, simplemente: Castle. Me estoy hartando de esta serie. Y no quiero abandonarla porque Nathan Fillion está simpático y algunos casos no están mal. Pero así como The Mentalist, para mi gusto, lleva un ritmo perfecto en esta segunda temporada, a Castle le está sucediendo todo lo contrario: si nunca fue ninguna maravilla de serie, poco a poco se está convirtiendo en algo con lo que cada vez da más pereza ponerse.