domingo, 27 de marzo de 2011

Lonely Kamel: Blues for the Dead


Si algo me gusta de verdad es descubrir nuevas bandas. Y gracias a mi nueva "aventura podcastera", estoy teniendo una buena racha. En el segundo programa del Podcast de Disc K7, Andrés nos recomendó este disco, y lo que contó, me pareció muy interesante. A lo mejor, de entrada, nunca me hubiese acercado a Lonely Kamel, porque su estilo clásico, que se remonta no a los 80, sino a los 70, no va conmigo.

Pero tampoco soy de las personas que se cierran en banda, así que me animé a escucharlo. Los primeros acordes de Wasted Time, el tema que usamos para abrir la recomendación, me cautivaron. El resto de la canción acabó de convencerme y el resto del disco de la banda noruega de Blues y Rock clásico, sonó mucho en mi reproductor durante unos días. Este "Blues for the Dead" es su segundo disco y cada una de sus canciones tiene algo especial.

Encontrarás en él desde temas que hacen que te muevas compulsiva e inconscientemente, como Green Eyed Woman, hasta canciones en las que la música parece que se arrastra, avanzando lenta y trabajosamente hasta el final, transmitiéndote esa atmósfera de paz, el deseo de dejarte llevar, como es el caso por ejemplo de No More Excuses.

No obstante, tras un par de semanas, me he cansado de Blues for the Dead. Y creo que ha sido porque, a pesar de gustarme, no me ha entusiasmado hasta el punto de obsesionarme con algún tema o con el disco entero. Esto en primer lugar. No he sentido ese deseo irrefrenable de escucharlo a todas horas, sino que más bien, ha sido un disco para escuchar de fondo mientras trabajaba o leía.

En segundo lugar, porque en temas como Lady Mushroom me chirrían los estribillos y en otras canciones, como A Tale of a Madman, la psicodelia se hace muy extraña a mis oídos. Me da la sensación de que lo que estoy escuchando es uno de los viejos discos de mi padre, pero no por ejemplo un disco de Queen, que me siguen sonando actuales, sino un disco de alguna banda de hippies de los 70, cuyo nombre quedó en el olvido.

Pero ni descarto el disco ni descarto a la banda porque como digo, para mi, es una muy buena opción para tener sonando "de fondo" mientras trabajo o mientras leo. Su sonido agradable, combinado con la falta de fuerte atracción que sus temas tienen para mi, lo hacen un disco perfecto para acompañarte en tareas que no consienten distracción.

viernes, 25 de marzo de 2011

Arrested Development: ¿Tú has visto una gallina en tu vida? (Sin Spoilers)


Me alegro mucho de haberle dado una oportunidad a esta comedia, después de tanto tiempo. Un día, Noechan me trajo la primera temporada grabada en DVD y ahí se quedó, en un cajón del mueble del comedor. Olvidada, pobrecita.

La falta de ganas de empezar otra comedia fue la principal culpable del olvido, pero el parón de series reciente y algún que otro abandono de los míos, han contribuido a que por fin, rescatase Arrested Development y devorase sus dos primeras temporadas en muy poco tiempo.

La familia Bluth es una familia de locos, acomodados económicamente (aunque no tan acomodados como ellos creen) y residentes en Orange County, California (anda mira, como los Avenged Sevenfold). Todos y cada uno de los miembros de esta familia está desquiciado, parece que mantienen una competición por ver quién de ellos está más chalado.

Quizá el único que se salva es Michael (Jason Bateman), uno de los hijos medianos de George y Lucille Bluth. Pero aún así, Michael también tiene sus rarezas, sus torpezas y es tan encantador, tan buena persona y tan sumamente mono y adorable, que no sabes si comértelo o lanzarlo al mar para que se ahogue.


La serie comienza con una fiesta, que obviamente sale mal, en el yate de la familia Bluth. Y sale mal porque detienen al cabeza de familia: George, por fraudes y negocios turbios que iremos descubriendo. Este hecho deja la empresa de los Bluth desamparada, con mucha porquería por esconder bajo la alfombra y con un montón de gente inútil para hacer frente a tal situación.

El hijo mayor de los Bluth es Gob (Will Arnett) de profesión: mago. La gemela de Michael es Lindsay (Portia de Rossi) de profesión: nada; Lindsay está casada con uno de los personajes que más me hace reir de esta serie: Tobias Funke.

Tobias es un hombre que seguramente es gay pero que es tan tonto que ni él mismo se da cuenta. Psiquiatra de profesión, prueba suerte como actor cuando pierde su licencia. Para los que hayan visto la serie: gran momento lo de “Analrapist”. Sus torpezas, accidentes, meteduras de pata, dobles sentidos y otras situaciones de lo más absurdas, me han parecido hilarantes.

Tobias y Lindsay tienen una hija: Maeby. Lo pronuncian con toda la intención, para que parezca que están diciendo “quizá” en inglés. Y es que Maeby es la típica adolescente súper inteligente olvidada por sus egoistas e inmaduros padres. Tendrá una relación especial con su primo, el hijo de Michael, de nombre... atención... George Michael. Cada vez que alguien lo llama por su nombre, yo me río. Supongo que esa es la intención.

Y por último, el hijo menor de George y Lucille Bluth es Buster. Un poquito retrasado, mantiene una relación enfermiza de dependencia mutua con su madre, que traerá también situaciones surrealistas. Destaco la relación que mantiene con su vecina, Lucille II, amiga de su madre e interpretada nada más y nada menos que por Liza Minelli.

Y es que si algo tiene Arrested Development, además de ser una de las comedias más buenas que he tenido el gusto de disfrutar, en el sentido de hacerte reir hasta enloquecer, es el desfile de actores y actrices conocidos que pasan por sus capítulos: Liza Minelli, Charlize Theron, Julia Louis-Dreyfus, Dave Thomas (el de “Cariño, he encogido a los niños”), o el mismísimo “Apollo Creed” de Rocky, Carl Weathers, que se interpreta a si mismo, entre muchos otros más. Y los cameos ni los nombro, porque la lista de verdad que es interminable.

Estoy a punto de terminar la tercera temporada y me invade ese sentimiento ridículo de no querer avanzar porque no quiero que se me acaben los episodios. A lo mejor, la segunda temporada pierde un poquito de fuelle, o esa es la sensación que me dio a mi, porque la primera temporada me hizo enloquecer.

Al llegar a la tercera, me he dado cuenta que Arrested Development aún tenía muchísimas cosas buenas que ofrecerme, y quizá en este último tramo de la serie, que por lo que sé, fue injustamente cancelada, se hayan desmelenado todavía más, dando una buena vuelta de tuerca a la incorrección y a los desvaríos más surrealistas.

Dudo que queden por ahí muchos despistados como yo que no hayan visto esta serie y que no entiendan, por lo tanto, el título del post. Si eres tú uno de ellos, corre y no esperes más. Cuanto antes disfrutes de la diversión y de las carcajadas con que te obsequia Arrested Development, mejor.

lunes, 21 de marzo de 2011

El show de Black Label Society


Movida sobre todo por la curiosidad de ver a Zakk Wylde en vivo al menos una vez en la vida, le pedí a los Reyes Magos la entrada para el concierto de Black Label Society de este sábado, 19 de marzo. Como el año pasado fui muy buena, sus Majestades oyeron mi petición y pude marcar como “visto” a la mole rubia en mi lista mental de pendientes.

La Sala 1 del Razzmatazz no estaba llena. De hecho, el concierto debía celebrarse en la Sala 2 y fue trasladado pocos días antes a la mayor, por el buen ritmo que llevaba la venta. Sobre el escenario, una pared de Marshalls servían de atrezzo y un gran telón con el logo de la banda nos daba la bienvenida.

El hecho de poder disfrutar del concierto en buena compañía lo hicieron mucho menos aburrido de lo que en realidad fue. No soy una gran fan de Black Label Society, me gustan sus discos, pero no al completo. Me explico: hay algunos temas que me gustan mucho pero, en cambio, hay otros que no son más que relleno para mi gusto.

Con esto como precedente, es normal que en un concierto de hora y cuarto, más o menos, encontrase muchísimas canciones que no me decían nada en especial y echase de menos otros temas que podría considerar como favoritos. Nunca llueve a gusto de todos y en esta ocasión, no llovieron muchas canciones de mi agrado, sobre todo porque la banda estaba aquí para presentar su trabajo, Order of the Black, y eso es lo que hicieron.

La presencia en escena de Zakk Wylde es imponente. Además, tuvimos la oportunidad de poder verle llegar a la sala y marcharse, y es un gigante. No es sólo un tío alto, sino que, como está tan gordo, es una auténtica mole rubia de larga melena y barba también larga. Cuentan que se paseó por los alrededores del Razzmatazz en algún momento del día con una máscara que le cubría toda la cara... como si su soberbia figura pudiese pasar desapercibida.

No obstante, sobre el escenario no escatimó en sonrisas, tanto la banda como él interactuaron bastante con el público, aunque hay que decir que no desde el principio, sino que necesitaron "calentamiento", y que entre los miembros del grupo intercambiaron bastantes abrazos, algo que me hizo pensar automáticamente en la serie Sons of Anarchy.


Aunque me pareció un show bastante aburrido, a pesar de la buena compañía, la cerveza y el buen ambiente en general, he de reconocer que temía que Wylde nos regalase varios solos de guitarra de larga duración entre canción y canción y, aunque alguno cayó, no fue exagerado. El sonido, por cierto, no fue demasiado bueno. En ocasiones, se oía una pelota compacta de ruido que hacía que tuvieses que esforzarte un poco en reconocer esos temas que no tenías tan escuchados.

Momento emotivo el de la interpretación de In this River con el protagonista de la noche sentado al teclado y una gran imagen de su amigo Dimebag Darrell (el guitarrista de Pantera, que fue brutalmente asesinado en el escenario durante uno de sus conciertos) a sus espaldas.

Conclusión: Misión cumplida. He visto a Zakk Wylde en directo. Y aunque ahora debería añadir: “y dudo que repita”, no lo diré, porque Black Label Society forman parte del cartel del Graspop, festival de verano en Bélgica, al que este año me gustaría mucho asistir.

viernes, 18 de marzo de 2011

Festín de Cuervos

El hielo no es tan sólido y el fuego quema un poco menos en esta cuarta entrega de la saga de George R.R. Martin. Un volumen extraño, un volumen de transición, de recolocación de personajes antiguos y sobre todo, de presentación de muchos nuevos personajes que tendrán un papel importantísimo en el devenir de la historia.

Este Festín de Cuervos es denso y extenso, como los anteriores, pero no tan intenso como Tormenta de Espadas y a diferencia de los anteriores, y en palabras del autor: “...los lectores preferirían que relatara en un libro toda la historia de la mitad de los personajes a que relatara la mitad de la historia de todos los personajes. Así que eso fue lo que decidí”. Pues yo no estaría tan seguro, señor Martin...

Así pues, sabemos que el próximo libro: Danza de Dragones, narrará los hechos que ocurren simultaneamente en el tiempo a Festín de Cuervos, pero centrándose en otros personajes, en los personajes que no han aparecido en éste. Como todo, tendrá su parte buena y su parte mala, porque aquí cada uno tiene sus favoritos y los que, simplemente, nos interesan menos.

A PARTIR DE ESTE PUNTO, CUIDADO CON LOS SPOILERS SI NO HAS LLEGADO AL FINAL DE ESTE CUARTO LIBRO:

Lo que más me mosquea de que en el próximo libro se nos vaya a contar más sobre los personajes que no han aparecido en este, es que me temo, básicamente, que me van a dejar con las ganas de saber qué pasa con Cersei y con Brienne, y que Jamie Lannister puede perder presencia.

Las intrigas que ocurren en Desembarco del Rey suelen ser lo que más me gusta de esta novela. Cersei, la regente, que gobierna en nombre del pequeño Tommen de ocho años, se ha rodeado de inútiles y está llevando el reino a la ruina. Sus delirios de grandeza le hacen creerse la digna heredera, la sucesora o casi la reencarnación de su difunto padre, Tywin Lannister, asesinado por su hermano Tyrion (del que desconocemos su paradero por ahora).

Además, está obsesionada con una profecía que le leyeron de joven y cree que su nuera Margaery, traerá su ruina. A lo mejor no anda muy desencaminada... por el momento, la profecía está acertando.

Por fin, después de tanto tiempo, parece ser que va a recibir su merecido y a ser juzgada por sus maldades. Cersei envía un mensaje a Jaime, que está en las tierras de los ríos y que acaba de ganar Aguasdulces, pidiéndole ayuda y él quema la carta y aparentemente ignora el mensaje de su melliza. Un gran momento hacia el final del libro que me hizo lanzar un gritito ahogado.

El cambio del personaje de Jaime a lo largo de la historia es también una de las cuestiones más interesantes de Canción de Hielo y Fuego. Aunque desde el principio fue uno de mis personajes favoritos debido a su fortaleza y a su maldad, los cambios que ha ido padeciendo y que parece que le han hecho menos retorcido y que sobre todo le han restado fuerza y habilidad, no han hecho que cambie mi impresión sobre este personaje.

Y quien interpretará a mi querido Jaime Lannister en la serie Juego de Tronos que está a punto de estrenarse, es el actor de New Amsterdam: Nikolaj Coster-Waldau. Me parece acertadísimo, estoy deseando verle, y sólo espero que su ya conocido “gafe” con las series de televisión desaparezca para siempre gracias a la magia de Game of Thrones.

En cuanto a la Doncella de Tarth, Brienne, siento que aún tiene mucho por hacer. Su personaje no es un personaje principal, es más bien uno de estos personajes que ayuda a conectar otros personajes entre sí. Creo que aún tiene mucho por hacer, así que no estoy del todo segura de que la casi-difunta Catelyn acabe del todo con su vida. Este tipo de personaje-zombie que son Beric Dondarrion y Catelyn Stark no me gusta demasiado, por cierto.

Preferencias a parte, y siguiendo con la trama, me parece que Brienne jugará un papel fundamental en los planes que Petyr Baelish tiene para su “hija” Alayne/Sansa. Eso, si no me equivoco y sigue viva.

Muy emocionante por cierto la historia de la joven Sansa Stark, imaginarla en los sueños de Meñique, con la capa del lobo huargo y dispuesta a recuperar para ella Invernalia... Sansa, esa niña repelente de Juego de Tronos que ha madurado a base de palos. Sansa, que cree que es la única superviviente de la Casa Stark, porque sabemos que para ella, Jon Nieve no cuenta como tal.

Aunque, también ha sido bonito y emocionante leer cómo Sansa ha descubierto que su hermanastro se ha convertido en Lord Comandante allá en el Muro, donde Stannis Baratheon está reuniendo fuerzas para arrebatarle el Trono de Hierro a Cersei y al pequeño Tommen.

Y no me olvido de la pequeña Arya, la prometedora joven “guerrera” que está viviendo un proceso de formación algo extraño en Braavos y que gracias a su trabajo como vendedora de pescado en los muelles, recopila también información sobre lo que le está ocurriendo a miembros de su familia, como su tía Lysa Arryn (que ha muerto a manos de su nuevo marido, Baelish).

Una de las características principales de Canción de Hielo y Fuego es que el lector es conocedor del paradero de todos, o de casi todos los personajes, y puede ver cómo van cruzándose entre ellos, o cómo están a punto de cruzarse y de conectar gracias a personajes como Brienne u otros de aún menos importancia.

Y otra de las cosas que más llama la atención de esta saga es que, en ese Juego de Tronos, en ese juego también de matrimonios y de todo tipo de intrigas fascinantes, las piezas claves no son los adultos, sino los niños. Y mientras vas leyendo las historias que les ocurren a todos estos jóvenes y niños, hijos legítimos y bastardos de los grandes señores, la sensación de novela río, de devenir, de historia en continua evolución, es todavía más evidente.

Si el temor a no saber más de los personajes que han aparecido en Festín de Cuervos es lo que más miedo me da del próximo Danza de Dragones, lo que más me atrae del quinto libro es, por el contrario, saber más de otros personajes que me interesan mucho, como pueden ser Bran Stark, Tyrion Lannister o Daenerys Targaryen.

Dany en concreto ha sido una constante en este Festín de Cuervos, aún sin que su personaje apareciese como tal. Ha sido mencionada en repetidas veces, no sólo por el Maestre Aemon, quien en sus últimos días se dio cuenta de la importancia de la última de su estirpe de dragones, sino también por otros personajes que la consideran candidata al matrimonio.

Es el caso de los hombres de las Islas del Hierro, quienes aparecieron en la historia de la mano de aquel casi olvidado Theon Greyjoy. Su tío, Euron Greyjoy, ha sido elegido rey. Su intención y la promesa que ha hecho a su reino es la de invocar a dragones que les lleven a la conquista de Poniente. Para ello, quiere que su hermano Victarion seduzca y secuestre a Dany, pero Victarion trama una venganza contra su hermano por crímenes pasados, y planea casarse con ella.

Y también los Targaryen están o han estado considerados para alianzas matrimoniales en Dorne, otro emplazamiento que en este Festín de Cuervos ha tomado mucha importancia y que me ha cautivado por el carácter libre y salvaje del que se ha dotado a sus mujeres. Creo que Arianne Martell es un personaje prometedor, que si se une a los planes de su padre para vengar a su tío Oberyn (a quien la Montaña mató en un combate en Desembarco del Rey), tendrá un papel muy importante en la historia.

Ahora toca esperar a tener Danza de Dragones entre las manos para saber si me equivoco o si estoy en lo cierto. Para saber si todas mis conjeturas y suposiciones tienen fundamento o son producto de mi deseo de que mis personajes favoritos tengan más momentos de gloria que los demás.

Canción de Hielo y Fuego no es una saga para impacientes: no sólo por la complejidad de sus tramas, las múltiples dinastías, lugares y historias que nos muestra, sino porque hay que esperar a que llegue el próximo volumen. Una espera que se hará muy larga, no lo dudo, pero que espero que la serie de la HBO sobre Juego de Tronos haga más llevadera.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Sexo, Drogas y Rock and Roll... en el XIX


El Rock and Roll es una actitud y una manera de vivir la vida, y por eso, me permito el lujo de adjudicar a esta serie de época de la cadena BBC este famoso slogan, aunque a muchos les pueda chocar. Desperate Romantics nos traslada a los días en que la corriente artística de los Prerafaelistas comenzaba a dar sus primeros pasos en la Inglaterra del XIX.

Las buenas artes que la BBC tiene a la hora de producir este tipo de series nos permiten echar un vistazo a la época Victoriana, al Londres de 1840 y algo, aproximadamente. La ambientación, el vestuario, los decorados, son como siempre impecables, dando una credibilidad a la historia sin igual. Además, hay que tener en cuenta que los personajes principales de la serie son personajes reales; no sólo los miembros de la Hermandad Prerafaelista, sino muchos de los que les rodean. Y no falta ese invitado estrella, que en esta ocasión es nada menos que Charles Dickens.

De los cuatro miembros que en un inicio forman la Hermandad Prerafaelista, incluyendo al periodista principiante Fred Walters, quien más hace gala de esa actitud rockera es Dante Gabriel Rossetti, el cabecilla del grupo y quizá, o al menos eso nos enseña la serie, el pintor de menos talento de entre sus compañeros. Pero esta presunta “falta” la compensa con carisma y encanto, desparpajo, rebeldía y despreocupación.

Cuando te encuentras ante un coro de protagonistas tan variopinto, con personalidades tan diferentes y marcadas, es fácil que intentes hacerte con un favorito. En el caso de Desperate Romantics, me ha resultado imposible, y tampoco lo he conseguido fijándome en los personajes femeninos, los cuales también tienen mucha fuerza y mucho que contar. No son solamente las musas, amantes o compañeras de los pintores, sino piezas clave en su arte y en sus vidas, y muchas veces, las que determinan que la historia transcurra tal y como lo hace.

No os dejéis llevar por el título: no se trata de una historia romanticona y empalagosa de dandis estirados y damiselas desvalidas. Desperate Romantics es mucho más cañera de lo que os podéis imaginar, es un drama de época que retrata desde los instintos más bajos a las más altas aspiraciones artísticas, pasando por la debilidad de las adicciones, las tempestuosas relaciones de pareja, siempre complicadas, y la incondicional camaradería de este grupo de artistas que marcaron un antes y un después en la concepción del Arte en Inglaterra.

Si queréis saber más sobre la corriente Prerafaelista, sobre la época que retrata Desperate Romantics y sobre los personajes reales que se esconden tras los actores que aparecen en la serie, no dejéis de leer este fantástico post de Pigonna, quien de verdad sabe lo que tiene entre manos. Ella fue quien me recomendó esta serie de 6 episodios, de la que una segunda temporada aún está por confirmar, y ahora soy yo quien os la recomienda a vosotros.

jueves, 10 de marzo de 2011

Californication: Es Rock and Roll (Afers Exteriors 2)

Reside en mi disconformidad con casi todo la razón por la que me ha costado tanto escribir sobre Californication. Me resulta mucho más sencillo escribir sobre algo que no soporto y criticarlo sin piedad, que ensalzar las cualidades de algo que realmente me gusta. Por este motivo, me ha costado tanto atreverme con “Cali” y dedicarle una entrada, porque aunque me acerqué a ella con reservas, se ha ganado mi admiración y mi respeto, sobre todo, en su maravillosa segunda temporada. Pero mejor, empiezo por el principio...

Algunos, me vendieron Californication como una serie “guarra”, y tenían razón. Otros, me aseguraron que Californication era una pura historia de amor, y también estaban en lo cierto. Muchos, me lanzaron el cebo: “es Sexo, Drogas y Rock & Roll”, y tampoco se equivocaban. Todo esto y mucho más es lo que encontré en la transgresora serie de la cadena Showtime protagonizada por David Duchovny.

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