jueves, 31 de enero de 2013

Tormenta de Espadas: la relectura (sin Spoilers)


Faltan dos meses para el estreno de la tercera temporada de la serie Juego de Tronos. Será el 31 de marzo en Estados Unidos y a través de la cadena HBO. Me propuse volver a leer Tormenta de Espadas antes de esa fecha, y misión cumplida. 

Meses atrás hice también relectura de Choque de Reyes, aunque lo que he disfrutado con este tercero no tiene ni punto de comparación. Una amiga me dijo que si existe un libro que merezca ser releído, es Tormenta de Espadas, "El Libro", dijo ella. He leído y escuchado repetidas veces eso de "El Libro", con sus pertinentes mayúsculas para enfatizar, y seguro que todos lo merecen... sin duda Tormenta de Espadas sí. 

En cualquier revista, periódico o página web en los que se hagan reseñas literarias podréis ver cómo se cantan las excelencias de este pedazo de historia dentro de la saga de George R.R. Martin, así que no me voy a entretener en resumir el argumento y dar mi punto de vista de lo que ocurre, porque además, no quiero que esto tenga spoilers. Pero no me voy a quedar sin comentar lo enriquecedora que ha resultado esta segunda lectura, sobre todo viniendo de haber leído ya Danza de Dragones

Echar la vista atrás en la historia me ha hecho recordar momentos olvidados y sobre todo, captar detalles y 'pistas' que en una primera lectura se me pasaron por alto. Por ejemplo: atanasia es una hierba, y hasta aquí puedo leer. 

Otra de las ventajas que tiene releer un libro formado por tantas tramas, y tan complejas, es que ya sabes hacia dónde te diriges, y el 'stress' de la primera vez desaparece para dejar paso a "la sonrisa de La Gioconda", vamos a llamarlo así. Es esa expresión de autocomplacencia que enseña tu cara cuando conoces el destino (al menos en parte) de muchos de los personajes que ves desfilar ante ti, ¡sobre todo en el caso de Tormenta!, una novela que si tuviese que llevar un subtítulo por obligación este sería sin duda: hasta el apuntador. ¡Y hasta aquí puedo leer...! (otra vez). 

Y no solo eso: al saber el destino que les aguarda, por lo menos en los dos próximos libros, puedes saltarte esos capítulos protagonizados por aquellos que te aburren, que te caen mal... y ese tipo de trampitas sin importancia, como hacer un poco de lectura en diagonal. Os iba a poner un par de ejemplos, pero los he tenido que borrar porque hubiese caído en el spoiler... vamos, lo normal cuando hablamos de Canción de Hielo y Fuego

Con o sin trampas: daros el capricho. Aparcad durante uno o dos meses esas lecturas pendientes y esas novedades de moda que todos vuestros amigos estén leyendo y volved a leer Tormenta de Espadas, sobre todo, si ya habéis terminado Danza de Dragones. No os arrepentirés.

Nota: 5 / 5

jueves, 24 de enero de 2013

Los Magos (Lev Grossman)



“Quentin Coldwater, un joven brillante pero desdichado, vive obsesionado con las novelas de fantasía de su infancia, que transcurrían en un país mágico llamado Fillory. Para su sorpresa, logra ser admitido en una muy secreta y exclusiva universidad de magia en Nueva York, donde recibirá una rigurosa educación sobre los arcanos de la moderna hechicería. Tras graduarse, él y sus amigos harán un descubrimiento asombroso: Fillory es real, aunque no exactamente como imaginaron en sus sueños de infancia…

Lev Grossman ha creado un mundo sumamente original en el que el bien y el mal nunca son absolutos, el sexo y el amor no son simples ni inocentes y la ambición por el poder tiene un precio terrible.”

Esto es lo que dice la sinopsis en la contraportada del libro. Si me pidiesen a mí que lo resumiese, diría que Los Magos es como un batiburrillo de Harry Potter y Narnia protagonizado por jóvenes excéntricos que f***an y beben mucho. Pero esto sería resumir demasiado…

Lo primero que llama la atención es que en la portada se nos avisa de que esta es mágica. Con una webcam y conexión a internet, y siguiendo los pasos que te explican, accedes a un contenido extra. No es la bomba, pero son detalles que se agradecen. Además, el libro está muy bien de precio, todo sea dicho de paso.

Extras aparte, en Los Magos, Lev Grossman nos cuenta  una historia sobre el poder de la imaginación como arma contra el pesimismo y la infelicidad, y se sirve precisamente de una desbordante imaginación para contárnosla. A pesar de las constantes referencias a otras historias de fantasía como Harry Potter, Narnia, o Alicia en el País de las Maravillas, el resultado es una obra muy original y nada edulcorada.

Una de las cosas que más me han sorprendido del libro es precisamente que ese mundo de fantasía al que los protagonistas desean escapar, ya que la vida real se les hace insoportable, no resulta ser ese bonito paraíso que han leído en los cuentos. Los problemas de la realidad les persiguen y sus personalidades trastornadas no cambian aunque ellos cambien el plano de realidad.

Ni Quentin, el verdadero protagonista, ni el resto de sus compañeros, son personajes convencionales: son jóvenes egoístas y hedonistas, siempre borrachos, que también consumen drogas, que practican sexo compulsivamente por venganza o por puro aburrimiento, y sobre todo, muy infelices. Ni el descubrimiento de la magia les servirá de motivación para seguir adelante.

La novela abarca un extenso periodo de tiempo en la vida de Quentin: desde los 17 hasta los 21 años. Está dividida en cuatro partes o libros, que narran desde su ingreso en la universidad mágica de Brakesbill hasta su visita a esa otra realidad, experiencia que cambiará su vida y la de sus amigos. El ritmo no es constante: períodos de tiempo pasan volando y en otros se entretiene mucho, lo que a veces puede resultar extraño y despistar un poco.

 A juzgar por las críticas tan dispares que he encontrado en internet, que van de considerarlo excelente a pésimo, no parece ser un libro que haya causado indiferencia. A mí me ha parecido una buena historia con personajes en absoluto convencionales. Me ha gustado mucho y me ha sorprendido.

Nota: 4/5

martes, 15 de enero de 2013

El entrañable chico de los Moone

Martin Moone tiene 12 años y vive con sus padres y sus tres hermanas adolescentes en Boyle, un pequeño pueblo de Irlanda. Es un niño inteligente, con una imaginación muy activa, talento para el dibujo y un amigo imaginario que no siempre le da los mejores consejos ni las ideas más brillantes, pero que siempre está ahí. 

Este amigo imaginario, llamado Sean Murphy, es en realidad el creador de la serie: Chris O'Dowd, quien de hecho está actuando como consejero de sí mismo cuando era pequeño, ya que esta comedia es autobiográfica. Las conversaciones entre él y Martin son tremendamente divertidas y a menudo surrealistas. 

La familia y los compañeros de colegio del protagonista forman un coro de secundarios fabulosos, sobre todo los adultos. Martin tiene una madre muy activa, siempre con ganas de hacer cosas importantes con su carrera profesional, como meterse en la campaña electoral de Mary Robinson, un personaje real que acabaría siendo la primera Presidente de la República de Irlanda, o bien haciéndose instructora de una versión 'de baratillo' de Weightwatchers llamada Weight Wishers.

En cuanto a su padre, es un buen hombre que trabaja en un taller en su misma casa y al que veremos, por ejemplo, acudir a unas partidas de poker ficticias que son en realidad la tapadera de un grupo de terapia para padres hartos de sus hijos, uno de los momentos más divertidos de la serie. Y hay muchísimos más, como ese momento crucial en el que tiene que hablarle a su hijo sobre erecciones... y ese tipo de cosas. 

Y no puedo olvidarme de las tres hermanas mayores de Martin: Fidelma, Trisha y Sinéad, que también son encantadoras a su manera, cada una con un estilo muy particular. Quizá lo que las iguala es el fuerte carácter del que todas hacen gala, y una relación con su hermano pequeño que va de la total indiferencia al desprecio más absoluto.   

Otro de los puntos fuertes de Moone Boy es el efecto nostalgia, que sobre todo afecta a los que nacimos a finales de los 70. Viajamos atrás en el tiempo hasta 1989 y en la tele de los Moone puede verse la caída del Muro de Berlín, a David Hasselhoff en su mejor momento (sic), a Alexis Carrington, a Linda Evans... oímos a sus hermanas nombrar esa serie nueva llamada 90210... recuerdos compartidos por la generación del creador de la serie, que resulta ser la mía (O'Dowd nació en el 79).

También es destacable el importante papel que juega la banda sonora en todo esto: en la radio de los Moone suenan, por ejemplo Sinéad O'Connor, Simple Minds, U2... y grupos punk irlandeses como Sultans Of Ping, encargados de la canción de cabecera, Where's me jumper

Pero no te preocupes si no compartes recuerdos con Martin o si viviste todo esto que te he contado a una edad diferente a la que tiene el protagonista: las inquietudes y problemas de este crío de 12 años son universales, y Martin es el típico gamberrillo sin maldad que se hace querer.

viernes, 11 de enero de 2013

Una vacante imprevista (J.K. Rowling)



Barry Fairbrother, concejal en el pequeño pueblo de Pagford, al sudoeste de Inglaterra, ha muerto de manera inesperada. Deja mujer e hijos, un equipo femenino de remo al que entrenaba y por supuesto, su cargo como concejal. Una vacante (imprevista) que despertará la ambición de varios vecinos: viejos amigos y eternos enemigos del difunto, así como de algún que otro oportunista. El desfile de miserias humanas, problemas familiares, antiguas rivalidades y oscuros secretos (bueno, no tan oscuros), está servido.

Los que se creyeron aquello de “una novela de misterio e intriga”, que se olviden, y los que leyeron en algún sitio eso de “historia provocadora y dura”, que no se hagan tampoco demasiadas ilusiones. Obviamente, no es Harry Potter y es innegable que Rowling escribe sobre sexo, drogas y pobreza de una manera clara y directa, pero yo no diría que es provocadora, y de misterio e intriga no tiene nada. Se acerca más a un retrato costumbrista que a otra cosa. En algún momento incluso me ha recordado a aquella serie australiana de los 80: Neighbours.

Una vacante imprevista empieza con una muerte y con la aparición de una marabunta de personajes cuya presentación se hace bastante tediosa. Durante los primeros episodios te da la sensación de que no está pasando nada, de que los vínculos entre las personas que te va presentando son demasiado flojos. Pero una vez tienes claro cuáles son los que te caen simpáticos y a cuáles no soportas, empiezas a interesarte por lo que les ocurre. Aunque tengo que reconocer que sus vidas no son excesivamente interesantes y que no les sucede nada excepcional que merezca ser contado, mucho menos en un tocho de 600 páginas.

Conclusión: no es ninguna maravilla, pero se deja leer. ¿Lo recomiendo? ¿Por qué no? Es una historia de vidas cruzadas, que sucede en un período de tiempo corto y en un pueblo pequeño e imaginario. Sin más. Su fortaleza la encuentras en sus personajes, en que te interesen más o menos, y mal escrito no está.

Nota: 3/5

miércoles, 9 de enero de 2013

Lo que no te dije en 2012

El año que acabamos de dejar atrás ha sido el más intenso que recuerdo en lo personal, tanto para bien como para mal. Pero este blog normalmente solo refleja una pequeña parte de lo vivido: lo de "Series, libros y Rock and Roll" es por algo. A veces la pereza y a veces las dudas han hecho que haya dejado un buen montón de posts en borradores, sobre todo en los últimos meses del año. Ha pasado mucho tiempo desde que publiqué mi última entrada y no ha sido por falta de series por criticar ni de libros por comentar. Incluso me planteé hacer eso que me resulta tan desafiante: reseñar un disco. 

Podría haber escrito un post sobre, por ejemplo, lo nuevo de Stone Sour, que esperaba con tantas ganas y que he escuchado hasta la saciedad. Podría por supuesto haber hablado de algún concierto, o sobre todo de los dos festivales 'de verano' (aunque el primero cayese en primavera): Sonisphere en Madrid y Gods of Metal en Milán. O incluso rendirme y dejarme llevar por la inercia de hacer un 'best of' o un 'ranking' de momentos, de canciones, de... pero no encontré el momento. 

Lo mismo me pasó con el repaso a los libros leídos en 2012, entre los que podría haber destacado dos descubrimientos maravillosos: Te daré la tierra y Mar de fuego, de Chufo Llorens, o mi inmersión en el universo de Terry Pratchett. Algunos de ellos reposan en sus borradores, quizá algún día vean la luz...

Aunque para post al que di varias vueltas y luego no salió, el que tenía en mente hacer sobre el viaje a Las Vegas, Los Ángeles y San Francisco de este mes de agosto (y que obviamente hubiese llevado la etiqueta de "Rock and Roll", faltaría más). Incluso pensé: 'grábate en audio, como un mini podcast'. El problema es que de 'mini' no hubiese tenido nada y además, ¿os imagináis a una loca hablando sola contando lo que ha hecho en sus vacaciones? Sí, ya sé que hay podcasts individuales más que dignos... pero no hubiese sido el caso. 

Y no me olvido de las series de televisión, aunque gracias a los amigos de Ohhh TV!, que tuvieron la amabilidad de invitarme a su especial de Fin de Año, pude quitarme la espinita de hacer un repaso a lo mejor, a lo peor, a las sorpresas y a las decepciones, entre risas y con una compañía inmejorable. Os recomiendo que lo escuchéis, porque es súper divertido y además, seguro que os dará la oportunidad de coger ideas sobre alguna serie que hasta ahora se os había pasado por alto. 

A una semana de haber comenzado este 2013 podría proponerme dedicarme más al blog y tratarlo con más cariño... pero no creo en los propósitos. Eso sí: necesitaba darle un cierre al año, y lo he hecho. Carry on.

Feliz Año Nuevo