“Quentin
Coldwater, un joven brillante pero desdichado, vive obsesionado con las novelas
de fantasía de su infancia, que transcurrían en un país mágico llamado Fillory.
Para su sorpresa, logra ser admitido en una muy secreta y exclusiva universidad
de magia en Nueva York, donde recibirá una rigurosa educación sobre los arcanos
de la moderna hechicería. Tras graduarse, él y sus amigos harán un
descubrimiento asombroso: Fillory es real, aunque no exactamente como
imaginaron en sus sueños de infancia…
Lev
Grossman ha creado un mundo sumamente original en el que el bien y el mal nunca
son absolutos, el sexo y el amor no son simples ni inocentes y la ambición por
el poder tiene un precio terrible.”
Esto es lo que dice la sinopsis en la contraportada del
libro. Si me pidiesen a mí que lo resumiese, diría que Los Magos es como un
batiburrillo de Harry Potter y Narnia protagonizado por jóvenes excéntricos que
f***an y beben mucho. Pero esto sería resumir demasiado…
Lo primero que llama la atención es que en la portada se
nos avisa de que esta es mágica. Con una webcam y conexión a internet, y
siguiendo los pasos que te explican, accedes a un contenido extra. No es la
bomba, pero son detalles que se agradecen. Además, el libro está muy bien de
precio, todo sea dicho de paso.
Extras aparte, en Los Magos, Lev Grossman nos cuenta una historia sobre el poder de la imaginación
como arma contra el pesimismo y la infelicidad, y se sirve precisamente de una
desbordante imaginación para contárnosla. A pesar de las constantes referencias
a otras historias de fantasía como Harry Potter, Narnia, o Alicia en el País de
las Maravillas, el resultado es una obra muy original y nada edulcorada.
Una de las cosas que más me han sorprendido del libro es
precisamente que ese mundo de fantasía al que los protagonistas desean escapar,
ya que la vida real se les hace insoportable, no resulta ser ese bonito paraíso
que han leído en los cuentos. Los problemas de la realidad les persiguen y sus
personalidades trastornadas no cambian aunque ellos cambien el plano de
realidad.
Ni Quentin, el verdadero protagonista, ni el resto de sus
compañeros, son personajes convencionales: son jóvenes egoístas y hedonistas, siempre
borrachos, que también consumen drogas, que practican sexo compulsivamente por
venganza o por puro aburrimiento, y sobre todo, muy infelices. Ni el descubrimiento
de la magia les servirá de motivación para seguir adelante.
La novela abarca un extenso periodo de tiempo en la vida
de Quentin: desde los 17 hasta los 21 años. Está dividida en cuatro partes o
libros, que narran desde su ingreso en la universidad mágica de Brakesbill hasta
su visita a esa otra realidad, experiencia que cambiará su vida y la de sus
amigos. El ritmo no es constante: períodos de tiempo pasan volando y en otros
se entretiene mucho, lo que a veces puede resultar extraño y despistar un poco.
A juzgar por las
críticas tan dispares que he encontrado en internet, que van de considerarlo
excelente a pésimo, no parece ser un libro que haya causado indiferencia. A mí
me ha parecido una buena historia con personajes en absoluto convencionales. Me
ha gustado mucho y me ha sorprendido.
Nota: 4/5
1 comentarios:
A mi me parece que este libro hac ver la magia desde otra perspectiva, quizás la perspectiva correcta. Pone toda la historia demasiado real, al final lo que pasa con Alice no pasaría en una típica historia de fantasía y ficción donde todos viven felices por siempre. Mueren personas que no merecían morir, tal cual como pasaría en la vida real....en la vida real no siempre el "bueno" es el que vive.....
ATT: Gali.
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