jueves, 24 de enero de 2013

Los Magos (Lev Grossman)



“Quentin Coldwater, un joven brillante pero desdichado, vive obsesionado con las novelas de fantasía de su infancia, que transcurrían en un país mágico llamado Fillory. Para su sorpresa, logra ser admitido en una muy secreta y exclusiva universidad de magia en Nueva York, donde recibirá una rigurosa educación sobre los arcanos de la moderna hechicería. Tras graduarse, él y sus amigos harán un descubrimiento asombroso: Fillory es real, aunque no exactamente como imaginaron en sus sueños de infancia…

Lev Grossman ha creado un mundo sumamente original en el que el bien y el mal nunca son absolutos, el sexo y el amor no son simples ni inocentes y la ambición por el poder tiene un precio terrible.”

Esto es lo que dice la sinopsis en la contraportada del libro. Si me pidiesen a mí que lo resumiese, diría que Los Magos es como un batiburrillo de Harry Potter y Narnia protagonizado por jóvenes excéntricos que f***an y beben mucho. Pero esto sería resumir demasiado…

Lo primero que llama la atención es que en la portada se nos avisa de que esta es mágica. Con una webcam y conexión a internet, y siguiendo los pasos que te explican, accedes a un contenido extra. No es la bomba, pero son detalles que se agradecen. Además, el libro está muy bien de precio, todo sea dicho de paso.

Extras aparte, en Los Magos, Lev Grossman nos cuenta  una historia sobre el poder de la imaginación como arma contra el pesimismo y la infelicidad, y se sirve precisamente de una desbordante imaginación para contárnosla. A pesar de las constantes referencias a otras historias de fantasía como Harry Potter, Narnia, o Alicia en el País de las Maravillas, el resultado es una obra muy original y nada edulcorada.

Una de las cosas que más me han sorprendido del libro es precisamente que ese mundo de fantasía al que los protagonistas desean escapar, ya que la vida real se les hace insoportable, no resulta ser ese bonito paraíso que han leído en los cuentos. Los problemas de la realidad les persiguen y sus personalidades trastornadas no cambian aunque ellos cambien el plano de realidad.

Ni Quentin, el verdadero protagonista, ni el resto de sus compañeros, son personajes convencionales: son jóvenes egoístas y hedonistas, siempre borrachos, que también consumen drogas, que practican sexo compulsivamente por venganza o por puro aburrimiento, y sobre todo, muy infelices. Ni el descubrimiento de la magia les servirá de motivación para seguir adelante.

La novela abarca un extenso periodo de tiempo en la vida de Quentin: desde los 17 hasta los 21 años. Está dividida en cuatro partes o libros, que narran desde su ingreso en la universidad mágica de Brakesbill hasta su visita a esa otra realidad, experiencia que cambiará su vida y la de sus amigos. El ritmo no es constante: períodos de tiempo pasan volando y en otros se entretiene mucho, lo que a veces puede resultar extraño y despistar un poco.

 A juzgar por las críticas tan dispares que he encontrado en internet, que van de considerarlo excelente a pésimo, no parece ser un libro que haya causado indiferencia. A mí me ha parecido una buena historia con personajes en absoluto convencionales. Me ha gustado mucho y me ha sorprendido.

Nota: 4/5

1 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me parece que este libro hac ver la magia desde otra perspectiva, quizás la perspectiva correcta. Pone toda la historia demasiado real, al final lo que pasa con Alice no pasaría en una típica historia de fantasía y ficción donde todos viven felices por siempre. Mueren personas que no merecían morir, tal cual como pasaría en la vida real....en la vida real no siempre el "bueno" es el que vive.....
ATT: Gali.