martes, 30 de octubre de 2012

El segundo reino (Rebecca Gablé)


Inglaterra, año 1064. Caedmon es el joven hijo, de aproximadamente 14 años, de un terrateniente inglés y de una dama normanda. Un fatídico día, durante una de las múltiples incursiones de piratas daneses a las costas inglesas, recibe una herida que le deja cojo. Debido a esta lesión, su futuro es incierto, pero su padre pronto encuentra una salida para él: enviarlo como traductor de Harold Godwinson, un noble inglés que viaja para reunirse con el rey Guillermo de Normandía en nombre del monarca inglés, Eduardo el Confesor.

Caedmon se establece en la corte normanda, donde se forma en la lucha y asimila la cultura y las costumbres, aunque sin dejar de sentirse inglés; allí encuentra grandes amigos, enemigos potenciales, y el amor. Pero sobre todo, entra a formar parte de la vida de Guillermo, el monarca al que primero se le conoció como El Bastardo (si se atrevían a decirlo en su presencia) y después como El Conquistador.

Cuando el rey Eduardo muere sin descendencia y Harold Godwinson, apoyado por muchos nobles ingleses, usurpa el trono prometido a Guillermo, Caedmon se ve atrapado en el bando normando, dispuesto a invadir Inglaterra. Tras la conocida batalla de Hastings, en la que Harold muere, Guillermo se hace con la corona inglesa, llevándose consigo a un gran número de normandos de confianza que intentarán imponer allí su lengua y su cultura.

El joven Caedmon, debido a su origen medio inglés y medio normando, se convierte en mediador entre invasores e invadidos, y llega a ser una de las personas más cercanas al rey, con el que mantiene una curiosa relación de amor-odio. A medida que la historia avanza, personajes ficticios y figuras históricas van entrando en contacto con el protagonista, que vive una vida de lo más emocionante, no solo en lo que afecta a la política, sino también a las relaciones personales, con gran peso en la historia. Al final de la lectura, da la sensación de que conocemos perfectamente a Caedmon y a su familia, a los que hemos visto luchar, sufrir, amar, disfrutar… y en definitiva, convertirse en adultos.

El segundo reino es una novela histórica que nos habla de la conquista de Inglaterra por parte de Guillermo de Normandía desde el punto de vista y las vivencias de un personaje ficticio: Caedmon de Helmsby. Cronológicamente, la narración abarca desde los años previos a la conquista, hasta la muerte del monarca, es decir, más de 20 años de apasionante historia.

Un gran descubrimiento. Recomendable para los amantes del género, sobre todo si sentís debilidad por la historia de Inglaterra, como yo. También recomendable para los que disfrutáis con una buena novela de aventuras y experiencias, en este caso las de un chaval que se convierte en hombre en un ambiente hostil y en una época convulsa.

Y si os gusta y queréis más, Rebecca Gablé también ha escrito La isla de los malditos que, aunque no es la segunda parte propiamente dicha, sí que podría considerarse una continuación, tanto en hechos históricos como en personajes que aparecen en ella y descienden de los que encontramos en El segundo reino.

viernes, 19 de octubre de 2012

Las horas oscuras (Juan Francisco Ferrándiz)

Esta es una novela histórica que esconde mucho más de lo que a primera vista puede parecer. Además de retratar muy bien la Irlanda del siglo X, en los últimos años previos a la llegada del primer milenio, con la amenaza del Apocalipsis planeando sobre toda la Cristiandad, Las horas oscuras es también una historia épica, con algo de romanticismo y unas gotas de fantasía.

Brian de Liébana es un joven monje hispano que pertenece a una orden secreta que se encarga de poner a salvo el saber documentado, atesorado a lo largo de los siglos. Con el fin de conservar todas estas obras en una biblioteca segura, se traslada al monasterio de San Columbano en Irlanda, para reconstruirlo tras su destrucción a manos de un ataque vikingo, que acabó también con la vida del anterior abad, Patrick O'Brien.

Cuando llega a destino, Brian no tarda en crearse enemistades entre los lugareños, especialmente con el propio rey de la zona, al interceder por una joven maltratada y considerada prostituta por todos, de nombre Dana. Al ponerla bajo su protección, tiene que aprender a vivir con la amenaza de las represalias del monarca y sus hombres, y además, enfrentarse a los sentimientos que le despierta la joven y que por su condición religiosa, ha de controlar.

Pronto llegan a San Columbano los hermanos de Brian para colaborar en la reconstrucción y mantenimiento del lugar. Los misterios y los secretos que hallan bajo esas piedras, unidos a una serie de crímenes sin explicación, contribuyen a crear un ambiente de tensión entre los monjes y el pueblo ignorante, que vive asustado por la llegada inminente del nuevo milenio.

Con la llegada de los hermanos de Brian, los personajes aumentan en número, y con la presencia de los druidas del bosque, aparecen también las leyendas, la magia y la fantasía. Hay un par de personajes con poderes psíquicos que aportan el carácter sobrenatural a la novela: una es Brigh, la joven protegida de Dana y el otro es el villano más importante de la historia: Vlad Radú. De él sabemos que pertenece a otra orden secreta demoníaca que va tras uno de los libros que guardan Brian y sus hermanos, que tiene algún poder hipnótico y que infunde terror con su mera presencia.

En algún momento me ha recordado a El nombre de la Rosa de Umberto Eco, supongo que es inevitable, y no necesariamente ha de ser negativo si el resultado final es bueno. Y Las horas oscuras me ha parecido un buen libro: entretenido, bien narrado, con suspense, emoción, crímenes, luchas cuerpo a cuerpo, un poquito de romance y un poquito de fantasía.

¿Es recomendable tocar tantos palos diferentes en una misma novela? Si el resultado es bueno, por qué no. Y en Las horas oscuras el resultado es bastante bueno, a pesar de dos factores: el primero, que para mi gusto hay demasiados personajes muy parecidos entre sí, que protagonizan situaciones que se antojan repetitivas, y el segundo, que cuando nos estamos acercando a la recta final, se produce una bajada de ritmo muy inoportuna. La historia pierde brío y, en lugar de 'calentarte' para la llegada de la resolución del misterio y la conclusión de la historia, sucede todo lo contrario y se vuelve un tanto tediosa justo cuando más expectación y emoción tendría que provocar.

Afortunadamente, la historia tiene un buen desenlace y la sensación que te queda al final es buena. Si os gusta la novela histórica y de aventuras, os lo recomiendo.