miércoles, 29 de junio de 2011

Estas series son para el verano



Así como también hay discos que apetecen más en verano que en invierno (mi amigo Andrés nos lo explica en este post divinamente), con las series no iba a ser menos. Con más razón, incluso, ya que las cadenas las programan en uno u otro momento, colgándoles así la etiqueta de "serie veraniega" antes de que llegue a nuestro gestor de descargas favorito. Pero, yo os pregunto: ¿tienen las cadenas la última palabra en esto?

Por supuesto que no. Y el caso más claro es Hawaii 5.0. Una serie que se ha emitido en temporada regular, de otoño a primavera, con 20 y tantos episodios, poniéndonos los dientes largos con playas, zonas soleadas y trajes de baño de todos los tamaños, formas y colores. Pero una servidora lo sintió nada más ver el piloto: ¡esta serie es de verano!

Y para el verano la guardé. No es tampoco una gran serie en términos de trama, ni de interpretaciones... ni de nada. Pero sí que es una serie de acción muy entretenida con un Alex O'Loughlin bastante "bien", ideal para ver, sin más pretensiones, cuando tú ya has estado en la playa, y te tumbas en el sofá con el aire acondicionado puesto, en lugar de cuando estás tapada con una manta y con el té caliente entre las manos. Diría que "pega más".

Otra serie típica veraniega que no me planteo ver en invierno es Entourage. Aquí la HBO ya la emite cuando "toca", lo mismo que True Blood. Pero, así como True Blood podría perfectamente acumularla y verla en maratón en invierno (pobrecita mi salud mental), no me ocurre lo mismo con Entourage. Sus primeras temporadas las vi sin descanso, y lo hice en verano, concretamente en casa de mi padre, fresca tras los chapuzones en su piscina y relajada tras los baños de sol.

Así como el preludio del fin del invierno lo marcan Nurse Jackie y U.S. of Tara (en este caso, lo marcaban, ya que Tara ha sido cancelada), el verano es sinónimo también de Weeds. Nancy Botwin y sus chicos es esa serie adictiva, que pasa en un suspiro y de la que siempre digo lo mismo: voy a acumular cuantos más episodios pueda para ver del tirón. Pero al final, acabo viéndolos de dos en dos. Algo es algo.

Estas son, para mi, las fijas. Pero este año tengo además a medias Parks & Recreation y estoy poniéndome al día con 24. E intento por todos los medios no echarle nada más al plato, porque como fan y defensora a ultranza de la estación estival, me gusta disfrutarla a tope; pero es difícil... tengo el disco duro lleno de "Pailarecomendaciones". Sí, amigos, tengo una categoría especial para las recomendaciones de Pilar, aunque tengo que reconocer que seguirle el ritmo a cualquiera de mis amigas de The TV Slayers es misión casi imposible.

Y luego están las novedades veraniegas. Recuerdo que el año pasado disfruté mucho con Los Pilares de la Tierra y que me gustó bastante Rizzoli & Isles, sin ser tampoco nada del otro jueves. Este año no sé si continuaré con esta última, y la oferta de novedades en general no me llama mucho la atención, a excepción de Falling Skies, de la que sus dos primeros episodios me gustaron mucho. También me han recomendado Suits, pero no sé al final qué haré... ha vuelto Luther y ha vuelto también White Collar, a la que le encontré un ratito de domingo por la tarde para ver los tres primeros episodios de la actual temporada y he de decir que promete.

Veo promos de esperpentos como Wilfred y me entran unas ganas locas de abrir la puerta y lanzarme a la calle, a la primera terraza que vea y ahogar en cerveza el espanto que acabo de contemplar. Pienso que si te pierdes algún estreno veraniego, el sentimiento de perderse algo "importante" es mucho menor que si por ejemplo, en invierno no estás viendo The Good Wife. Así que ese gran mal de los aficionados a las series de televisión que es la falta de tiempo, es menos malo, ya sea porque las parrillas están en apariencia más despejadas, o porque le das menos importancia, ya que prefieres hacer otras cosas.

El verano: sol, calor, buen tiempo, playa, piscina, vacaciones, conciertos al aire libre, festivales, quejicas que no dejan de informarnos de que tienen calor (vaaaale, que te entendí a la primera)... Esa época que con tantas ganas espero, que tantas alegrías me da y qué tan poco nos dura... ¡Ah, el verano! ¡¿Por qué eres tan breve?!

Fin de las divagaciones en un maravilloso día caluroso y soleado.

martes, 28 de junio de 2011

Avenged Sevenfold en Madrid

La decisión final de ir a Madrid el 24 de junio a ver el show de Avenged Sevenfold fue fruto de un cúmulo de circunstancias. La verdad es que fue curioso y un poco rocambolesco, cómo al final, nos dio por ahí.

Hacer planes sirve de poco, sobre todo esos planes que se hacen con meses de antelación y sin comprometerse a nada. Azkena, Graspop, Sonisphere... el concierto de Disturbed con Sevendust. Disturbed no, Sevendust sí. Sevendust con Avenged. Sevendust no... En fin, que aburrirnos, no nos hemos aburrido.

Al final, se decide que será Sonisphere en julio y escapada a Madrid en junio con un grupo de amigos para ver a Avenged Sevenfold (y Sevendust, aunque cancelaron cuando faltaba poco para el show). Dani, Valentina, Noa, Eva y Jose, más una servidora y consorte. Los siete magníficos. De esos siete, dos se cayeron del cartel, y Noa y Eva se quedaron en tierra.

Como siempre que te desplazas para ver a un grupo, no todo se reduce al concierto, sobre todo si lo haces con amigos. Pero para saber qué tal estuvo el show, os recomiendo que leáis la crónica que humildemente y a cuatro manos, hemos escrito Dani (Freakscity) y yo para compartir la experiencia.

Si tuviese que comparar este con aquel del pasado mes de octubre en Barcelona, diría que gana el concierto de Madrid. En Barcelona estuvimos en pista, más cerca del escenario, la acústica del local era mucho mejor, y era la primera vez. En esta ocasión, el espectáculo de luces, pirotecnia y escenario fue más completo y un espectáculo añadido, la banda estuvo más comunicativa con el público y la duración del show más larga que la vez anterior, con lo que el setlist fue más satisfactorio.

[Aquí tenéis la crónica del concierto a cuatro manos.]




Viernes, 24 de junio. El paso de los californianos Avenged Sevenfold por tierras madrileñas tuvo mucho de destacable, y para algunos, también de memorable. La primera cuestión a destacar es la devoción de sus fans, que no dudaron en acampar un par de noches antes del concierto a las puertas de Vistalegre, para poder disfrutar de su banda favorita desde la primera fila.

La cola para acceder al lugar era ridículamente larga y retorcida, las entradas de pista estaban agotadas (que conste, eso sí, que ya fuera por las medidas de seguridad o porque la gente no tenía problema con estar apretada, desde la grada no parecía que el suelo estuviera a su máxima capacidad) y la grada prácticamente estaba completa: un gran ambiente para recibir a un grupo que sin duda demostró que puede tener un estupendo directo.

El público que esperaba paciente, o impaciente, a las puertas del recinto era fundamentalmente joven. Sangre nueva, la promesa de que un tanto por ciento de esos chavales darán longevidad al Metal. Porque, aunque muchos lo pongan en duda, Avenged Sevenfold son una banda de Metal… y si no, que se lo pregunten a M. Shadows, el vocalista, cuya camiseta de Pantera fue toda una declaración de principios. Cuánta admiración hacia Phil Anselmo se adivina por sus gestos… Y esto no es una crítica, sino todo lo contrario. Todos tenemos nuestros ídolos.

Echamos de menos a Sevendust, quienes cancelaron esta parte de su gira europea de manera repentina, y aproximadamente a las diez y cuarto, Avenged Sevenfold aparecían en escena. El sonido empezó no del todo bien calibrado, con la voz de Shadows algo por debajo de lo que debía pero, teniendo en cuenta que un recinto como Vistalegre es bueno para todo y para nada (plaza de toros, estadio de baloncesto y sala de conciertos son cosas muy diferentes y la acústica, en gran parte debido a la arquitectura y materiales del techo, no es la mejor posible, por decirlo de algún modo), al final todo terminó encajando para que el sonido fuera más que aceptable y consiguiera pasar desapercibido ante un grupo que lo dio todo durante más de hora y media, interactuó con el público y nos dejo una colección de canciones excelente.

Arrancaron con Nightmare, por supuesto, y le siguieron Critical Acclaim, Welcome to the Family, Almost Easy, y después empezaron un paseo por el más allá con Buried Alive, So Far Away, Afterlife, God Hates Us y A Little Piece of Heaven, tema clásico del grupo que no todos los públicos tienen el gusto de disfrutar, a pesar de lo participativo de la canción. Después tuvimos la gran Bat Country, que siempre anima al público, antes de los bises. Para el primero tocaron Unholy Confessions (momento de mayor abuso del tema del circle pit, al que la muchachada se dedicó con ganas) y en el segundo Save Me.

Quizá aquí esté otra de nuestras principales quejas, ya que Save Me es un gran tema, realmente bueno, pero no es uno con el que terminar un concierto: es largo, con muchos cambios de ritmo y no mucha capacidad de levantar el ánimo del personal. Puede que lo más inteligente hubiera sido cambiar los bises de orden y terminar con el ánimo del respetable en todo lo alto.

A pesar de esto, el público no dejó de corear ni una sola canción, conocían las letras de la primera a la última. Y es que, si antes hablábamos de lo que fue destacable y de lo que fue memorable, la interactuación del público con la banda y viceversa, fue memorable. Avenged Sevenfold no se caracterizan por ser demasiado cálidos con la audiencia en sus directos, a excepción de Shadows que lleva habitualmente sobre sus hombros el peso de la performance, pero en esta ocasión, algo cambió. El resto de miembros (Synyster Gates, Johnny Christ, Zacky Vengeance y el recién llegado Arin Ilejay a las baquetas) tampoco se quedaron impasibles y montones de púas de guitarra llovieron para deleite de las primeras filas. 
Indudablemente, quedarse frío ante un público como el que tuvieron en Madrid es imposible.

Fue gran concierto de los chicos de Orange County, con muy buenos momentos. Para los que los vimos en octubre en Barcelona, y dispuestos a comparar, gana la cita madrileña. Nos dejaron un buen sabor de boca y se nos hizo corto, lo cual siempre es una buena señal, sobre todo cuando el concierto sobre pasa la hora y media de duración. No os los perdáis si tenéis la oportunidad. Gran setlist, mucha actitud, y una muy variada audiencia entusiasta. Una gran fiesta.

Por: Dani y Vanessa.
Foto: Fuente.

[Y aquí un vídeo del show (no es nuestro).]

miércoles, 22 de junio de 2011

Juego de Tronos... la serie.


Parece mentira lo rápido que han pasado estas diez semanas... Tanta anticipación tuvo su recompensa, pero la relación con la serie de televisión ha sido fugaz, sobre todo en comparación con lo que representó leer la novela: toda una experiencia. Tengo mucho que agradecer a esta serie de HBO, ya que gracias al anuncio de su producción, entré en el universo de Canción de Hielo y Fuego y me uní a la causa con devoción e incluso con fanatismo. Espero con impaciencia Danza de Dragones y me identifico y solidarizo con los que temen que el autor no pueda acabar su obra.

La locura de Aerys Targaryen me acecha...

A PARTIR DE AQUÍ, ESTE POST CONTIENE SPOILERS... ASÍ QUE SI NO HAS VISTO JUEGO DE TRONOS... ¡¿A QUÉ ESTÁS ESPERANDO?!



Como aquí cualquier cosa puede ser considerada spoiler por los más radicales, he preferido poner el aviso antes de empezar a comentar el detalle más ínfimo, ¡que la gente es muy sensible con este tema!

¿Queréis saber lo que es un spoiler de verdad? Cuando empecé a leer Juego de Tronos, no había llegado ni a la mitad del primer libro, un amigo me destripó sin miramiento alguno la muerte de Ned Stark. Esto es un spoiler, y no decir que el Lord Comandante Mormont le regala su espada a Jon Nieve. La diferencia es evidente y nunca nunca nunca se lo perdonaré. Jamás.

Dicho esto, ¿me ha gustado la serie? Muchísimo. Me ha maravillado. Tenía además gran curiosidad por saber cómo iban a recrear según qué emplazamientos, criaturas y por saber también qué apariencia le iban a dar a según qué personajes. En cuanto a este último punto, sólo dos discrepancias: Jon Nieve y Theon Greyjoy. En mi cabeza tenían otra pinta, pero claro está que esto nos pasará a todos con más de un personaje y más de dos.

Contenta con la elección del resto, en general y a grandes rasgos. Pero no tan contenta con una de las cosas que se nos han dejado ver y que corresponden quizá a etapas más avanzadas de la historia. ¿Es eso un gesto de arrepentimiento en el rostro de Jaime Lannister? ¿Es eso la sombra de la duda en la expresión desafiante del gemelo de Cersei? Lo dudo mucho, pero así es. En la serie parece ser que le han echado la gota de suavizante antes de tiempo. Lo entiendo, pero no me gusta demasiado.


Por el contrario, hay otras licencias, como la confesión sobre el origen del Maestre Aemon, o la escenita entre Renly Baratheon y Ser Loras Tyrell, que encontré muy esclarecedoras y me gustó que "allanasen el camino" en este sentido, en lugar de esperar más y dar paso a insinuaciones y hechos velados, algo que en la novela puede resultar mucho más fácil de realizar que en la serie de televisión.

Y mi último "pero" va para algo relacionado con la iluminación de los decorados. Y eso que a mi no me gusta comentar este tipo de cosas porque soy consciente de que me faltan vocabulario y conocimientos, los que leéis este blog sabéis que huyo de este tipo de comentarios... Pero en esta ocasión, hablaré de lo que ven mis ojos: un cambio demasiado sutil de luz, de claridad, entre lo que vemos en Winterfell, por ejemplo, y las escenas que nos muestran Desembarco del Rey. Y en ningún momento me llegó la sensación de un sol abrasador en las escenas que nos muestran la travesía de los Dothraki, algo que en mi cabeza, tenía que ser muy exagerado y no lo fue.

Por lo demás, la serie me ha parecido simplemente maravillosa. La implicación en el proyecto del escritor es garantía de éxito y de que nada importante se les ha quedado en el tintero. La serie me ha emocionado desde el minuto uno, desde que reconoces a esos niños jugando en el patio de Invernalia, hasta ese glorioso momento del último episodio en el que vemos a los pequeños hijos dragón de Daenerys Targaryen, uno de los personajes más fascinantes de la saga, por su componente mágico y legendario.


Siguiendo con los personajes por los que siento preferencia en la novela, destacar a Sean Bean, impecable en su papel de Lord Eddard Stark y también, el gran acierto que me pareció encontrar a Aidan Gillen (Carcetti de The Wire) en el papel de un personaje tan fascinante como es "Meñique", Petyr Baelish, el cual, habiendo terminado Festín de Cuervos, aún no sé por dónde me va a salir y eso me encanta.

Pero, y aunque sé que los más populares son Tyrion y Nieve, mis personajes favoritos de la saga son Arya Stark y Jamie Lannister. La primera, encarnada muy bien por la pequeña Maisie Williams, de ojos enormes, cara de pilla, cuerpecillo de lagartija... parece hecha a medida para el papel; y el segundo, un perfecto Nikolaj Coster-Waldau que ha trabajado mucho en su acento desde aquella fantástica New Amsterdam, tan injustamente cancelada. Los villanos siempre logran cautivarme y, aunque a villana nadie le gana a Cersei, yo me quedo con el niño mayor de Tywin Lannister como predilecto.

Podría estar enumerando cosas que me han gustado, detalles que me han impresionado, escenas que me han emocionado y frases que he coreado a voz en grito con los personajes de la serie. Pero no acabaría nunca. Así que cierro alegrándome porque se haya llevado a cabo el proyecto, porque se haya hecho de una manera que no sólo no me ha defraudado sino que además, ha superado mis expectativas, y porque sé que la segunda temporada está confirmada.


Mientras, volveré a devorar estos diez episodios, esta vez del tirón y en versión doblada al castellano (y si TV3 me la pone en Català, también caerá), y pensando que, mientras Danza de Dragones llega y no llega, quizá podría dar un repasito a Juego de Tronos.

Choque de Reyes en formato serie estará aquí antes de que nos demos cuenta, porque aunque en Poniente las estaciones duran décadas, por estas tierras no pasa lo mismo... el tiempo vuela y, aunque acabemos de inaugurar el verano, no debemos olvidar que se acerca el invierno.

martes, 21 de junio de 2011

El documental de Foo Fighters: Back and Forth


Hace unos añitos vi en directo a Foo Fighters en el Razzmatazz 1 y, no recuerdo muy bien por qué, no me causaron buena impresión. Con esta premisa, ya se entiende que muy fan de la banda no soy. Pero a pesar de no serlo, he escuchado sus discos y conozco muchos de sus temas, ya que han sonado y suenan en mi casa con frecuencia.

A pesar de no ser "fan", vi el documental Foo Fighters: Back and Forth el pasado viernes por la tarde y me gustó. Me gustó mucho, de hecho. Tanto, que decidí dedicarle un post.

[Aquí lo puedes leer.]





Me atrevería a decir que Foo Fighters: Back and Forth es un documental imprescindible, y no sólo para los fans de la banda, sino también para todo aquel que sienta interés por músicos con talento, profesionales e hiperactivos. Ergo: Dave Grohl.

Desde la fundación del grupo en algún momento de 1995, hasta la grabación de su último trabajo Wasting Light, este DVD repasa en una hora y cuarenta minutos la historia de la banda del ex-batería de Nirvana. De hecho, el punto de partida de la película se remonta a antes incluso de que Grohl entrase a formar parte de aquel trío de Seattle que acabaría haciendo historia y marcando a toda una generación.

El documental, que se estrenó el pasado 15 de marzo en el marco del Festival South By Southwest en Texas, nos muestra los momentos más importantes de la historia de Foo Fighters, desde sus primeros días hasta las últimas sesiones en el estudio en casa de Grohl, pasando por uno de los momentos álgidos de su carrera: las dos noches seguidas, en junio de 2008, que tocaron en el estadio de Wembley, lleno hasta la bandera.

Sirviéndose de entrevistas a sus miembros y ex-miembros, nos cuentan también los malos rollos que han rodeado al grupo: cambios en su formación, problemas con las drogas, discusiones… Pero también encontramos momentos cómicos y por qué no decirlo, tiernos y domésticos, que incluyen por ejemplo a una de las hijas de Grohl interrumpiendo el trabajo de grabación de la banda porque quiere que su padre vaya a nadar con ella.

En definitiva, un documental que entusiasmará a los fans de Foo Fighters y que entretendrá y saciará la curiosidad de cualquiera que no lo sea, con su ritmo ágil, fragmentos de actuaciones y vídeo clips, y sus múltiples anécdotas y curiosidades relacionadas con la historia de una banda de Rock con una trayectoria más que respetable.

Para ir terminando con la recomendación, destaco una frase del batería, Taylor Hawkins: “Yo no soy una estrella del Rock, soy un músico”. Y esto es exactamente lo que te espera en este DVD: historias sobre músicos y sobre música.

Aquí os dejo el tráiler. ¡No os perdáis el documental, lo disfrutaréis!

viernes, 17 de junio de 2011

Buckcherry en Barcelona. Rock n’ Roll Attitude!

Esperaba como agua de mayo este concierto. Lo esperaba con muchas ganas desde que se anunció, e incluso antes del anuncio, ya que Buckcherry es una de mis bandas favoritas, a la que sigo desde su primer Lp, aquél disco homónimo de la chica tatuada en portada. Tras haberlos visto en el marco del festival Kobetasonik en 2009, a media tarde, y habiendo flipado de lo lindo a pesar de lo breve de la actuación y de la luz del día, un show como el de anoche en Sala Bikini prometía. La expectación por mi parte era máxima, la emoción incontrolable... Y me vi recompensada con creces, como fan y como público habitual de conciertos de Rock.

[Aquí te lo cuento todo.]

Jueves, 16 de junio. Sala Bikini, Barcelona. Empieza la gira española de Buckcherry. Una gira fugaz de tres noches seguidas, que incluye también Madrid y Pamplona. Llegaban a Barcelona tras 30 horas de viaje en autobús desde el Reino Unido, tal y como el guitarrista Stevie Decanay nos había contado vía Twitter.

Pero al contrario de lo que esto nos pueda llevar a pensar, el cansancio parecía no haber hecho mella en ninguno de los miembros de esta banda de hard rock angelina que ofrecieron un show cargado de energía, buen rollo y sobre todo, mucha actitud.

Arrancaron con Dead, de su último disco: All Night Long. Pero a pesar de ser éste el trabajo que presentan en esta gira, no le dan absoluta prioridad, y dan un buen repaso a los temas más cañeros y emblemáticos de su ya más que respetable discografía, que incluye cinco álbumes.

Canciones como Rescue Me, It’s a Party, Oh my Lord, Recovery, Everything, Next to You… hicieron que la Sala Bikini se moviese y enloqueciese, sin dejar de bailar, saltar y acompañar al hiperactivo frontman de la banda, Josh Todd, coreando todos los temas.

Todd está hecho un auténtico figurín y es puro nervio. Luce con orgullo sus coloridos tatuajes y nos cautiva con sus bailes sexys, ofreciendo un espectáculo que a nadie deja indiferente. Sólo se permitió un pequeño descanso en su danza frenética para interpretar la balada Sorry, y ni entonces cesó su contoneo de caderas.
Los momentos álgidos de la noche fueron cómo no, el himno Lit Up, con toda la sala saltando al ritmo de su conocidísimo “I love the cocaine” y Crazy Bitch, precedida de un pequeño discurso del vocalista sobre qué es lo que hace girar el mundo: “¿El dinero? No, no es el dinero, es el sexo (fucking, dijo él). No lo olvides, jovenzuelo”.

La interactuación con el público fue constante, tanto por parte de Josh Todd como del resto de la banda, con los guitarristas y el bajista lanzando púas, el batería Xavier Muriel diciendo algunas cosas en castellano… y con Stevie Decanay haciendo algo de stage diving para el delirio de los fans en las primeras filas.

Una noche divertida y maravillosa de Rock and Roll, que tuvo como colofón los temas Borderline y Crushed, de su primer disco, que Buckcherry reservaron para los bises.

Y a título personal de la que suscribe, un show espectacular que cubrió mis más altas expectativas tanto a nivel musical como visual. Además, el buen sonido de la Sala Bikini es un añadido a tener en cuenta. Toda una experiencia.

miércoles, 15 de junio de 2011

¡¡Por la gloria de Jack Bauer!!

Se sienten, coño

ENTRADA LIBRE DE SPOILERS

Ya tengo serie para este verano. Vale, aún tengo que terminar House y Parks & Recreation, y Hawaii 5.0... (esta lo mismo la dejo, que es muy cansina)... y hacerle caso a tantas otras pendientes que tengo descargadas y listas para ver. Pero como voy de guays y a veces creo que me sobra el tiempo libre para ver series, le he dado prioridad a 24 para verla en forma de maratón. A veces hasta me conformo con tenerla de fondo, porque hace mucha compañía.

Sí, fanes de Bauer, 24 es una serie que sirve perfectamente para ver "de fondo" también. Ahora que estoy en modo "todas las temporadas deberían de ser de 13 episodios", noto que me sobran muchas cosas. Pero es que si 24 tuviese 13 episodios, no sería 24. Divagaciones absurdas aparte, decir que la 4a temporada, que es donde dejé la serie hace ya un tiempo, me ha parecido bastante mediocre. Ay, y sale mucho Kim Raver... ¡puaj!

Empezó bien, pero pronto comenzó a cansinear y personalmente a aburrirme... pero por el contrario, a mi compañero no, así que seguimos adelante. Quiero destacar que en lugar de 24 eso parecía Los Hombres de Paco, ¡¡que les sale todo mal!! ¡¡Que no levantan cabeza!! ¡¡Qué manera de sufrir, no salen de una que se meten en otra!! Pero bueno, al final todo se soluciona... ¡o no! Porque el paso de la cuarta a la quinta ha sido heavy metal y creo que la quinta no será tan mediocre, por lo menos, por los pocos episodios que llevo vistos.

No logro recordar por qué aparqué la serie tras la tercera temporada. Tiene explosiones, un prota "guay", muertes de secundarios, conspiraciones, terrorismo internacional, politiqueo, ordenadores y programas informáticos súper chachis y muchas idas de la olla. También es de esas series que a una la ponen agresiva: recuerdo con especial cariño a Richard, el hijo del de Defensa de la cuarta temporada, ese niño de papá... acabé ofreciéndome para torturarlo yo misma. ¡¡Por favor, dejad que lo interrogue, dejádmelo a mi!!

Porque no nos engañemos: Jack Bauer en otro ámbito sería ese yanki-facha contra el que despotricaríamos... pero como es Jack Bauer, estamos de su parte: ¡¡pégale un tiro!! ¡¡Tírales una granada!! ¡¡Sácales la verdad a golpes!! Y la serie también da mucho juego para las personas que nos reímos de todo y con todo, ya que da pie a hacer imitaciones, y copia de diálogos y discursos grandilocuentes. Quien no se lo pasa bien con 24 es porque no quiere.

Aunque algunos episodios los veo de fondo o soslayadamente (¿algún fan de Lina Morgan en la sala?), unos "previously" súper completos te ponen rápidamente al día, para que no te estreses demasiado. ¡Si es que lo tiene todo! Por eso, la he recuperado, y este verano voy a finiquitarla.

Lo juro por la gloria de Jack Bauer.

viernes, 3 de junio de 2011

Breakout Kings: Ni más ni menos

Noooo... no me voy a arrancar con la canción de Los Chichos. Que podría, y lo haría muy bien, sí, pero no es el momento. Ahora es el momento de hablar de esta serie de la A&E llamada Breakout Kings que a muchos os habrá pasado desapercibida.

RELAX! ESTE POST ESTÁ LIBRE DE SPOILERS


Breakout Kings es una de esas series, "entretenidillas". Entretenidilla es ni sí ni no, ni mucho ni poco, ni buena ni mala, ni fu ni fa. Pero que se deja ver, que si no la tienes no la echas de menos, pero que si la tienes, no te importa dedicarle los 40 y tantos minutos que dura el episodio.

La historia no es nada del otro jueves, pero a mi me moló la idea en un principio y no me decepcionó después: un equipo formado por dos U.S. Marshalls, una asistente y tres convictos que se ocupan de dar caza a presos fugados.

El jefe es Charlie DuChamp, un ex-marine, un hombre de acción que por prescripción médica ha de restarle acción a su vida... muy a su pesar. Su compañero es Ray, un poli que manchó su reputación por una tontería con la que tendrá que cargar siempre; al actor, Domenick Lombardozzi, lo recordaréis los que hayáis visto The Wire.

Julianne, o Jules, es la asistente que se queda en la oficina dándole a la tecla, al Google y al GPS. Tuvo que dejar su carrera en las fuerzas especiales por sus crisis de ansiedad y su agorafobia. La relación que mantiene con Ray y con los convictos tiene mucha miga y sus aportaciones son siempre útiles e interesantes, tanto a los casos de cada episodio como a la serie en general.

Para completar el equipo, tenemos a los presos, que ayudan a Charlie y a Ray porque tienen alguna cualidad que les hace útiles, como era de esperar.

Erica, una chica misteriosa que cometió uno de esos crímenes que para el espectador bien hecho está, pero que claro, va contra la ley: cargarse a los asesinos de su padre. Buena rastreadora, fría y calculadora, tiene como objetivo reducir condena para reencontrarse con su hija.

Shea era un pandillero y traficante, un auténtico hombre de negocios muy bien conectado que sabe a la perfección cómo piensan y actúan los de su calaña. Quizá, el convicto menos interesante del equipo.

Y por último, la mente prodigiosa y trastornada: Lloyd. Es un psiquiatra célebre que se encuentra cumpliendo una condena de 25 años, por algo que se nos va dejando saber a medida que avanza la temporada. Su principal objetivo es no volver a la cárcel de máxima seguridad donde estaba encerrado.

La idea del "consultant" que ayuda a las fuerzas del orden está súper trilladísima, pero en esta ocasión los personajes interactúan muy bien entre ellos, los casos episódicos son bastante buenos, y el desfile de estrellas invitadas es destacable.

Actores como Richard Burgi, más conocido por ser Carl, el ex marido de Susan en Mujeres Desesperadas; Derek Phillips, el mayor de los hermanos Riggins de Friday Night Lights, o Lauren Velez, Maria LaGuerta en Dexter, quien hace el papelón de Carmen Vega en la season finale, son algunos de los presos fugados a los que los "Breakout Kings" han de dar caza.

Pero si hay un preso que merezca punto y aparte especial, este es Robert Knepper: el odiado y temido Theodore Bagwell "T-Bag" de Prison Break, que para la ocasión vuelve a interpretar este mismo papel y se escapa de Fox River, y oímos hablar de los Cinco de Fox River, y toda la historia... aunque en una serie diferente. No sé si esto tiene precedentes, pero a mi me pareció una idea fenomenal. Y además, en una de las escenas en las que T-Bag deja salir toda su mala leche, suena el tema Mission Statement de Stone Sour. Así que... genial.

Ah sí, y también hace de uno de los presos fugados Mark Pellegrino (Jacob en Lost, Lucifer en Supernatural, y mil más), pero como este señor sale en todas las benditas series de la parrilla en un momento u otro, ya no es noticia.

Para concluir: una serie ligerita, de 13 episodios, con mucha acción, con tiros, persecuciones, estudios de la mente de los criminales, unos personajes principales bastante interesantes y unos invitados de altos vuelos. No sentará cátedra y no sé ni si tendrá segunda temporada, pero yo la recomiendo sin dudarlo.

[Aquí tienes la canción "Mission Statement" de Stone Sour.]

miércoles, 1 de junio de 2011

The Mentalist: Fidelidad y Mediocridad



The Mentalist puede que para algunos sea la típica "serie de zapping", que es una nueva categoría que ha bautizado mi jefe para referirse a los procedimentales con menos miga, y que a mi me ha parecido muy adecuada. Para mi, The Mentalist es esa serie que veo semana a semana religiosamente. Esa serie, bastante mediocre, no nos flipemos ahora, que se sustenta gracias a un protagonista que hace gala de unas habilidades poco comunes en un entorno policial.

Y para de contar. Porque la trama de Red John en esta tercera temporada ha brillado por su ausencia, como siempre, para aparecer y llevárselo todo por delante en el último episodio. Su sombra ha planeado por encima del resto de los capítulos, pero de la manera en que la serie nos tiene acostumbrados: sin restarle protagonismo a los casos autoconclusivos, a las relaciones entre los personajes secundarios y a los "paseillos" de Jane.

Lo reconozco: yo veo la serie porque el personaje de Patrick Jane me tiene el corazón ganado. Sus artimañas, su descaro, su socarronería... Quizá en esta tercera temporada le hemos visto un poco más vulnerable, algo que no me ha terminado de gustar, pero a lo que pronto me acostumbré porque, como digo, seguir semana a semana con The Mentalist es algo religioso, un acto de fe.

CUIDADO: EL GRAN SPOILER DE FINAL DE TEMPORADA VIENE AHORA

Este acto de fe, esta fidelidad a la aparente (o no) mediocridad de The Mentalist, por fin tuvo recompensa. Aplaudo con fervor la elección de Bradley Whitford (Josh Lyman en El Ala Oeste) para ejecutar el papel de Red John. Pero no vi a Patrick desplegar sus "artes" ante él y esto me decepcionó. El final, sorprendente, ya que Patrick nunca lleva arma, es un desenlace que podría perfectamente ser el final de la serie y confieso que así me gustaría. Pero a pesar de ello, la conversación previa debería haber sido diferente, más intensa, con un toma y daca de un nivel superior y que no tuvimos.

Me gustaría que The Mentalist terminase aquí su trayectoria, porque es el final lógico y también esperado que tendría que tener la serie. Pero la han renovado, y la CBS sería estúpida si no lo hiciese. Ahora nos toca a nosotros decidir: ¿Vamos a quedarnos para ver las consecuencias de la venganza de Jane? ¿Era realmente ese hombre Red John? ¿O vamos a fingir que la serie ha tenido este final y nos vamos a quitar una cita de nuestra apretada agenda?

Yo lo decidiré en septiembre.