
Empiezo este repaso de lo visto recientemente con Alice, de SyFy. Aunque visualmente no ha estado mal, no me ha parecido nada del otro mundo. No puedo decir que se haya hecho lenta porque, más bien al contrario: todo lo que ocurre se nos cuenta muy por encima, a "trompicones", sin darnos el gusto de paladear la historia.
Tampoco voy a decir que me ha resultado ni divertida ni entretenida, ni tampoco voy a decir que la historia me ha parecido bonita. Algunos tendrán como referencia el clásico de Lewis Carroll en papel y otros, como yo, tendremos más fresca en la memoria la versión que Walt Disney hizo para el cine. Y para mí, gana de calle la película de dibujos animados.
Vamos, que Alice me parece una mini serie totalmente prescindible, no la recomiendo y además, pronto estará aquí la versión de Tim Burton que, seguramente, será mucho más interesante.
Cambiando de tema, es asombrosa la pereza que últimamente me está dando ponerme con Fringe. Se me acumularon dos capítulos que quería ver antes del regreso de la serie, el 14 de enero, pero se me hacía cuesta arriba y cuando finalmente me puse, me costó mucho prestar atención a lo que estaba viendo. Con el capítulo número 9, Snakehead, fue duro resistirse a la tentación de darle al forward e ir a ver si al final del episodio pasaba algo interesante...
Afortunadamente, lo superé y vi el número 10, Grey Matters, centrado en Walter Bishop y de regreso a la trama central de la serie, que se agradece muchísimo. Un episodio que deja una puerta abierta a la segunda parte de la temporada, que espero que sea tan trepidante como fue la segunda parte de la primera temporada.
Y por fin he encontrado el momento justo para volver con Friday Night Lights y he de decir que la segunda temporada me ha durado un suspiro. Quizás la mayor perjudicada de esto haya sido Dollhouse, la gran y muy grata sorpresa de los últimos dos días de vacaciones de Navidad que dejamos atrás, y que en los últimos dos días he aparcado para dedicarme a la maravillosa gente de Dillon.
Tampoco voy a decir que me ha resultado ni divertida ni entretenida, ni tampoco voy a decir que la historia me ha parecido bonita. Algunos tendrán como referencia el clásico de Lewis Carroll en papel y otros, como yo, tendremos más fresca en la memoria la versión que Walt Disney hizo para el cine. Y para mí, gana de calle la película de dibujos animados.
Vamos, que Alice me parece una mini serie totalmente prescindible, no la recomiendo y además, pronto estará aquí la versión de Tim Burton que, seguramente, será mucho más interesante.
Cambiando de tema, es asombrosa la pereza que últimamente me está dando ponerme con Fringe. Se me acumularon dos capítulos que quería ver antes del regreso de la serie, el 14 de enero, pero se me hacía cuesta arriba y cuando finalmente me puse, me costó mucho prestar atención a lo que estaba viendo. Con el capítulo número 9, Snakehead, fue duro resistirse a la tentación de darle al forward e ir a ver si al final del episodio pasaba algo interesante...
Afortunadamente, lo superé y vi el número 10, Grey Matters, centrado en Walter Bishop y de regreso a la trama central de la serie, que se agradece muchísimo. Un episodio que deja una puerta abierta a la segunda parte de la temporada, que espero que sea tan trepidante como fue la segunda parte de la primera temporada.
Y por fin he encontrado el momento justo para volver con Friday Night Lights y he de decir que la segunda temporada me ha durado un suspiro. Quizás la mayor perjudicada de esto haya sido Dollhouse, la gran y muy grata sorpresa de los últimos dos días de vacaciones de Navidad que dejamos atrás, y que en los últimos dos días he aparcado para dedicarme a la maravillosa gente de Dillon.