
Así como también hay discos que apetecen más en verano que en invierno (mi amigo Andrés nos lo explica en este post divinamente), con las series no iba a ser menos. Con más razón, incluso, ya que las cadenas las programan en uno u otro momento, colgándoles así la etiqueta de "serie veraniega" antes de que llegue a nuestro gestor de descargas favorito. Pero, yo os pregunto: ¿tienen las cadenas la última palabra en esto?
Por supuesto que no. Y el caso más claro es Hawaii 5.0. Una serie que se ha emitido en temporada regular, de otoño a primavera, con 20 y tantos episodios, poniéndonos los dientes largos con playas, zonas soleadas y trajes de baño de todos los tamaños, formas y colores. Pero una servidora lo sintió nada más ver el piloto: ¡esta serie es de verano!
Y para el verano la guardé. No es tampoco una gran serie en términos de trama, ni de interpretaciones... ni de nada. Pero sí que es una serie de acción muy entretenida con un Alex O'Loughlin bastante "bien", ideal para ver, sin más pretensiones, cuando tú ya has estado en la playa, y te tumbas en el sofá con el aire acondicionado puesto, en lugar de cuando estás tapada con una manta y con el té caliente entre las manos. Diría que "pega más".
Otra serie típica veraniega que no me planteo ver en invierno es Entourage. Aquí la HBO ya la emite cuando "toca", lo mismo que True Blood. Pero, así como True Blood podría perfectamente acumularla y verla en maratón en invierno (pobrecita mi salud mental), no me ocurre lo mismo con Entourage. Sus primeras temporadas las vi sin descanso, y lo hice en verano, concretamente en casa de mi padre, fresca tras los chapuzones en su piscina y relajada tras los baños de sol.
Así como el preludio del fin del invierno lo marcan Nurse Jackie y U.S. of Tara (en este caso, lo marcaban, ya que Tara ha sido cancelada), el verano es sinónimo también de Weeds. Nancy Botwin y sus chicos es esa serie adictiva, que pasa en un suspiro y de la que siempre digo lo mismo: voy a acumular cuantos más episodios pueda para ver del tirón. Pero al final, acabo viéndolos de dos en dos. Algo es algo.
Estas son, para mi, las fijas. Pero este año tengo además a medias Parks & Recreation y estoy poniéndome al día con 24. E intento por todos los medios no echarle nada más al plato, porque como fan y defensora a ultranza de la estación estival, me gusta disfrutarla a tope; pero es difícil... tengo el disco duro lleno de "Pailarecomendaciones". Sí, amigos, tengo una categoría especial para las recomendaciones de Pilar, aunque tengo que reconocer que seguirle el ritmo a cualquiera de mis amigas de The TV Slayers es misión casi imposible.
Por supuesto que no. Y el caso más claro es Hawaii 5.0. Una serie que se ha emitido en temporada regular, de otoño a primavera, con 20 y tantos episodios, poniéndonos los dientes largos con playas, zonas soleadas y trajes de baño de todos los tamaños, formas y colores. Pero una servidora lo sintió nada más ver el piloto: ¡esta serie es de verano!
Y para el verano la guardé. No es tampoco una gran serie en términos de trama, ni de interpretaciones... ni de nada. Pero sí que es una serie de acción muy entretenida con un Alex O'Loughlin bastante "bien", ideal para ver, sin más pretensiones, cuando tú ya has estado en la playa, y te tumbas en el sofá con el aire acondicionado puesto, en lugar de cuando estás tapada con una manta y con el té caliente entre las manos. Diría que "pega más".
Otra serie típica veraniega que no me planteo ver en invierno es Entourage. Aquí la HBO ya la emite cuando "toca", lo mismo que True Blood. Pero, así como True Blood podría perfectamente acumularla y verla en maratón en invierno (pobrecita mi salud mental), no me ocurre lo mismo con Entourage. Sus primeras temporadas las vi sin descanso, y lo hice en verano, concretamente en casa de mi padre, fresca tras los chapuzones en su piscina y relajada tras los baños de sol.
Así como el preludio del fin del invierno lo marcan Nurse Jackie y U.S. of Tara (en este caso, lo marcaban, ya que Tara ha sido cancelada), el verano es sinónimo también de Weeds. Nancy Botwin y sus chicos es esa serie adictiva, que pasa en un suspiro y de la que siempre digo lo mismo: voy a acumular cuantos más episodios pueda para ver del tirón. Pero al final, acabo viéndolos de dos en dos. Algo es algo.
Estas son, para mi, las fijas. Pero este año tengo además a medias Parks & Recreation y estoy poniéndome al día con 24. E intento por todos los medios no echarle nada más al plato, porque como fan y defensora a ultranza de la estación estival, me gusta disfrutarla a tope; pero es difícil... tengo el disco duro lleno de "Pailarecomendaciones". Sí, amigos, tengo una categoría especial para las recomendaciones de Pilar, aunque tengo que reconocer que seguirle el ritmo a cualquiera de mis amigas de The TV Slayers es misión casi imposible.
Y luego están las novedades veraniegas. Recuerdo que el año pasado disfruté mucho con Los Pilares de la Tierra y que me gustó bastante Rizzoli & Isles, sin ser tampoco nada del otro jueves. Este año no sé si continuaré con esta última, y la oferta de novedades en general no me llama mucho la atención, a excepción de Falling Skies, de la que sus dos primeros episodios me gustaron mucho. También me han recomendado Suits, pero no sé al final qué haré... ha vuelto Luther y ha vuelto también White Collar, a la que le encontré un ratito de domingo por la tarde para ver los tres primeros episodios de la actual temporada y he de decir que promete.
Veo promos de esperpentos como Wilfred y me entran unas ganas locas de abrir la puerta y lanzarme a la calle, a la primera terraza que vea y ahogar en cerveza el espanto que acabo de contemplar. Pienso que si te pierdes algún estreno veraniego, el sentimiento de perderse algo "importante" es mucho menor que si por ejemplo, en invierno no estás viendo The Good Wife. Así que ese gran mal de los aficionados a las series de televisión que es la falta de tiempo, es menos malo, ya sea porque las parrillas están en apariencia más despejadas, o porque le das menos importancia, ya que prefieres hacer otras cosas.
El verano: sol, calor, buen tiempo, playa, piscina, vacaciones, conciertos al aire libre, festivales, quejicas que no dejan de informarnos de que tienen calor (vaaaale, que te entendí a la primera)... Esa época que con tantas ganas espero, que tantas alegrías me da y qué tan poco nos dura... ¡Ah, el verano! ¡¿Por qué eres tan breve?!
El verano: sol, calor, buen tiempo, playa, piscina, vacaciones, conciertos al aire libre, festivales, quejicas que no dejan de informarnos de que tienen calor (vaaaale, que te entendí a la primera)... Esa época que con tantas ganas espero, que tantas alegrías me da y qué tan poco nos dura... ¡Ah, el verano! ¡¿Por qué eres tan breve?!
Fin de las divagaciones en un maravilloso día caluroso y soleado.