miércoles, 3 de febrero de 2010

The Office - 5a temporada


The Office es, para mí, una serie muy digna de ser devorada sin descanso. Digna de maratón. Y no sólo digna: es perfecta para verla de esa manera. Y personalmente, cada vez que termino con una de estas sesiones de The Office... puedo convertirme en una emuladora de Michael Scott o de Jim Halpert bastante peligrosa, porque ni os imagináis cuánto de real tiene esa serie. Y los que trabajan en oficinas me darán la razón.

Hay otras comedias con las que también me lo paso bien, pero normalmente me río menos, o simplemente me sonrío o bien ni eso... sino que me limito a asentir con la cabeza y punto. Con The Office a veces tengo que parar la reproducción y rebobinar porque de lo que me estoy riendo, me pierdo parte de lo que viene a continuación. El escándalo.


He terminado recientemente la 5a temporada, acumulada hace tiempo para dedicarle toda la atención que merece. No sé por qué he esperado tanto... pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena. Ahora nos ponemos con la 6a, pero yo no sé ver The Office en sentadas de un capítulo. Me sabe a poco, me quedo con ganas de más, y me cabreo incluso.

De las comedias actuales, para mí es la mejor. Es con la que más me río y con la que mejor me lo paso. Steve Carell es de estos actores que, o lo amas o lo odias. Yo le amo. No necesita hablar, yo lo veo asomarse a la pantalla y ya me estoy carcajeando. Y esto es mucho decir para alguien que no siente especial predilección por esta caterva de cómicos americanos de Jim Carreys, Ben Stillers y similares...

Aunque parece ser que tiene que ser una serie que canse, porque siempre va de lo mismo, a mí nunca me aburre. Además, esta temporada ha tenido muchas novedades y muchos cambios en la historia. Por ejemplo, la relación entre Michael y Holly; o la creación de Michael Scott Paper Company; o el triángulo amoroso entre Andy, Dwight y Angela; o el Café Disco; o el ataque al corazón que tuvo Stanley y que dio lugar a uno de los mejores momentos de la serie: el Stayin' Alive y la clase de reanimación...





Podría estar todo el día nombrando momentos, chistes, bailes o gestos... Porque, y lo digo con toda la buena intención: para mi The Office es una serie infinita. Infinita en la cantidad de buenos momentos y risas que proporciona.

1 comentarios:

Diego del Pozo dijo...

Ya sabes que no me canso de repetir que es mi comedia favorita y capítulo a capítulo me lo sigue demostrando.

La quinta temporada me pareció redonda. Sí, tiene un par de capítulos flojos (¿qué serie no los tiene?) pero me pareció igual de sublime que las anteriores, además de meternos una trama de fondo que te viciaba un poquito más si cabe.