Una conjura que cambió la historia y una célebre advertencia que nos ha acompañado por más de 2000 años: "¡¡Guárdate de los Idus de Marzo!!". El 15 de marzo del año 44 a.C., Cayo Julio César fue asesinado en la Curia del Teatro de Pompeyo, en una sesión del Senado.
Esta novela de Manfredi nos narra cómo se urdió esta conjura y cómo se intentó evitarla, alternando breves episodios que nos van mostrando a los de uno y otro bando. Aunque la narración es, como siempre, ágil, yo no he podido evitar que algunos fragmentos me sobrasen, y que algunos personajes me pareciesen más que prescindibles.
Los momentos de la novela que más me han hecho disfrutar han sido los que ocurrían, por supuesto, en Roma, ya fuese en casa de Brutus o bien en casa del César. La dura travesía de Publio Sexto "Báculo" desde la Cisalpina hasta Roma, así como la de aquellos que intentan ayudarle, o bien detenerle, se me hizo un poquito pesada al principio, aunque llega un punto, en los últimos tres de esos ocho días que se nos narran, que este viaje se pone tremendamente emocionante.
Me ha costado cogerle el ritmo a este libro, y reconozco que lo he pasado un poco mal. Acostumbrada a que mi devoción por Valerio Massimo Manfredi me haga devorar sin mesura ni control todo lo que va cayendo de él en mis manos (o casi todo, Akropolis al ser un ensayo me costó un pelín más), el hecho de que la primera parte del libro no me enganchase como yo esperaba, ha hecho que me haya retrasado más de lo normal en terminarlo.
Pero a partir de la mitad, concretamente a partir de los hechos sucedidos el día 12 de marzo de aquel año 44 a.C., ha sido volver a las viejas costumbres de amar sin condición y devorar con ansias cada una de las frases, hasta llegar a un desenlace que ya todos conocemos y que acabó con uno de los personajes más importantes y carismáticos de la historia.
Sí, por supuesto que me han entrado muchas ganas de revisionar la primera temporada de Roma. En cuanto me la devuelvan, porque la he prestado, me pongo con ella.
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