Esta vez no es Paul sino Walter quien llega tarde a la cita. Llega tarde y como un torbellino: teléfonos a dos manos, cargado con la maleta, agobiado, en medio de una crisis en el trabajo. Y para postre, viene de visitar a su hija en Ruanda. No sólo de visitarla, sino de intentar tráersela de vuelta, lo que le lleva a una fuerte discusión con ella y a traer el corazón roto. Y lo que es más importante de caras a su terapia: a raíz de esta discusión tiene una pesadilla con el hermano que perdió siendo niño... Volvemos a los traumas infantiles y volvemos al sentimiento de abandono, lo que será una constante esta semana en In Treatment, parece ser. Vemos a Walter tomar ansiolíticos y Paul se encarga de deshacer la madeja y de dejarle claro que el hecho de que su hija se haya alejado de él, le provoca casi la misma sensación de abandono que le provocó la muerte de su hermano.

Al día siguiente, el viernes, Paul tiene su visita con Gina. Pero lo primero que vemos esta vez es a Paul desayunando con Tammy Kent. ¡Anda que han tardado, y eso que ella está casada! Bien, además de esto, vemos como Paul recibe una llamada de su hija informándole de que su padre está muy enfermo. El padre de Paul vive en una residencia costeada por Paul y también él tiene sentimiento de abandono provocado por la separación de sus padres. Su madre tenía un trastorno bipolar y él sigue muy enfadado con su padre porque se sintió solo para cuidarla, sin contar tampoco con la ayuda de Patrick, su hermano mayor, del que sabemos aún muy poco. En este episodio me ha sorprendido ver a un Paul Weston súmamente enfadado y súmamente resentido con su padre, así como, más tarde, a un Paul Weston reflexivo que parece ser que llega a una conclusión sobre los límites que tiene la culpa de su padre. Nada más entrar a su sesión con Gina la pregunta que yo me he hecho ha sido que si sabe lo suyo con Tammy, a lo que estoy seguro de que la respuesta es afirmativa. Al final, Gina prácticamente se lo deja claro, pero lo dejan para la próxima semana.

Al día siguiente, el viernes, Paul tiene su visita con Gina. Pero lo primero que vemos esta vez es a Paul desayunando con Tammy Kent. ¡Anda que han tardado, y eso que ella está casada! Bien, además de esto, vemos como Paul recibe una llamada de su hija informándole de que su padre está muy enfermo. El padre de Paul vive en una residencia costeada por Paul y también él tiene sentimiento de abandono provocado por la separación de sus padres. Su madre tenía un trastorno bipolar y él sigue muy enfadado con su padre porque se sintió solo para cuidarla, sin contar tampoco con la ayuda de Patrick, su hermano mayor, del que sabemos aún muy poco. En este episodio me ha sorprendido ver a un Paul Weston súmamente enfadado y súmamente resentido con su padre, así como, más tarde, a un Paul Weston reflexivo que parece ser que llega a una conclusión sobre los límites que tiene la culpa de su padre. Nada más entrar a su sesión con Gina la pregunta que yo me he hecho ha sido que si sabe lo suyo con Tammy, a lo que estoy seguro de que la respuesta es afirmativa. Al final, Gina prácticamente se lo deja claro, pero lo dejan para la próxima semana.