En el momento de escribir esta entrada, he visto hasta el episodio 14 de la quinta temporada. Si no has llegado hasta aquí, mejor no sigas leyendo... o hazlo por tu cuenta y riesgo.
Los pseudo-romances de esta serie son cansinos, y sus protagonistas, empalagosos. La relación entre Derek y Meredith es cargante, y aburrida hasta decir basta. A estas alturas de la quinta temporada, 'la pequeña Grey' y el Doctor Sloane también se han subido al carro del 'ahora sí, ahora no', del quiero y no quiero... Christina Yang y el Doctor Hunt están jugando a hacer manitas y a echarse miraditas, mientras una mujer sospechosa ha provocado en Hunt una reacción ansiosa, motivo de la cual supongo que no tardarán en desvelarnos.
Todo esto, junto a los vaivenes lésbicos de Callie Torres hacen de Anatomía de Grey un culebrón tonto a mis ojos. Pero, ¿por qué sigo viendo la serie?
En más de una ocasión he maldecido lo absurdo de las relaciones extracorpóreas de Izzie y Denny Duquette, lo bobalicón del personaje de O'Malley, incluso la horrible elección de la actriz Melissa George como nueva incorporación, pero lo que no niego a Anatomía de Grey es que los casos que se van tratando capítulo a capítulo son de lo más interesantes.
Junto a lo interesante de los casos clínicos, y a pesar de que abundan los niños enfermos (cosa que me sobrecoge mucho), quiero destacar el personaje de Miranda Bailey, interpretado por la actriz Chandra Wilson. Es un personaje que desde el primer capítulo de la primera temporada se ganó mis simpatías, cuando todos la llamaban 'la nazi', debido a su fuerte carácter y disciplina militar. La Doctora Bailey es, si se permite la expresión, la mano derecha del Doctor Webber, el jefazo. Él delega en ella muchas responsabilidades y su intención es que algún día ella le sustituya. Miranda es la Jefa de Residentes, pero tanto la Doctora Dixon (que está muy catacroquer) como la Doctora Arizona Robbins (me encanta este nombre), la creen muy cualificada para ocupar el puesto de cirujana pediátrica. La mano izquierda que la Dra. Bailey tiene con los críos, así como el resto de sus aptitudes, la hacen idónea para el puesto, pero ella es una mujer con sentimientos, madre de un niño pequeño, que no sabe hasta qué punto será capaz de mirar a la cara de la muerte con tanta frecuencia si se trata de críos.
Esta doble cara de médico implacable y de madre cariñosa hacen de Miranda Bailey un personaje entrañable. Actualmente, para mí, el mejor personaje de la serie, aquél por el que vale la pena sentarse frente al televisor, obviar los vaivenes amorosos y sexuales del resto de sus compañeros y disfrutar de los grandes momentos que ofrece y de las preciosas historias que los guionistas le reservan.
Todo esto, junto a los vaivenes lésbicos de Callie Torres hacen de Anatomía de Grey un culebrón tonto a mis ojos. Pero, ¿por qué sigo viendo la serie?
En más de una ocasión he maldecido lo absurdo de las relaciones extracorpóreas de Izzie y Denny Duquette, lo bobalicón del personaje de O'Malley, incluso la horrible elección de la actriz Melissa George como nueva incorporación, pero lo que no niego a Anatomía de Grey es que los casos que se van tratando capítulo a capítulo son de lo más interesantes.
Junto a lo interesante de los casos clínicos, y a pesar de que abundan los niños enfermos (cosa que me sobrecoge mucho), quiero destacar el personaje de Miranda Bailey, interpretado por la actriz Chandra Wilson. Es un personaje que desde el primer capítulo de la primera temporada se ganó mis simpatías, cuando todos la llamaban 'la nazi', debido a su fuerte carácter y disciplina militar. La Doctora Bailey es, si se permite la expresión, la mano derecha del Doctor Webber, el jefazo. Él delega en ella muchas responsabilidades y su intención es que algún día ella le sustituya. Miranda es la Jefa de Residentes, pero tanto la Doctora Dixon (que está muy catacroquer) como la Doctora Arizona Robbins (me encanta este nombre), la creen muy cualificada para ocupar el puesto de cirujana pediátrica. La mano izquierda que la Dra. Bailey tiene con los críos, así como el resto de sus aptitudes, la hacen idónea para el puesto, pero ella es una mujer con sentimientos, madre de un niño pequeño, que no sabe hasta qué punto será capaz de mirar a la cara de la muerte con tanta frecuencia si se trata de críos.
Esta doble cara de médico implacable y de madre cariñosa hacen de Miranda Bailey un personaje entrañable. Actualmente, para mí, el mejor personaje de la serie, aquél por el que vale la pena sentarse frente al televisor, obviar los vaivenes amorosos y sexuales del resto de sus compañeros y disfrutar de los grandes momentos que ofrece y de las preciosas historias que los guionistas le reservan.
6 comentarios:
A mi me gusta porque suele ser la que pone algo de sentido común en la serie.
Además al no andar metida en relaciones absurdas cada 2 por 3 le dejen tiempo para dedicarse a tramas con algo más de sustancia.
Bailey es la mejor, sin duda. Yo sigo viéndola por los buenos personajes,como ésta, q tiene...
Y coincido contigo en q me gustan sus casos clínicos aunque, como sanitaria q soy, he de decir q si q veo cosas muuuy flipantes... en ocasiones un tanto "exageraitas", pero más o menos bien basadas.
Sobre los culebrones... en fin, los tomo con humor, ¡no hay otra manera!
Yo dejé la serie en la cuarta temporada y me da pereza retomarla aunque la voy bajando. Los líos amorosos son más de lo mismo y la única que se salva es Bailey y el jefe de todos. Los demás, carne de cañón...
Yo desde que resucitó Meredith dejé de ver la serie. Es que es inconsistente y poco real!
Y además, se comportan como chavales de instituto. Se lian todos con todos y hay unos cambios de acera rarísimos. Paso.
Yo ahora estoy con Hermanos de sangre.
Lo malo que Bailey también tiene una "rutina". O le viene alguno de los residentes con problemas al cual al final del episodio va a echarle la bronca o es ella quién primero la echa y luego a quién le cantan las cuarenta.
La estructura de la serie debería cambiar un poco!! Por eso tienen más exito los episodios donde ocurre alguna catastrofe. Porque cambia y porque la gente piensa que por fin va a morir alguno. xDDD
Estoy totalmente deacuerdo contigo, esta serie es empalagosa a tope, pero si no llega a ser por Miranda Bailey todo seria una mi..., me encanta cuando habla de las relaciones de los demas con esa cara de aburrimiento, me fascina el personaje.
Un abrazo
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