lunes, 5 de septiembre de 2011

Verano de 2011: SERIES - La Cruz

Con la facilidad que tengo últimamente para darle la patada a las series que no me convencen, los abandonos y descartes tampoco han sido pocos a lo largo de estos tres meses de verano. Es la cruz de la moneda.


I DO IT MY WAY… pero me falla la puntería

El mes de junio sirvió para finiquitar algunas de las temporadas en curso. Además de para recuperar 24. Tras una cuarta temporada flojísima y una quinta temporada algo mejor, aunque no para tirar cohetes, la pereza no me dejó seguir con la idea de liquidar la serie a lo largo de estas vacaciones. ¡Otra vez será! También liquidé Men of a Certain Age, más por lástima que por otra cosa.

Y en agosto recuperé una serie que abandoné, si no recuerdo mal, antes de Navidad: Bones. El carro de tonterías, momentos empalagosos y sentimentalismos de todo a cien ha alcanzado cotas acojonantes en esta sexta temporada. El cierre de la misma me ha parecido una tontería de altos vuelos. Pero como a los personajes ya los conozco y no me caen del todo mal, no me ha sabido mal liquidarme lo que me quedaba de temporada, a veces incluso mientras hacía otra cosa, como jugar al Angry Birds (¡putos cerdos, ¿de qué os reís?!). En general no ha estado mal, pero ese final y sobre todo, cómo se llega a él, a mi me ha parecido patético. Booth y Brennan: ¡¡se os ha pasado el arroz!!

Por cierto, no me gustó el episodio de presentación de Finder. Todos me cayeron muy mal. Una que seguro no veré.

Otra que me salió rana fue Urgencias. No me gustan las series de hospitales, y no lo digo por decir. Tras cinco capítulos de esta serie que podría ya considerarse “clásica”, me ha quedado claro que me resulta muy desagradable este realismo en ocasiones extremo que otros destacan como una virtud de la serie. Aunque hace gracia ver a Julianna Marguiles, George Clooney o Noah Wylde, entre muchos otros, en tiempos pasados (aunque no mejores, estéticamente hablando), es “una gracia” que se evapora tras ver el piloto, cuando te acostumbras a ellos.

Así pues, y hablando en general, Urgencias no me gusta. Pero no le cierro la puerta de momento. Tengo tres temporadas completas a mi disposición en mi disco duro y ahí se quedarán… para cuando no tenga otra cosa por ver o por hacer (y quién sabe).

Voy con las británicas: Lost in Austen. Una de las "Pailar Recomendaciones", que no siempre pueden dar en el blanco de mis gustos. Mi conclusión: pues que no es para tanto. Tan sólo 4 episodios, que en algún punto estuve a punto de cortar porque me estaba aburriendo soberanamente, pero con un capítulo final que supo cerrar de manera más o menos digna, pero no satisfactoria, ese círculo de originalidad que abrió en el primero.

Y la que no he podido soportar más de un rato seguido es Coupling. El primer episodio me pareció rotundamente malo. Me la vendieron como una joya de Steven Moffat, y como más que una joya, me parece una alhaja con dientes, no la compro. El segundo capítulo no sólo no mejoró sino que me confirmó que todas y cada una de las caras y conversaciones que pasaban ante mí me provocaban profunda repulsión. Uno de los grandes “No” de la historia.


REGRESOS y OPORTUNIDADES VERANIEGAS: Los Fracasos

Este año no le di oportunidad a la segunda temporada de Rizzoli & Isles ya que no pude encontrar por ninguna parte ese interés que me produjo el año pasado, y sí que vi, a mi ritmo, la segunda temporada de Luther, la cual me desencantó por completo.

Muchos relacionan el bajón con respeto a la primera temporada con la falta de minutos que ha tenido en los episodios la enigmática Alice Morgan. Yo no lo comparto. No me gusta ver a esta chica en pantalla, su boca me resulta tan desagradable que, cuando la toman de cerca, tengo que retirar la vista. Parece que exagero, pero os prometo que es así. Es algo inexplicable y visceral, y tampoco me gusta cómo actúa, ni su forma de hablar. Así que he de encontrar otros motivos por la que la segunda temporada de Luther no me ha gustado tanto como la primera. A saber: lentitud, falta de acción, y un Idris Elba mucho más apagado.

Y muy pronto le di la patada a Suits. El primer capítulo me gustó muchísimo. Y luego me sentí estafada. Casos aburridos y unos personajes que, si bien he leído por ahí que han resultado atractivos, simpáticos, chulescos y graciosos, para mí no han sido más que unos pamplinas con mucha pedantería a cuestas. El “gag” mil veces repetido de que al novatillo nadie quiere darle la mano tiene gracia una vez, no cinco. Tanta simpleza y tanta inverosimilitud pudieron conmigo: no pasé del tercer capítulo.


Pues así son las cosas y así se las he contado. A veces se gana y a veces se pierde y somos afortunados de que no nos guste todo lo que pasa ante nuestros ojos. En caso contrario, nuestra vida social estaría muerta y nuestra vida sexual sería imaginaria. En cuanto a series de televisión en este verano de 2011, eso es to… ¡eso es todo amigos!

2 comentarios:

David Calaveras dijo...

Estimadísima Vanessa: todo, todo, todo te lo perdono excepto ese tono condescendiente con los chicos de "Men of a Certain age".
(Los gremios nos tenemos que defender unos a otros)

Vanessa dijo...

Triste y deprimente. Ese es mi veredicto.