El "Factor Palote", en ocasiones, nos lleva a cometer estupideces seriéfilas. El descubrir a Matt Bomer en White Collar y leer algunos comentarios en Twitter al respecto de esta otra serie protagonizada por el actor, me animaron a hacerme con Traveler, esta serie del año 2007, cancelada con tan sólo ocho episodios.
El que tuviese nada más que ocho capítulos era un extra, pensé que en menos de una semana la podía tener liquidada, y así fue. También se me puso sobre aviso de que la serie no estaba finalizada. Pero mi idea, errónea, era que si bien se canceló precipitadamente, existiría un "apaño" para cerrar la trama, aunque fuese de mala manera. Nada más lejos: el final es un "To be continued" en toda regla, o un cliffhanger cutrecillo, como queráis.
Amén de este final abierto (abiertísimo) la serie tampoco tiene mucho más interés. Si por lo menos, el camino que nos lleva a ese final inconcluso resultase interesante... La serie tiene sus puntos, no lo niego, y la historia podría haber estado bien, pero no lo está. Es una sucesión de momentos WTF (que quiere decir Why the Face, como todo el mundo sabe) y de situaciones inverosímiles que me tuvo repitiendo "venga ya" de manera continua.
Algo que también me ha molestado mucho de esta casi-serie es la sucesión de continuos flashbacks, como si el espectador fuese rematadamente tonto del culo y hubiese que irle recordando, cada 5 ó 10 minutos, lo que ocurrió en el capítulo anterior, dos capítulos más atrás, o hace media hora. Hay flashbacks interesantes, que nos ayudan a comprender la historia, el cómo empezó todo... pero hay otros, que no aportan nada. Eso sí, todos ellos precedidos de una expresión súper intensa de Bomer, mirándonos fijamente, o mirando al infinito, en plan "mirad qué bueno que estoy y de lo que me estoy acordando ahora...".
Tres chavales en su último año de carrera, o recién licenciados, no me quedó claro, deciden pasar unos días de aventura. La primera subnormalada que se les ocurre es patinar por el interior de un museo. La chavalada acaba con una gran explosión. Y es que resulta que uno de los tres amigos es un terrorista perfectamente preparado, un agente doble al más puro estilo Alias.
Will Traveler engañó a sus dos amigos durante años para ganarse su confianza, y ahora estos deberían estar muertos e inculpados del atentado. Pero Traveler se deja llevar por los sentimientos y consigue salvar la vida de sus dos amigos: Tyler Fog (Logan Marshall-Green) y Jay Burchell (Matthew Bomer). Estos, deberán escapar del FBI y de la organización terrorista que ejecutó el atentado, ambos conectados finalmente en la conspiración.
Es encantador ver cómo dos chavales tienen en jaque al FBI, utilizando su inteligencia y destreza, durante más de cinco días y sin salir de la isla de Manhattan. Es maravilloso ver cómo conocen pasadizos secretos en el interior de la biblioteca de la Universidad, ocultos tras estanterías de libros y que conducen a los sótanos donde se encuentran los conductos de la calefacción. Y es alucinante ver cómo uno de ellos va pasando las manitas por todos estos conductos mientras van escapando, mientras el otro suda a mares, sin quemarse ni un poquito.
Además, mientras sus vidas están en peligro, y tienen a todo tipo de asesinos cualificados pisándoles los talones, ellos tienen tiempo de tener encuentros sexuales: ya sea con la novia de uno, como con una camarera con la que tendrán sexo a cambio de poder usar su conexión a internet. Hay tiempo para todo.
Y, ¿la ropa? Esto es un punto y a parte, ya que cargan con mochilas escolares tamaño medio y en ellas parecen guardar todo el guardarropa de cualquier princesa europea que se precie: chaquetas tejanas, chaquetas de cuero marrón, pantalones de diversos estilos y jerseys de varios colores. Antes muertos que sencillos, antes apresados que repetir modelito. Porque la estética es algo que estos jóvenes fugitivos parecen cuidar mucho...
Sus fantásticos peinados no pueden ser alterados, por lo que ni el hecho de que todo el país tenga sus fotos les hará cambiar de look. Ni un triste corte de pelo, ni un triste tinte, ni siquiera una barba para despistar... Cambiamos gorra de los Cubs de Chicago por otra de los Bulls... de Chicago también, qué maestría en el arte del incógnito... ¡¡y a correr!!
Lucha cuerpo a cuerpo, manejo de armas, alta tecnología, espionaje, información empresarial y financiera... No hay nada con lo que Jay y Tyler no se atrevan. ¿Qué les enseñan a los chicos en las universidades norteamericanas? De todo menos cerrar las series como dios manda. Porque no sólo no cierran la historia, sino que dejan todo tipo de nuevos frentes abiertos en el último episodio.
El que tuviese nada más que ocho capítulos era un extra, pensé que en menos de una semana la podía tener liquidada, y así fue. También se me puso sobre aviso de que la serie no estaba finalizada. Pero mi idea, errónea, era que si bien se canceló precipitadamente, existiría un "apaño" para cerrar la trama, aunque fuese de mala manera. Nada más lejos: el final es un "To be continued" en toda regla, o un cliffhanger cutrecillo, como queráis.
Amén de este final abierto (abiertísimo) la serie tampoco tiene mucho más interés. Si por lo menos, el camino que nos lleva a ese final inconcluso resultase interesante... La serie tiene sus puntos, no lo niego, y la historia podría haber estado bien, pero no lo está. Es una sucesión de momentos WTF (que quiere decir Why the Face, como todo el mundo sabe) y de situaciones inverosímiles que me tuvo repitiendo "venga ya" de manera continua.
Algo que también me ha molestado mucho de esta casi-serie es la sucesión de continuos flashbacks, como si el espectador fuese rematadamente tonto del culo y hubiese que irle recordando, cada 5 ó 10 minutos, lo que ocurrió en el capítulo anterior, dos capítulos más atrás, o hace media hora. Hay flashbacks interesantes, que nos ayudan a comprender la historia, el cómo empezó todo... pero hay otros, que no aportan nada. Eso sí, todos ellos precedidos de una expresión súper intensa de Bomer, mirándonos fijamente, o mirando al infinito, en plan "mirad qué bueno que estoy y de lo que me estoy acordando ahora...".
Tres chavales en su último año de carrera, o recién licenciados, no me quedó claro, deciden pasar unos días de aventura. La primera subnormalada que se les ocurre es patinar por el interior de un museo. La chavalada acaba con una gran explosión. Y es que resulta que uno de los tres amigos es un terrorista perfectamente preparado, un agente doble al más puro estilo Alias.
Will Traveler engañó a sus dos amigos durante años para ganarse su confianza, y ahora estos deberían estar muertos e inculpados del atentado. Pero Traveler se deja llevar por los sentimientos y consigue salvar la vida de sus dos amigos: Tyler Fog (Logan Marshall-Green) y Jay Burchell (Matthew Bomer). Estos, deberán escapar del FBI y de la organización terrorista que ejecutó el atentado, ambos conectados finalmente en la conspiración.
Es encantador ver cómo dos chavales tienen en jaque al FBI, utilizando su inteligencia y destreza, durante más de cinco días y sin salir de la isla de Manhattan. Es maravilloso ver cómo conocen pasadizos secretos en el interior de la biblioteca de la Universidad, ocultos tras estanterías de libros y que conducen a los sótanos donde se encuentran los conductos de la calefacción. Y es alucinante ver cómo uno de ellos va pasando las manitas por todos estos conductos mientras van escapando, mientras el otro suda a mares, sin quemarse ni un poquito.
Además, mientras sus vidas están en peligro, y tienen a todo tipo de asesinos cualificados pisándoles los talones, ellos tienen tiempo de tener encuentros sexuales: ya sea con la novia de uno, como con una camarera con la que tendrán sexo a cambio de poder usar su conexión a internet. Hay tiempo para todo.
Y, ¿la ropa? Esto es un punto y a parte, ya que cargan con mochilas escolares tamaño medio y en ellas parecen guardar todo el guardarropa de cualquier princesa europea que se precie: chaquetas tejanas, chaquetas de cuero marrón, pantalones de diversos estilos y jerseys de varios colores. Antes muertos que sencillos, antes apresados que repetir modelito. Porque la estética es algo que estos jóvenes fugitivos parecen cuidar mucho...
Sus fantásticos peinados no pueden ser alterados, por lo que ni el hecho de que todo el país tenga sus fotos les hará cambiar de look. Ni un triste corte de pelo, ni un triste tinte, ni siquiera una barba para despistar... Cambiamos gorra de los Cubs de Chicago por otra de los Bulls... de Chicago también, qué maestría en el arte del incógnito... ¡¡y a correr!!
Lucha cuerpo a cuerpo, manejo de armas, alta tecnología, espionaje, información empresarial y financiera... No hay nada con lo que Jay y Tyler no se atrevan. ¿Qué les enseñan a los chicos en las universidades norteamericanas? De todo menos cerrar las series como dios manda. Porque no sólo no cierran la historia, sino que dejan todo tipo de nuevos frentes abiertos en el último episodio.
Eso sí, Matt Bomer está divino.
8 comentarios:
La vi hace un par de años y me parecio cutrilla, pero altamente entretenida, lástima el fracaso.
Para series interesantes de corta duración te recomiendo Drive, que el prota es Nathan Fillion, la trama queda abierta, pero no tanto como esta. Fueron ocho epis creo.
Nada... jajaja, como comprenderás muy loca me tendría yo q volver después de leerte para tragarme estos 8 maravillosos capitulazos, pero es admirable tu nivel de seguimiento palotero, jajajaaja.
Joder, el post es buenísimo!!!!
A mi me enganchó de mala manera aunque sea cierto muchas cosas que dices, si tuviese un mínimo de final sería recomendable pero visto lo visto. Hay otras series.
Yo siempre la vi como una prima lejana de prison break.
Vamos, según lo que escribes.. una casi-serie para no ver xd
Yo vi por primera vez a Matt Bomer (como personaje recurrente) en la serie Chuck. Por si quieres añadir otra en la que sale, a tu lista xd
¡Saludos!
Yo vi la serie cuando la emitieron en su momento, y de lo poco que recuerdo es de lo bueno que está Matt Bomer, eso dice mucho de la serie xD
Yo estaba planteándome echarle un vistazo a esta serie ... pero si no tiene ni final y sólo son 8 episodios como que no,jeje.
Si es que traveler es un "what the face" total pero da iguaaal xD Entretiene que no veas y además tienes a ese chulazaco como Matt Bomer. Yo en cuanto ví, hace ya año y pico, que en white collar estaba él.. esperaba la serie como agua de mayo xD
Que gorritos.. ah!. Palotismo en estado puro :P
Niñas y niños algunos: pese a todo, echadle un vistazo. Y si no me creeis a mí, leed el comentario de Adriii... que se nos ha emocionaoooo...!
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