Esta no es la primera oportunidad que les he dado a los hermanos Winchester. Vi el piloto hace tiempo y no me gustó. A mí los espíritus no me van. Luego tengo pesadillas. Pero, después de leer y oir tantas cosas buenas sobre Supernatural, decidí darle una segunda oportunidad, aún a sabiendas que la primera temporada es excesivamente procedimental, que no todos los episodios son interesantes, y que la serie mejora en la segunda temporada.
Mi principal miedo era que la serie me diese mucho miedo. Pero Supernatural no da miedo, hay algunos episodios que dan mal rollo, como el primero o como el quinto: Bloody Mary, en el que un espíritu se ha alojado en un espejo y va ocupando los espejos de todo aquel que repite su nombre tres veces. Como Bitelchús, pero sin hacer gracia. Después está el capítulo titulado Bugs que, como su nombre indica (Bichos), no da miedo, sino que da mucho asco.
Pero los grandes capítulos de Supernatural son los que se ocupan de la historia de la familia Winchester, de la relación de John Winchester con sus hijos, y de cómo conviven los hermanos Sam y Dean. El primero de los episodios que, en este aspecto, me pareció muy interesante, me mantuvo muy atenta y me gustó mucho, fue el noveno: Hogar.
Sam tiene uno de sus sueños premonitorios, en el que ve a la nueva inquilina de la antigua casa familiar de los Winchester en grave peligro. Una adivina de nombre Missouri les ayudará a espantar a la criatura que está alojada en la casa, y en este mismo episodio podemos ver a la madre de Sam y Dean, que se presenta para salvar a su hijo pequeño de las garras del Demonio. En este episodio se hace evidente que la persona entorno a la que gira la trama, y quien atrae a estas criaturas maléficas es Sam.
Al final del capítulo, una sorpresa: el padre de los Winchester, John, aparece en casa de la adivina. Sus hijos no saben nada de él y lo dan por desaparecido. Pero John no contacta con sus hijos, sino que se oculta de ellos. El próximo capítulo a destacar es precisamente otro en el que John Winchester vuelve a aparecer: Shadows, en el que la trama toma más cuerpo, relacionando a Meg, un personaje que apareció en capítulos anteriores, con el hilo argumental de la familia Winchester.
Meg invoca a los demonios que quieren atraer a John utilizando a sus hijos. Todos caen en la trampa, pero se libran en el último momento, para volverse a separar. No pueden estar juntos porque es muy peligroso. También descubrimos que Meg no es una chica normal sino una criatura maléfica, al verla levantarse y caminar como si tal cosa después de haber sido lanzada a través de una ventana.
Esta trama, al margen de los capítulos en los que Sam y Dean acuden a alguna localidad de la América profunda a salvar a alguna familia, o a alguna joven atractiva, de los ataques de las fuerzas del mal, es la que realmente hace de Supernatural una serie interesante y que se desmarca de la típica serie de chicos guapos de la CW.
El final de la temporada es muy bueno, en especial el último capítulo. Meg ha sido liberada por Dean y Sam de su posesión, aunque finalmente su cuerpo no resista y muera en paz una vez ha sido liberado del ocupante. El capítulo gira en torno al revólver Colt, que puede matar a cualquier ser y en las pocas balas que quedan en ese revólver.
Dean reconoce algo extraño en su padre, “tú no eres mi padre”, le dice. John Winchester está poseído por el demonio que asesinó a su mujer y a la novia de su hijo Sam, quien tiene en sus manos dispararle y acabar con él, pero por extensión, matar también a su padre. Finalmente, decide herirle, hacer escapar al demonio y así, liberar a su padre de la posesión sin tener que acabar con su vida.
Pero la primera temporada de Supernatural no tiene un final feliz, sino que acaba con un cliffhanger espectacular, en el que los tres Winchester son arrollados por un tráiler en la carretera. Un tremendo accidente de coche del que no se sabe si saldrán vivos o muertos. Bueno… yo sí lo sé, porque cumplo la regla de “temporada más uno”, y vi el primer episodio de la segunda temporada justo después de acabar con la primera.
Pero ya que este post está dedicado a la primera temporada, no diré más. Ha sido una temporada bastante sosa, con sólo algunos episodios destacables fuera de una línea puramente procedimental, que acaba con un cliffhanger alucinante al ritmo de la Creedence Clearwater. Y no puedo cerrar esta entrada sin hacer mención de la fantástica banda sonora que acompaña todos y cada uno de los capítulos. De lo mejor de la serie hasta el momento.
Mi principal miedo era que la serie me diese mucho miedo. Pero Supernatural no da miedo, hay algunos episodios que dan mal rollo, como el primero o como el quinto: Bloody Mary, en el que un espíritu se ha alojado en un espejo y va ocupando los espejos de todo aquel que repite su nombre tres veces. Como Bitelchús, pero sin hacer gracia. Después está el capítulo titulado Bugs que, como su nombre indica (Bichos), no da miedo, sino que da mucho asco.
Pero los grandes capítulos de Supernatural son los que se ocupan de la historia de la familia Winchester, de la relación de John Winchester con sus hijos, y de cómo conviven los hermanos Sam y Dean. El primero de los episodios que, en este aspecto, me pareció muy interesante, me mantuvo muy atenta y me gustó mucho, fue el noveno: Hogar.
Sam tiene uno de sus sueños premonitorios, en el que ve a la nueva inquilina de la antigua casa familiar de los Winchester en grave peligro. Una adivina de nombre Missouri les ayudará a espantar a la criatura que está alojada en la casa, y en este mismo episodio podemos ver a la madre de Sam y Dean, que se presenta para salvar a su hijo pequeño de las garras del Demonio. En este episodio se hace evidente que la persona entorno a la que gira la trama, y quien atrae a estas criaturas maléficas es Sam.
Al final del capítulo, una sorpresa: el padre de los Winchester, John, aparece en casa de la adivina. Sus hijos no saben nada de él y lo dan por desaparecido. Pero John no contacta con sus hijos, sino que se oculta de ellos. El próximo capítulo a destacar es precisamente otro en el que John Winchester vuelve a aparecer: Shadows, en el que la trama toma más cuerpo, relacionando a Meg, un personaje que apareció en capítulos anteriores, con el hilo argumental de la familia Winchester.
Meg invoca a los demonios que quieren atraer a John utilizando a sus hijos. Todos caen en la trampa, pero se libran en el último momento, para volverse a separar. No pueden estar juntos porque es muy peligroso. También descubrimos que Meg no es una chica normal sino una criatura maléfica, al verla levantarse y caminar como si tal cosa después de haber sido lanzada a través de una ventana.
Esta trama, al margen de los capítulos en los que Sam y Dean acuden a alguna localidad de la América profunda a salvar a alguna familia, o a alguna joven atractiva, de los ataques de las fuerzas del mal, es la que realmente hace de Supernatural una serie interesante y que se desmarca de la típica serie de chicos guapos de la CW.
El final de la temporada es muy bueno, en especial el último capítulo. Meg ha sido liberada por Dean y Sam de su posesión, aunque finalmente su cuerpo no resista y muera en paz una vez ha sido liberado del ocupante. El capítulo gira en torno al revólver Colt, que puede matar a cualquier ser y en las pocas balas que quedan en ese revólver.
Dean reconoce algo extraño en su padre, “tú no eres mi padre”, le dice. John Winchester está poseído por el demonio que asesinó a su mujer y a la novia de su hijo Sam, quien tiene en sus manos dispararle y acabar con él, pero por extensión, matar también a su padre. Finalmente, decide herirle, hacer escapar al demonio y así, liberar a su padre de la posesión sin tener que acabar con su vida.
Pero la primera temporada de Supernatural no tiene un final feliz, sino que acaba con un cliffhanger espectacular, en el que los tres Winchester son arrollados por un tráiler en la carretera. Un tremendo accidente de coche del que no se sabe si saldrán vivos o muertos. Bueno… yo sí lo sé, porque cumplo la regla de “temporada más uno”, y vi el primer episodio de la segunda temporada justo después de acabar con la primera.
Pero ya que este post está dedicado a la primera temporada, no diré más. Ha sido una temporada bastante sosa, con sólo algunos episodios destacables fuera de una línea puramente procedimental, que acaba con un cliffhanger alucinante al ritmo de la Creedence Clearwater. Y no puedo cerrar esta entrada sin hacer mención de la fantástica banda sonora que acompaña todos y cada uno de los capítulos. De lo mejor de la serie hasta el momento.
8 comentarios:
La serie va ganando calidad a medida que se profundiza en el pasado familiar de los Winchester y en su relación fraternal, a partir de la segunda temporada aumenta la complejidad y no todo es blanco o negro; seguirán habiendo capítulos procedimentales pero también tramas muuuuy interesantes. Y aviso que Supernatural tiene de los mejores cliffangers que he visto, de esos de quedarte con la boca abierta 0_0 ¡que suerte tienes de poder hacer temporada + 1!
En este caso bien hecho lo del más uno, por que te quedas un poco extrañado tras el final de la primera, y prometido que la segunda mejora.
Yo vi la 1ª temporada y los 3 primeros de la 2ª y estoy un poco como tú. Me parece una serie que está bien pero no me engancha.
Y coincido en que la banda sonora es de lo mejor de la serie!!
La primera temporada está bien pero lo mejor se de la serie comienza con el último episodio y el comienzo de la segunda. A partir de ahi, Supernatural mejora y mejora sin parar. Ya verás lo que te espera ;)
A mi Bloody Mary me dio yuyu, en serio esas cosas no me molan.
jeje
Yo la veo en castellano y cuesta más verla por que tienen voces de tontainas, pero una vez que acostumbré me acabó gustando. Ahora que, no he visto mucho más, dos o 3 de la segunda...
Más o menos lo que me esperaba leer ;)
Como a todos los que han visto la 1ºT, el cliffhanger final te ha parecido espectacular y los capítulos que destacas, son los que más destacan entre tanto caso autoconlusivo. Tú despreocúpate, ya has conocido a los Winchester, ahora solo te toca sentarte y empezar a disfrutar de lo realmente tremendo. Poco a poco te irás enamorando de la serie. Palabrita del niño Molti ;)
Todo te decimoslo mismo, pero es que es verdad. El final de la 1ª es brutal, y de ahí en adelante, todo va dejándote con la boca abierta.
Ahora es cuando se empieza a disfrutar de verdad, y cuando vas a empezar a conocerles bien, sobretodo a Dean, q para mi, no es ni un morritos ni un guaperas, es el tío con el que más me río de toda la serie, jajaja, ya verás ;)
Yo acabo de terminar la 4ª hace nada y UFF!!! ¡es muy grande!
Disfrútala!
La serie con la mejor banda sonora, jejeje. Yo la dejé a los 10 capítuios de la segunda y esta entrada tuya me ha servido para retomarla, así que de momento hoy me he visto 5 más :)
La verdad es que la serie me gusta bastante, pero como dice Pigonna, siguen habiendo capis procedimentales alternándolos con los de la historia familiar, historia que efectivamente, se está haciendo más interesante. Veremos en qué acaba todo esto :D
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