Lo que en primer lugar me llamó la
atención de este libro, y lo que me animó a leerlo, fue su portada. ¿Os ha pasado
alguna vez? A mí es la primera vez que me pasa, al menos, que yo recuerde.
Tampoco es que sea un libro del estilo que yo acostumbro a leer, pero un impulso
raro (y la portada) me animaron a hacerlo, y no me arrepiento en absoluto.
Flavia de los
extraños talentos tiene un título completamente diferente en su versión original en inglés: The
Sweetness at the Bottom of the Pie. Al parecer, esto de las traducciones locas
no solo tiene lugar en el cine y la televisión. Sea como sea, el argumento, que
no cambia, nos presenta a una niña de 11 años muy especial que, un fatídico día,
descubre un cadáver en el jardín de su casa, una impresionante mansión victoriana
donde convive con su padre, el ayudante de éste, y sus dos hermanas mayores, Daphne y Ophelia.
Su peculiar
sentido del humor, negro y tétrico, la llevarán a entusiasmarse con este
descubrimiento, y sus amplios conocimientos sobre química, junto a su
inteligencia extraordinaria y una súper desarrollada intuición, la animarán a
hacerse cargo de la investigación criminal, obviamente, de manera no oficial.
Se trata, pues, de
una historia simple de ‘descubre quién es el asesino’, pero el hecho de que la
encargada de descubrirlo sea una pequeña Sherlock, le añade interés a la
novela. El caso en sí no es que sea muy rebuscado, y toda la trama policial es
bastante simple, pero el humor mordaz y el carisma de Flavia de Luce le añaden
un plus de originalidad.
Mucho más lista que
la mayoría de los adultos que la rodean, apasionada por la química, con una
memoria prodigiosa y con unas ansias locas de conocimiento, Flavia nos regala
muchos momentos hilarantes, sobre todo cuando decide probar en sus hermanas
algunos de los compuestos con los que experimenta en su laboratorio. Daphne y
Ophelia son dos personajes a los que la pequeña Flavia intenta presentar como
odiosos, pero a los que pronto se les toma simpatía, sobre todo a Daphne, la retraída hermana mediana, que siempre anda con la nariz metida en algún libro.
La madre de Flavia
murió al poco tiempo de nacer ella, pero su recuerdo planea sobre toda la
historia, convirtiéndose en un personaje más. Pero no esperéis ningún tipo de
drama: el cinismo del que hace gala nuestra protagonista os demostrará que
hasta la muerte más terrible, es llevadera cuando se procesa con una mente
infantil y prodigiosa.
El resto de personajes de esta novela son el padre de las niñas: el coronel de Luce, un hombre misterioso y silencioso; su ayudante Dogger, que es prácticamente de la familia y que tiene una relación muy especial con Flavia, tierna, aunque de forma muy sutil… y otros habitantes y visitantes del pueblo que tendrán su parte en la investigación de este crimen, ya sea ayudando o molestando.
Punto y aparte
merecen los oficiales de policía encargados de resolver el crimen, capitaneados
por un paciente inspector, que comprobará sorprendido cómo una niña de 11 años
es capaz de aventajarle en conocimientos y en deducción, y que al final, tendrá
que reconocerle el mérito y hacer caso de sus indicaciones, con toda la
dignidad de la que puede hacer acopio.
En definitiva, se
trata de un libro absolutamente original y de lectura fácil. Una historia
bastante adictiva, en la que la inteligencia y el humor, a veces muy negro, de
su personaje principal son sus principales alicientes. Una novela sin mayores
pretensiones que hacernos pasar un buen rato, que os recomiendo sobre todo si no
sois grandes devotos de las novelas de ‘resolver crímenes o misterios’. En el
caso de que sí lo seáis, os puede resultar algo demasiado ligero, ya
que la investigación policial cede su
parcela de protagonismo a la pequeña y avispada Flavia.
Para terminar, y en
el caso de que Flavia os cautive hasta el punto de querer leer más sobre sus
aventuras, avisaros de que encontraréis ya traducida La muerte no es un juego
de niños, la segunda novela de esta saga escrita por el canadiense Alan Bradley.
5 comentarios:
Pues ahora que estaba buscando lecturas para el verano lo tendré en cuenta. A ver si pillo los dos libros.
Ah sí, pues para el verano, si quieres algo no demasiado complicado, este te vendrá muy bien. ¡Gracias por la visita!
Me has despertado el gusanillo, así que me lo apunto en mi lista para mis próximas visitas a la biblioteca.
Saludos!
Lo primero decirte que a mí lo de las portadas me ha pasado en más de una ocasión; he visto portadas tan atrayentes que no he podido resistirme a leer el libro, a veces acerté y otras no...Me ha gustado mucho leer tu reseña sobre este libro,porque me picaba la curiosidad, no sabía si me gustaría o no...pero después de tus comentarios, decididamente voy a ponerlo en mi lista de deseos para leerlo. Un beso!
Chicas, muchas gracias por vuestros comentarios. Espero que si finalmente cae en vuestras manos, lo disfrutéis. Y espero también no haber dejado las expectativas muy altas...
:)
¡Saludos!
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