martes, 24 de julio de 2012

Año Dickens: Primer Ranking

Pronto hará un año que leí Oliver Twist, mi primer contacto con las obras de Charles Dickens. Meses más tarde, supe sobre el bicentenario de su nacimiento y decidí adentrarme en su universo y leer cuantas obras suyas pudiese. Hasta la fecha, han sido cinco las novelas del autor que he leído, y ya me encuentro en situación de hacer un pequeño ranking y comentario sobre ellas…

1. David Copperfield: Una joya, una auténtica maravilla. Mi novela favorita de Dickens de momento. Tan parecida a Grandes Esperanzas que, mientras leía la historia del pequeño Davy, temía acabar confundiéndolas. Pero en absoluto. David tiene su propio pequeño mundo y su gran personalidad.

Aunque coincide con el protagonista de Grandes Esperanzas en muchas actitudes, David es más gracioso que Pip, aunque igual de bondadoso. Como siempre ocurre en la obra de Dickens, esta no está exenta de desgracias, pero el aire vitalista y optimista tiene más presencia que por ejemplo, en Oliver Twist.

Además, David Copperfield tiene un elenco de personajes maravillosos que le hacen compañía, pero en ningún caso sombra: la adorable Pegotty, su gran amiga Agnes, la dulce Dora, Traddles y sobre todo, uno de los personajes de Dickens a los que tengo más cariño: la excéntrica tía Betsey.

Es la típica historia de la vida de alguien desde su infancia hasta la edad adulta, una especie de autobiografía con mucha moralina y moraleja al final, en la que los buenos recibirán su recompensa y los malos serán castigados porque son muy malos. Esto es lo único que se le puede echar en cara: la falta de matices en algún que otro personaje secundario, y la previsibilidad. Pero supongo que es algo a lo que te acostumbras, porque es una característica muy presente en todo lo que he leído de momento.

Como anécdota: descubrir gracias a este clásico de la literatura cuál es el origen del nombre de un grupo de rock clásico… Uriah Heep, el villano de la historia.


2. Grandes Esperanzas: En segundo puesto queda esta, de la que también vi la mini serie y escribí aquí sobre ella. Esto ayudó, como siempre, a poner cara y ojos a los personajes, y también a descubrir una adaptación más que digna de la novela, que siempre agrada.

De nuevo, encontramos a un niño cuyo destino se encuentra en las manos de los adultos que le rodean, entre los cuales habrá personas muy muy buenas, y personajes tremendamente malvados. La evolución del protagonista es como siempre deliciosa, adaptando no solo el comportamiento, sino lo más importante: su manera de expresarse.

La sensación que te queda cuando terminas de leer la historia de Pip, de la misma manera que cuando terminas la de David Copperfield, es que has visto crecer a ese niño y convertirse en adulto. Te da la impresión de que los conoces.

Aquí, la crítica social es mucho más feroz de lo normal.  Y el sentimentalismo moralizante tampoco le queda a la zaga. También se hace manifiesta la habilidad del autor para ligar diferentes historias entre sí, como ocurre en Historia de dos ciudades de una manera más clara.

En definitiva, otra historia preciosa, en la que la amistad y el amor fraternal son los grandes protagonistas y en las que sus personajes son muy peculiares y con personalidades tan marcadas, que sientes que lo sabes todo sobre ellos.


3. Oliver Twist: Una de las historias más crueles que recuerdo. Cuando terminé de leerla el veredicto no fue para nada positivo, ya que la crueldad con la que es tratado el pequeño protagonista me pareció horrible y gratuita.

Pero con el tiempo, el recuerdo mejoró y me entraron muchas ganas de seguir leyendo cosas del autor. Se repiten los mecanismos que he nombrado en los dos libros anteriores, aunque por aquel entonces yo no lo sabía porque este fue el primer libro de Charles Dickens que pasó por mis manos. Como he dicho antes, con el paso de las páginas, te vas acostumbrando.

La historia de las desventuras de Oliver también es parecida a la de David y Pip, aunque mucho más dura. Aquí, prácticamente todos los adultos que rodean al muchacho son seres malvados sin corazón. En ocasiones descorazonador, lo que realmente enamora del libro es el uso de las palabras, cómo te atrapan y te cautivan. Dickens era un mago.


4. Historia de dos ciudades: Aunque reconozco que el escritor teje de manera magistral una trama que tiene lugar entre dos ciudades tan distantes como París y Londres, he de decir que a mí este libro no me gustó. Se me hizo muy lento y muy pesado y, como he dicho antes, en ocasiones Dickens puede ser tremendamente previsible y esta novela no es para nada la excepción.

La historia se sitúa en plena Revolución Francesa, sin olvidar los acontecimientos previos a tal acontecimiento ni los años posteriores. Su narración es extremadamente detallada, también muy cruda, sobre todo cuando toca explicar los hechos que rodean a la época del Terror. Aquí no tenemos la historia de un infante que se convierte en adulto, luchando contra las adversidades. De hecho, los personajes quedan en un segundo plano, porque lo que importa es la historia y los convulsos y violentos sucesos que se produjeron.


5. Tiempos difíciles: No disfruté de la lectura de Historia de dos ciudades, pero tampoco me planteé abandonarlo. En el caso de Tiempos Difíciles, a punto estuve de no llegar a la mitad del libro, pero luego, por aquello de seguir con este ‘Año Dickens’, me armé de paciencia y me lo leí entero.

Esperaba otra cosa. Esperaba que la historia fuese algo parecido a Oliver Twist o a Grandes Esperanzas, o incluso a David Copperfield, pero teniendo en este caso a una niña como protagonista: Cecilia Jupe. Al final, nada de esto. Los protagonistas fueron otros y la historia no brilla, a mis ojos, como la de las dos primeras novelas que he nombrado en este ranking.

La historia que nos cuenta gira entorno a las diferencias entre la clase proletaria y la clase alta de un pequeño pueblo inglés. La crítica social está presente en toda la obra, pero sobre todo es al final del libro cuando se desata en un alegato a favor de las mejoras para la clase trabajadora. Lo que más me ha sobrado han sido esas reflexiones al margen del grueso de la historia de las que también hace gala en Historia de dos ciudades y que personalmente, me resultan bastante indigestas.

2 comentarios:

Ingeniero dijo...

Mi historia personal con Dickens es que no he sabido por donde cogerlo, a veces me parece sublime y otras no me inspiraba. Confieso no haber leído David Copperfield, tal vez cambie mi percepción del autor. Saludos.

Vanessa dijo...

No es una lectura que entre fácil, lo reconozco. Sigue un esquema rígido, sus novelas están cargadas de moralina... Pero si tienes curiosidad, quizá sí que David Copperfield te convenza.