lunes, 5 de marzo de 2012

Great Expectations -Grandes Esperanzas- (2011). La mini serie.


Tras leer Grandes Esperanzas, de Charles Dickens, tocaba echar un vistazo a la adaptación que a finales del año pasado hizo la BBC para la televisión, y me alegro muchísimo de haberlo hecho. La impresión que me ha quedado no ha podido ser mejor, no solo por lo mucho que me gustó ver a aquellos fantásticos personajes interpretados por estos no menos fantásticos actores y actrices, sino por cómo se comprime o se recorta la historia de manera que quede impecable al convertirla en esta mini serie de tres capítulos. En esto de adaptar a sus grandes autores, la BBC tiene la mano rota y mucha maestría. Y en esta ocasión, la adaptación roza la perfección.

Grandes Esperanzas es la historia de un niño que va creciendo y convirtiéndose en un hombre sin dejar de ser manipulado y vapuleado por unos adultos a los que solo les importa el dinero y la posición en la escala social. Como sus huérfanos desharrapados, esto es algo muy propio de las novelas de Dickens y del contexto en el que tienen lugar: la Inglaterra del siglo XIX. Y como en otras obras del autor, la inocencia del infante es un juguete en manos de estos adultos crueles, desalmados, egoístas e ignorantes. Afortunadamente, existen excepciones, y el protagonista de esta historia también encontrará en su camino a hombres y mujeres nobles, dulces y de buen corazón.

Confundido por las grandes esperanzas que le depara un benefactor anónimo, Pip iniciará su aprendizaje para convertirse en un caballero y ser merecedor de un brillante futuro. Las decepciones y los desengaños no tardarán en llegar y, a pesar de ir haciéndose mayor, seguirá sufriendo las manipulaciones de aquellos que son más poderosos que él.


En especial, se convertirá en el juguete de Miss Havisham, una auténtica novia cadáver inmersa en la locura e interpretada magistralmente por Gillian Anderson (Expediente X). Volcará sus frustraciones en la figura de su hija adoptiva Estella, por la que el joven y dulce Pip (a quien da vida el adorable Douglas Booth en su fase más adulta) tendrá un gran interés amoroso, y se servirá de ella para dar rienda suelta a sus planes delirantes de venganza.

Digno de mención, además de la interpretación de Anderson, es el cambio que se produce en el personaje de Joe Gargery, tío de Pip, que pasa de ser el buenazo bobalicón y corto de entendederas de la novela, a un hombre bueno, fuerte, noble y con carácter en la serie. También me parece muy destacable la aparición de Harry Lloyd, actor al que muchos hemos conocido por ser Viserys en Juego de Tronos, y que en Grandes Esperanzas hace un papel excelente como Herbert Pocket, el gran amigo de Pip.

Tanto el personaje de Joe como toda la trama familiar que rodea a Pocket, y también casi todo lo que tiene que ver con el fabuloso Wemmick (otro de mis personajes favoritos), sufren importantes cambios y omisiones en esta adaptación. No obstante, incluso lo omitido encaja a la perfección en esta mini serie, porque ayuda a que la historia fluya mejor y, a pesar de que incluso algunos personajes simplemente desaparecen, en ningún momento se les echa de menos.


La historia mantiene lo que realmente importa, y esto, junto a unos decorados, un vestuario y una ambientación impecables, del estilo al que la BBC ya nos tiene acostumbrados, hace que Great Expectations, la serie, sea una hija digna y orgullosa de la novela, incluso para los que la leímos antes y estábamos dispuestos, como siempre, a sacarle punta a la adaptación. Así que te la recomiendo, tanto si antes te la has leído como si no.

2 comentarios:

p8ladas dijo...

Oh! Me la apunto! Estoy deseando verla. Gracias por la recomendación.
Besicos p8los!

Vanessa dijo...

¡Gracias a ti por la visita! Espero que la disfrutes.