jueves, 31 de diciembre de 2009

Acabando el año con... Angel

El año pasado la serie de las Navidades y de la Nochevieja fue El Ala Oeste de la Casa Blanca. El maratón de The West Wing que siempre recordaré con cariño y que acabó a principios de este año 2009. Una maratón que, como todas o casi todas, no fue premeditada.

Y tampoco ha sido premeditado el hacer este maratón de la serie Angel. Tampoco esperaba que mi acompañante de maratones se uniese a mí en éste. Pero afortunadamente, comenzamos juntos la 3a temporada y el hecho de que ambos la sigamos hace que avancemos más rápido, obviamente.

A PARTIR DE AQUÍ, SI NO HAS VISTO HASTA EL TERCER EPISODIO DE LA QUINTA TEMPORADA DE ANGEL, NO SIGAS LEYENDO, PORQUE HAY SPOILERS


Pantalón de cuero, bien

Ha sido cuestión de días lo que hemos necesitado para devorar estas dos temporadas que han tenido sus grandes momentos y sus altibajos. Han pasado tantísimas cosas en la 3a y 4a temporada de la serie, que no sé ni por dónde empezar. Hay tramas que a mí se me han hecho bastante aburridas, aunque seguramente para alguien sean fundamentales y muy interesantes. Es la gracia que tiene esto.

Por ejemplo, la trama de Jasmine. Estaba deseando que terminase, y lo mismo os digo del personaje de Connor: si al principio me resultaba interesante por lo que representaba y los momentos padre e hijo presuntamente atractivos que iba a proporcionar, finalmente estaba deseando que quitasen a ese mocoso insoportable y cansino de en medio. ¡¡Luego decís de Dawn...!!

En contraposición, destaco como momento estelar el regreso de Angelus en la cuarta temporada. Lo estaba deseando y a las pruebas me remito: si el atracón de la sexta temporada de Buffy me llevó a acostarme a las 3 de la mañana porque no lo podía dejar, Angelus nos mantuvo en vela hasta las 4. Lo que ha unido Joss Whedon que no lo separe el sueño.

El comienzo de la tercera temporada, con Angel en un retiro para curarse de la muerte de Buffy; el embarazo y dramático parto de Darla; la aparición de Holtz; el secuestro del bebé por parte de Wesley y todas las consecuencias que esto trae para el resto del grupo; Angelus y la intervención de Willow para devolverle de nuevo el alma, la aparición de Faith y la marcha de ambas a Sunnydale; los triángulos amorosos entre Gunn, Wesley y Fred, y esa relación tan complicada entre Cordelia y Angel, condenados a no encontrarse, y las transformaciones que ella padece, entre otras muchas cosas... todo es digno de destacar.

Dos temporadas que no han dado respiro ni descanso. Y aunque aún es pronto para decantarse por una, creo que con el tiempo, cuando llegue el momento de decir cuál fue mi temporada favorita de Angel, la competición estará entre la tercera y la cuarta. Pero todavía tengo que ver la quinta, que acabo de empezar.

Y al respecto a la quinta temporada, lo que me ha dejado un poco fría, sorprendentemente, ha sido la llegada de Spike. Tenía curiosidad por saber cómo iba a ser, y no digo que no haya sido una buena invención... pero estoy todavía esperando a los grandes momentos y diálogos divertidos a los que me tiene acostumbrada. Naturalmente, Spike acaba de llegar, todavía tiene que "materializarse" mejor, y seguramente, volverá a ser el de antes.

El que no es el de antes es Angel. ¡¡David Boreanaz se ha comido a Angel!! El debate "está gordo / está fuerte" es bastante cómico (en The TV Slayers lo sabemos bien), y yo me quedo con: está grande. Pero que conste que, incluso en el tercer episodio de la quinta temporada, Lorne le hace mención a sus kilos de más. Así que no es cosa mía. Pero no me quiero recrear en esta banalidad cuando lo que de verdad es desconcertante es... ¡¡ese pelo!! ¡¡Angel se ha unido a Los Chunguitos!! El look con el que da comienzo en el primer capítulo de la quinta temporada me provocó un ataque de risa del que aún me estoy reponiendo.

Conozcan a Angel de Dios Salazar

Dejando cuestiones estéticas a parte, es innegable la evolución que todos los personajes han tenido a lo largo de las dos últimas temporadas. Los malabarismos que han tenido que hacer con la pobre Cordelia debido a su estado han sido ingeniosos aunque muy divertidos también; Wesley Wyndam-Price se ha convertido en "el hombre Marlboro" (gracias Willow por existir); Gunn es ahora un experimento científico que ya veremos cómo nos sorprende, y Fred se ha convertido en una mujer poderosa y no sólo gracias a su capacidad intelectual.

Quizás del grupo de acompañantes de Angel quien menos haya evolucionado ha sido Lorne, de quien hecho de menos sus gritos estridentes para ahuyentar al enemigo. Pero no le hace falta, si Lorne cambiase, creo que sería hasta decepcionante.

Podría comentar muchísimas más cosas, anécdotas, momentos graciosos, cuestiones interesantes y muchos otros temas relacionados con peluquería y vestuario, pero lo voy a dejar aquí. Como última entrada de este año 2009, me parece que ha sido suficiente. Y me hace mucha ilusión cerrar el año con un maratón de Angel, serie con la que no puedo negar que me lo estoy pasando tremendamente bien.

Look años 70, cruel

¡¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Accidentally on Purpose: El gusto por lo simple


Creo que si un adjetivo define a Accidentally on Purpose es ese: simple. Pero en este caso, no me parece algo negativo. Sentarse durante 20 minutos para reirse un rato con esta comedia romántica me parece incluso saludable.

Intento dejar a un lado los prejuicios, e intento no decir cosas como "yo no soy de comedias" porque tras resbalones de impresión como los que me dí con The Shield o con Buffy, teniéndome que tragar mis propias palabras, tuve suficiente. Creo que es mejor ver algo sin demasiadas expectativas y con cero prejuicios y si gusta, gusta y si no, pues no.

Y en contra de lo que yo creía y esperaba, Accidentally on Purpose me gusta mucho. No ha flojeado como está flojeando White Collar, ni tampoco ha mejorado escandalosamente, sino que sigue en su línea de serie súper light que me hace pasar un buen rato.

Jenna Elfman me tiene cautivada con su papel de Billie, y Jon Foster, en su papel de Zack hace un buen trabajo aunque no mata y en un principio yo no le veía ni el atractivo. Supongo que con el paso de los capítulos una se acostumbra a su cara, hay que reconocer que la barbita no le sienta mal y si encima nos lo ponen en cada episodio un ratito sin camiseta... ¡pues oye: mejor que mejor!

Pero, aunque los dos personajes principales me hacen pasar muy buenos momentos, muchas más risas me provocan algunos de los que les acompañan, sobretodo la hermana de Billie, Abby (Lennon Parham) y el amigo de Zack: Davis (Nicolas Wright), con los que el disparate está garantizado. El papel de Grant Show en la serie, como el jefe y ex de Billie: James, no se queda atrás y quizás quien menos me gusta es la amiga escocesa de la protagonista, Olivia, quien me parece un poquito exagerada.

¡¿Y qué decir del marido de Abby, Nick?! En la sombra, aparece poco... pero cuando aparece, es brutal. Como se suele decir: cada vez que habla, sube el pan. Y en el episodio previo a las vacaciones de Navidad, It Happened One Christmas, en el que el romanticismo se desató y provocó muchos "ooooooooh" tanto en el salón de mi casa (y eso que la veo sola) como en la twittesfera, Nick supo ponerle la nota cómica e incluso llegó a ser desternillante, con sus rarezas y con el "maltrato light" que sufre por parte de los padres de Abby y Billie.

En definitiva, una serie que me hace pasar unos ratos muy buenos, me hace reir mucho, es más simple que el mecanismo de un lápiz, y que por eso mismo, merecía una entrada en este blog para ella solita. Espero que a la vuelta del parón siga divirtiéndome mucho y que no decaiga la fiesta pese al giro en los acontecimientos que pudimos ver en el último capítulo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Angel: 2a temporada - El cambio


SI NO HAS VISTO LA 2a TEMPORADA DE ANGEL, NO SIGAS LEYENDO PORQUE HAY SPOILERS

Angel ya no es ese personaje cansino y atormentado de la primera temporada de la serie. Aquella primera temporada que vi sin demasiado entusiasmo, y que se ha visto de lejos superada por una segunda temporada que ha contado con una trama más continuada y no tan procedimental, además de con un gran cambio en el personaje principal.

Este Angel de la segunda es mucho más "guay" que el de la primera, bastante más divertido, y con un lado oscuro mucho más evidente. El santurrón que me llevó al borde de la desesperación ha sido sustituido por un personaje mucho más interesante, con muchos toques de humor y muchas luces y sombras.


Quizás lo que más me ha sorprendido de esta segunda temporada ha sido su capacidad para hacerme reir a carcajada limpia, y lo que aún es más extraño: gracias al "triste" de Angel. Pero es que como ya he dicho, Angel ya no es tan cansino y no está tan pesado con su afán de autoflagelación como lo estaba en la primera temporada o en Buffy.

De los momentos más divertidos que recuerdo, quizás porque pertenecen a los últimos episodios de la temporada, son los que ocurren en Pylea, mundo de otra dimensión del que procede Lorne, el amiguete verde que regenta ese karaoke tan peculiar y que ha dado asilo a muchísimos momentos muy divertidos. En Pylea, Angel puede pasearse al sol (o a los soles) y lo más gracioso: puede verse reflejado en el espejo. Y la obsesión que tiene con su peinado nada más verse, es hilarante.


Pero además de risas, en esta temporada hay momentos muy oscuros, de mucha tensión, y algunos también de alto voltaje. La aparición de Darla ha dejado a Angel con el culo al aire, nunca mejor dicho. Le ha descolocado, le vemos desorientado y al borde del precipicio. Incluso llega a plantearse que nada importa, con el sucesivo salto al vacío, acostándose con Darla, porque incluso el riesgo que corre de convertirse de nuevo en Angelus le trae sin cuidado.

Gunn, Cordelia y Wesley forman un trío de compañeros impecable, que no quedan a la sombra de Angel en absoluto, sino que le complementan a la perfección, y cada uno de ellos tiene mucho que decir y que hacer en la trama de la serie. Y como siempre, Wolfram & Hart, con el fascinante Lindsay haciendo equilibrios entre su lealtad a la empresa y en hacer lo que considera mejor para él mismo, sin importarle a quién se lleva por delante. Desgraciadamente, Lindsay parece haber puesto punto y final a su relación con la firma.


Me ha parecido muy interesante hacer que Lindsay se enamore de Darla, y que tenga un tira y afloja de celos con Angel por culpa de la rubia vampiresa. También me ha encantado poder disfrutar de la presencia de Drusila, esa vampiresa lunática que fue creada por Angel y que en esta segunda temporada, vuelve a darle el don de la oscuridad a Darla, convirtiéndose pues en madre de su propia abuela.

Una trama completada a la perfección por un surtido impresionante de flashbacks que nos han situado a Angel y al resto del grupo en sus orígenes, haciéndonos viajar a siglos pasados y a lugares tan dispares como Francia, Inglaterra o la China. Para poner el broche de oro a una segunda temporada fantástica, que he devorado compulsivamente, un final de impresión con Willow como protagonista, que acude a Angel para informarle del suceso que puso punto y final a la quinta temporada de Buffy.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Tapeo de Series (12)

La última temporada de la serie Buffy me ha tenido en los últimos días sin mucho tiempo para nada más. Si a eso le añadimos que me he animado con Angel, cuya segunda temporada me ha gustado y enganchado lo indecible, es normal que muchas otras series hayan quedado en lista de espera, o directamente en el ático.

Es el caso de Men of a Certain Age. Me apetecía mucho verla, comencé a descargar los capítulos, pero, viendo la dificultad que suponía encontrar unos subtítulos en castellano del primer episodio, y viendo la cantidad de tareas pendientes y el poco tiempo libre del que dispongo, he pensado que era mejor no crearse obligaciones absurdas y pasar de ella. Quizás más adelante la busque de nuevo, quizás algún día salga una versión doblada... quizás, quizás.

Tampoco presté mucha atención a The Prisoner. Sé que fue la sensación en la blogosfera y twittesfera hace cosa de un mes. No me apunté a la moda por aquel entonces, pero un fin de semana decidimos darle una oportunidad en casa y, mientras que mi compañero disfrutó bastante con ella, yo no pude aguantarla despierta. Era ponerme un episodio y caer rendida en los brazos de Morfeo en cuestión de minutos.

También tengo esperándome en una carpeta algún episodio de The Good Wife, The Mentalist, e incluso un par de Fringe, las cuales seguía (o sigo) semana a semana, pero que últimamente están un poquito dejadas de lado. ¿Os he dicho ya que Sunnydale te atrapa y no te suelta? Qué suerte tengo de tener algunos días de vacaciones para ponerme al día y también darle oportunidad a alguna que tengo tiempo esperando como Wonderfalls (Missmole me la trajo y ahí se quedó), que si habéis escuchado el Especial de Navidad de The TV Slayers, ya sabréis que me ha tocado como regalo en La Slayer Invisible.

Otra novedad que tengo pendiente de ver, bien guardadita y mirándome con ojos tiernos es Alice. Me apetece muchísimo, son sólo dos capítulos, pero siempre encuentro otra cosa mejor para ver. Y también quiero ver Misfits, jolín qué stress... Si no es Buffy o Angel, es Boston Legal, que sigue acompañándonos en comidas y cenas, como viene siendo costumbre desde hace un tiempo, y de la cual en breve acabaremos las 3a temporada.

Además, por recomendación de Lorena, he empezado con Band of Brothers. El primer episodio ha quedado claro que es una situación y una presentación, quizás no todo lo entretenido que una esperaba, pero tiene muy buena pinta, eso no lo voy a negar. Además, está Kirk Acevedo, el actor que hizo de Charlie Francis en Fringe, que me gusta bastante.

Y cierro aquí este tapeo, un poco diferente de los demás, ya que me he dedicado a quejarme de lo que no tengo tiempo para ver, y hacer en parte una "to do list" seriéfila, muy parecida a esas listas negras que corren por la blogosfera. ¡¡Felices Fiestas a todos!!

jueves, 24 de diciembre de 2009

Buffy: 6a temporada - Madurando

SI NO HAS VISTO LA 6a TEMPORADA DE BUFFY, NO SIGAS LEYENDO PORQUE HAY SPOILERS

Una temporada especial, dura y adulta. Una temporada en la que Buffy no ha de enfrentarse sólo a lo sobrenatural, sino a los peligros y monstruos de la realidad: las facturas, el trabajo, los estudios, el cuidado de su hermana pequeña y la maldad del ser humano.

Buffy vuelve de la muerte gracias a Willow, Xander, Tara y Anya. Pero... ¿realmente le están haciendo un favor devolviéndola a la vida? Nos damos cuenta pronto de que Buffy estaba en el Cielo y que no le hace demasiada ilusión volver a enfrentarse a su eterna responsabilidad de luchar contra el mal.

Al principio, me pareció un poco de cachondeo que los presuntos villanos de esta sexta temporada fuesen esos tres pardillos, esos frikis. Pero después le pillé el sentido: esta es la temporada del realismo, de la vuelta a los infiernos de la vida cotidiana tras el paso de Buffy por el Cielo. Y la temporada en que Buffy abraza la oscuridad, representada por Spike.

La escena del primer encuentro sexual entre ambos, en una casa abandonada que se derrumba con tanto movimiento y tanto empujón, me dejó boquiabierta. Se trataba del capítulo Smashed. ¡¿Pero esto no era una serie juvenil?! Definitivamente, los años han pasado por todos. Y este tipo de encuentros salpican más de uno y más de dos episodios de esta sexta temporada, para deleite del personal...

Pero en absoluto son estas escenas de sexo light las que la hacen más adulta. Todos los personajes han crecido, todos tienen que enfrentarse a la cruda realidad y los baches cada vez son más profundos.

Xander y Anya se enfrentan a otro gran reto: el matrimonio. Pero Xander se echa atrás, Anya vuelve a ejercer de Demonio Vengador durante un tiempo... y la relación entre ambos nunca volverá a ser igual, aunque Anya no deja de lado a la Scooby Gang, algo que como fan agradezco. Otra relación rota que se ve finiquitada cruelmente cuando empezaba a arreglarse es la de Willow y Tara, quien muere de una manera absurda y terrible a manos de Warren, uno de los tres frikis villanos.

Este suceso en el episodio Seeing Red nos traerá a una nueva Willow, a una Willow peligrosa, muy poderosa y sanguinaria que se quedará ya hasta el fin de la temporada. Una Willow absorbida y controlada por el deseo de venganza, que la llevan a convertirse en uno de los villanos más terribles a los que Buffy ha tenido que enfrentarse y que sorprendentemente, será, junto a las facturas y el trabajo precario, el otro big bad de esta sexta temporada.

La relación de Giles con Buffy tampoco va viento en popa. Se trata de otro tipo de amor, pero es un amor intenso, importante, un amor muy parecido al de padre e hija. Un padre que ha de dejar que su hija salga adelante sola, y ante lo que se muestra reticente. Y Dawn, importante pero muy desplazada, sufrirá por el vacío que siente y por la poca atención que recibe de su hermana.

Todas estas cuestiones, aunque parezca mentira, están tratadas de forma magistral en un episodio que desde fuera puede parecer light, suave, simplemente divertido o incluso vacío, pero que en realidad no lo es: me refiero al musical, Once More With Feeling, un episodio sorprendente que ya tiene un lugar en mi "hall of fame" mental de los mejores capítulos que he visto.

No siendo para nada una persona de musicales (no soporté por ejemplo Moulin Rouge), he de reconocer que es un episodio que me enamoró de tal manera que corrí a hacerme con la banda sonora (gracias, Slayers) y en concreto la canción Rest in Peace de Spike suena muy a menudo en mi iPod.



Gracias por el vídeo,
Noa


Además del musical, muchos de los capítulos de esta sexta temporada son dignos de destacar: las dos partes de Bargaining, Afterlife, Tabula Rasa (¡divertidísimo!), Smashed, Gone (quiero ser invisible, quiero ser invisible), Older and Far Away...

¡¿Y qué decir del inquietante Normal Again?! Ese capítulo en el que la cabeza te da vueltas, en el que te dan la opción de la fantasía o de la realidad, esta realidad tan presente en toda la temporada, que con este episodio se hace hasta tangible... Impresionante.

Creo que sería más fácil decir qué capítulos no son imprescindibles, caso que existan. Esta temporada tiene que verse entera y de un tirón. Si la quinta temporada me creó una adicción asombrosa, lo de esta sexta ha ido mucho más allá, ya que la devoré en cuestión de días (por no decir horas).

No recuerdo cuándo fue la última vez que me fui a dormir a las 3 de la mañana, entonando eso de "un capítulo más y me acuesto". Y creo que no lo recuerdo porque no lo había hecho nunca. De hecho, lo comenté en el noveno programa de The TV Slayers, cuando le dí la luz verde a la quinta temporada y a lo que llevaba visto de la sexta de esta serie.

Ha sido además la temporada en la que por fin he comprendido la adoración de mis Slayers por Spike. Este personaje ha sido de mis favoritos, junto con Willow y Giles, desde que comencé a ver la serie, pero no compartía con ellas algunas de sus opiniones. Ahora ya lo entiendo todo y estoy completamente de acuerdo con ellas.

Tras haber quedado inutilizado como asesino por culpa de la Iniciativa en la cuarta temporada, y tras luchar contra su enamoramiento de Buffy en la quinta, ahora Spike ha conseguido acercarse a Buffy, pero no la posee. Se siente utilizado, disfruta de su compañía, pero sabe que nunca podrá tener a Buffy tal y como lo hizo Angel. Por eso deja Sunnydale, dispuesto a poner remedio a su situación.

¿Tenemos a otro vampiro con alma? Veremos cómo se las arregla con ese pesado equipaje en la séptima temporada... Temporada que, por otra parte... estoy a punto de terminar. No podía ser de otra manera.