lunes, 7 de octubre de 2013

De pilotos

Si te gustan mucho las series de televisión, tanto como para descargarlas en versión original, comentar lo que ves en Twitter o incluso, tener en tu móvil una aplicación con un calendario de los próximos capítulos en emisión, eres de los míos y en estos días estarás pensando qué nuevas series sumar a tu lista, cuáles descartar (aunque solo sea por el póster promocional) o cuáles de las que sigues vas a abandonar, porque ni el disco duro, ni la vida, ni la paciencia, te dan más de sí.

Por eso, yo este año no voy a seguir ni con The Mentalist, ni con Once Upon a Time, ni con Modern Family, ni tampoco con The Vampire Diaries, de la que por cierto no vi el final de la temporada anterior. Se suman a las que se cayeron por el camino, como Revenge, Blue Bloods o Person of Interest, y puede que me esté olvidando de alguna otra que seguramente se lo tenía bien merecido. En un principio, la intención era hacer sitio a lo que ha de venir, pero el panorama de los pilotos tampoco está siendo demasiado alentador. 

Hay excepciones, como Masters of Sex, serie ambientada en los años 50 y que nos muestra la investigación y los experimentos de un ginecólogo especialista en fertilidad, que quiere cualificar y cuantificar las reacciones del cuerpo y de la mente ante los estímulos sexuales. La serie tiene un aire muy elegante, la ambientación es buena y las historias personales de cada uno de los personajes, así como las relaciones entre sí, captaron mi atención desde el primer episodio.

Pero los pilotos a menudo son engañosos y tramposos, como el de Hostages, serie que me llamó la atención por la premisa y por dos de sus actores principales: Toni Collette y Dylan McDermott. En el piloto, vemos cómo secuestran a la familia de la cirujana que ha de operar al Presidente de los Estados Unidos, y le ponen como condición para que tanto ella como los suyos sean liberados sanos y salvos, que el Presidente muera en la mesa de operaciones. Un argumento muy de película de domingo por la tarde en Antena 3, pero que a mí en principio me gustaba. Lo malo es que si a un argumento tan manido le sumas que en el segundo episodio no pasa absolutamente nada, ya tenemos otra serie cuyo destino no pinta bien.

Y ahora podría hacer alguna analogía o algún chiste sobre decapitaciones y la corta vida que le he dado a Sleepy Hollow, pero me da pereza. La misma pereza que me dio terminar el segundo capítulo. Pero lo hice. Lo hice y llegué a la conclusión de que, a pesar de la oleada de entusiasmo que corre por los habitantes de mi timeline de Twitter, yo me marcho de Sleepy Hollow y que ustedes lo pasen bien. El único atractivo que finalmente le encontré a la serie eran los choques culturales y temporales entre los dos protagonistas. Al tercer chiste a propósito de cafeterías, duchas o televisores, se pierde toda la gracia.

Nada de gracia, sino más bien todo lo contrario, es lo que tiene el show de Michael J. Fox. ¿Por qué quieren obligarnos a ver una serie de los 90 en la temporada 2013-2014? Estaba convencida de que me iba a gustar, ¡estamos hablando de Michael J. Fox! Pero no, resulta que estábamos hablando de un tsunami de caspa. Paso. Ya veré al actor haciendo tele de la buena en The Good Wife.

En cuanto a Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D, a la que pienso referirme como 'la de Marvel', decir que no esperaba que me entusiasmase y no lo hizo. El piloto me pareció correcto y quizá hasta un poco soso, pero le di el beneficio de la duda, un crédito que solo llegó hasta la mitad del segundo episodio. Esperaba más acción, más explosiones, más puñetazos, más porrazos...  y menos diálogos presuntamente guays. La conversación entre Skye y Mike en la cafetería al principio del episodio, y la que posteriormente ella mantiene con Grant durante el interrogatorio, tienen un humor con el sello del Amado Líder Pelirrojo: Joss Whedon, que puede hacerte mucha gracia porque lo encuentras tremendamente ingenioso, o parecerte una soberana tontería infantiloide. No recomiendo entrar en este debate por nada del mundo.

A cosas nuevas que llevan en su título a padres, madres, esposas trofeo y a otros parientes, como los Goldbergs, he preferido ni acercarme. Evito también más series sobre policías, médicos o abogados. De otras he huído nada más ver la imagen promocional, como es el caso de Hello Ladies, o de The Blacklist, porque no puedo soportar a James Spader. Y sobre otras muchas de la lista de las que ya se han estrenado, estoy esperando el veredicto del respetable, tanto del que importa a los anunciantes, como del que realmente me importa a mí: el que twittea sin orden ni concierto lo que ve, lo que oye, lo que siente, lo que ama y sobre todo, lo que odia.

2 comentarios:

starfighter dijo...

Me pasa algo parecido, he dejado algunas series de lado (como Once Upon a time o The mentalist) aunque no me he puesto con los pilotos aún. Sigo con algunas cosas pendientes y, para rematar, me he puesto a revisionar la última del Doctah. Al paso que voy cancelarán alguna de las que tengo prevista ver y me ahorrarán el trabajo.

Vanessa dijo...

Pues... eso de que te cancelen alguna serie nueva de la que aún no has tenido tiempo de ver ningún episodio, es triunfar, jajajajajaja...!! Vamos, yo lo veo así, porque el tiempo que ahorras, vale mucho.
Gracias por pasarte por aquí!! ;)