He acumulado nada menos que seis episodios de Married to Rock, del que parece ser que sí, habrá segunda temporada. Los productores del programa se pusieron en contacto con la esposa de Slash (ex-guitarrista de Guns n’Roses y de Velvet Revolver) y ella lo comentó en su cuenta de Twitter. Lo que no sé es si finalmente aceptó o no (¡espero que sí!).
Así que muy feliz por la esperanza de tener más capítulos de este reality que me ha cautivado desde el primer día, ataqué a los episodios acumulados, y en la primera tanda cayeron dos: el tercero y el cuarto.
A veces, estás viendo algo en la tele que te hace pensar: “A partir de este momento, siento que ya lo he visto todo”.
Desde el primer día, se ha demostrado que la más excéntrica del grupo es Josie Stevens. Con sólo mirar su exhuberancia, la decoración de sus uñas y su pasión por el color rosa y todo lo relacionado con Hello Kitty, sabes que no es una chica a la que guste pasar desapercibida.
Acompañada de A.J. Celi, Josie se dirige a un local sospechoso en San Diego donde hacen muñecas tamaño real. Josie quiere enviarle a Steve Stevens, su marido, una muñeca igual que ella para que, cuando él esté de gira, no la eche tanto de menos.
A.J. y Josie llegan al inquietante lugar, donde un no menos inquietante personaje, le presenta su clon, a la que le falta aún la cabeza. Gracias a un scan completo de su cuerpo, la réplica es casi exacta a Josie, pero falta un pequeño detalle... la réplica exacta de sus partes íntimas.
Para ello, es necesario tomar un molde. Así que Josie se desprende de su ropa interior, se tumba boca arriba y con las piernas entreabiertas en una... especie de caja... y su amiga A.J. se encarga de extender la sustancia para tomar el molde con un pincel y luego retirarlo cuidadosamente, entre los grititos de entusiasmo de Josie.
No me estoy inventando nada. Esto ocurrió así. Y no creáis que el tema queda aquí. Ni hablar. Ilusionada envía la muñeca a Nueva Jersey pero, cuando llega a destino, unos indeseables de la empresa de transporte parece ser que se dedican a maltratar a la muñeca, a arrastrarla por la playa, y se la devuelven a su casa en un estado lamentable.
A.J y Josie no dan crédito a lo que están viendo: la muñeca está sucia y llena de arena. Y lo más inquietante... la muñeca tiene “el molde” lleno de arena... así que vemos a A.J. introducir una aspiradora por “el molde” de su amiga... quiero decir, de la muñeca, para limpiar la arena, mientras Josie contempla el procedimiento horrorizada.
El desenlace no es tan sublime como el proceso, ya que una vez han limpiado y decorado la muñeca, Steve Stevens llega a casa y dice “ella me gusta, pero te amo a ti”. Y no es la mejor frase de Stevens, a mi la que más me gusta aparece en el capítulo cuarto y es “Todos mis poderes de guitarrista se van si toco una guitarra rosa”. Y es que Josie quiere que su marido se compre una guitarra de su color favorito, algo a lo que Stevens no accede.
Pero accede a mucho más: la pareja decide montar una boda por todo lo alto. Casados desde hace año y medio, por circunstancias familiares nunca pudieron tener la gran celebración que alguien como Josie merece. Así que en plena licorería, Stevens le propone matrimonio de nuevo y empieza el espectáculo.
La preparación de la boda es muy divertida, pero no tiene grandes momentos comparables a la fabricación de la muñeca. Por supuesto, no puede ser una boda convencional ni tradicional, y Josie choca con su amiga Etty Farrell (esposa de Perry Farrell, de Jane’s Addiction), hasta que finalmente, y maridos mediante, ambas se disculpan y se reconcilian.
Por supuesto que todo esto es un teatro. Pero la conversación entre Perry Farrell y Steve Stevens a propósito de la discusión que han tenido sus mujeres porque una le ha dicho a la otra que los vestidos de las Damas de Honor no son apropiados, es surrealista. ¡Se ponen muy serios y trascendentes!
¿Y qué me decís del sastre (lo veis en la foto) tomándole las medidas para el traje de novio a Steve Stevens mientras se entera de todo...? Surrealismo puro y duro, pero surrealismo delicioso, al fin y al cabo. Otro momento desternillante es cuando, el día de la boda, Farrell señala lo atractivo que está Stevens vestido de novio, a lo que este pregunta si quiere casarse con él. Farrell, que os recuerdo se ha transformado en Andrés Pajares, le responde:
“Ay pues sí! Sería divertido! Podríamos componer canciones juntos en la cama...”.
Stevens se queda descolocado y no pierde tiempo en aclararle que estaba bromeando. Con Perry Farrell toda precaución es poca.
Está claro que con la boda de Josie y Steve en ciernes, el resto de compañeras pierde protagonismo. La que menos papel ha jugado en estos dos episodios ha sido Susan Holmes McKagan (esposa de Duff, ex-Guns n’Roses y Velvet Revolver), y A.J. ha servido de comparsa a Josie, lamentándose de lo poco cooperante que está su Billy Duffy (guitarra de The Cult) y lo poco dispuesto que está a casarse con ella.
Etty ha tenido su gran momento psicópata en el capítulo tercero, mostrándose muy celosa ante la posibilidad de que Jane’s Addiction contrate una nueva bailarina para ocupar su lugar (algo que por otra parte, ella propone) y a continuación mostrándose como una psicópata en la organización de la boda de Josie.
Pero al final, Etty se sale un poco con la suya, y menos mal... Pensé que al final Josie se casaba en tanga, os lo prometo. Creo que en estos dos episodios, entre tomarse medidas para lo de la muñeca, las veces que se le cae la parte de arriba del vestido mientras limpia la muñeca, y el rato que pasa arreglándose para la boda sin ponerse el vestido, Josie Stevens ha salido más desnuda que vestida. Todo debidamente pixelado, no os vayáis a pensar... ¡Que esto no es Showtime!
Como anécdota os contaré que Josie desciende al altar montada en un columpio que la baja desde lo alto de la torre del castillo donde se casa. Como no puede subir a la torre con el vestido, sube en tanguita, con un chaleco de piel y taconazos de palmo y medio. Y en el tejado del castillo se coloca el vestido de novia. Pero yo la comprendo... si yo tuviese ese cuerpo también iría desnuda todo el día.
La boda es espectacular, preciosa y, sorprendentemente, no me harté de ver caras conocidas como esperaba. Sólo vi al guitarrista Dave Navarro, pero seguramente habían más y no se dejaron ver. Aluciné porque los padres de Josie son ¡¡normales!!
Y con el súper bodorrio de los Stevens, se acabó esta sesión doble de Married to Rock. Sigo siendo “talifan”. Tanto o más que el primer día.
3 comentarios:
No soy consumidora habitual de este tipo de programas, tampoco los demonizo, pero me rindo ante la magnificencia de Married to Rock.
Sé que no es un tema que interese al gran público de entrada, pero a mi me ganó desde el primer momento por motivos obvios.
Olvídate de The Osbournes. No tiene mucho que ver... salvo a que ambos tienen relación directa con el mundo del Rock, claro.
Adoro este reality. Es que las mujeres son muy grandes y los maridos también unos personajes.
Acabo de terminar el cuarto y casi me da algo con la boda y con la muñeca de Josie XDDDD ¡Cuando vuelve en otro caja adicional y echa polvo (y echada un polvo, probablemente :P) me descojonaba. Josie es la estrella con sus mamellas de desproporción auténtica y Etty con su momento espía al marido XDDD La que es modelo parece como muy equilibrada y AJ se pasa todo el rato con un marido que deja la sensación de que pasa de ella a no ser que sea para tirársela.
En fin, gracias por la recomendación, que me lo estoy pasando muy bien.
Un beso.
Dani, me alegra que mi recomendación haya tenido este resultado. La que es modelo que parece equilibrada (y yo no digo que no lo sea) es Susan Holmes McKagan, esposa de Mr. Duff McKagan. Mi favorita. Es lista, es guapísima, altísima, estupenda, y está casada con un Gunner. Así, para empezar.
A.J. también me encanta, además, me ha respondido un par de tweets y Carlos cuando la ve por la tv me dice "esa es tu amiga, ¿no?" y yo super contenta le digo que sí.
Las otras dos son menos "normales", pero las adoro. A Josie la necesito de mejor amiga y a Etty... bueno, yo su honestidad brutal se la metería por... jejejeje... pero ¡¡es que las adoro a las cuatro!!
Anoche acabé de ver todos los episodios. Pero no estoy triste porque no los he borrado, los iré revisionando y además, todo apunta a que habrá segunda temporada.
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