El próximo 16 de junio
se estrena una nueva serie histórica de la BBC: The White Queen, basada en la
Guerra de las dos Rosas y concretamente en la figura de Elizabeth Woodville,
esposa del rey Eduardo IV de Inglaterra. La serie es una adaptación de la
novela del mismo título de Philippa Gregory.
Inglaterra
está sumida en una contienda familiar, una guerra entre primos y hermanos,
descendientes todos de los Plantagenet, que luchan por la Corona. De hecho, la
saga de novelas en inglés se titula The Cousins War. Es el enfrentamiento
entre los Lancaster (cuyo emblema era una rosa roja) y los York y su rosa
blanca. Posteriormente encontraremos la rosa Tudor, que combina el rojo y el
blanco en su emblema… pero esto ya es otra historia.
Tras el
escándalo que supuso la boda de Eduardo IV (en el bando de los York) con
Elizabeth Woodville, una plebeya de origen noble cuya familia había luchado en
el bando de los Lancaster, la corte sufre un cambio radical. La familia del rey
queda un tanto desplazada, mientras que los Rivers (título que ostenta la
familia de Elizabeth) van haciéndose con el poder y controlando todos los
estamentos. Esto dará lugar a graves luchas internas, en ocasiones muy
sangrientas, y en las que tenemos un pequeño (muy pequeño) componente mágico,
en atribuírsele a Elizabeth, a su madre Jaquetta y posteriormente a una de sus
hijas, conocimientos de brujería.
La
ambición por colocar a sus hijos en el trono de Inglaterra es lo que conduce al enfrentamiento, siempre desde la distancia y de la manera más cortés, entre
Elizabeth Woodville y a su enemiga Margarita de Beaufort, madre de Enrique VII
(padre de Enrique VIII, como ya suponéis). Hay más mujeres jugando a este juego
de tronos*, como son Ana Neville, hija de Richard Neville, conde de Warwick y
conocido como The Kingsmaker (el hacedor de reyes). Pero en esta primera
entrega de la novela, la partida la juegan principalmente Elizabeth y Margarita.
La
narración es muy ágil y muy directa, ya que está en primera persona del
singular y casi siempre en presente de indicativo. El punto de vista es siempre
el de Elizabeth, y otros hechos en los que ella no está presente nos son
explicados a través de cartas o de otros personajes que mantienen conversaciones
con la reina.
La Reina
Blanca me ha gustado mucho más de lo que esperaba, le he dado un 4/5 en Goodreads y en breve quiero leer la segunda parte, La Reina Roja. También estoy
impaciente por empezar a ver la serie, a juzgar por los trailers, me da muy
buen feeling.
*Una de las fuentes de inspiración que tuvo George R.R. Martin para escribir Canción de Hielo y Fuego fue precisamente esta contienda, así como lo fueron los Lancaster y los York a la hora de crear a los Lannister y los Stark.