Etgar es un chico británico de 15 años aficionado a las drogas, al alcohol, a salir con su novia y sus amigos, y al cine. Y lo que Ben Brooks nos cuenta en Lolito es lo que le sucede a Etgar durante unas vacaciones de Semana Santa que pasa solo en casa.
Para empezar, descubre que su novia Alice le ha sido infiel, y para terminar, acaba practicando sexo con una mujer bastante mayor que él. Tranquilos, relajad las quejas, esto no ha sido un spoiler sino el quid de la cuestión, el tema central y lo que da origen al título de la novela, al fin y al cabo.
Entre un hecho y el otro: mucho alcohol, drogas, una alimentación pésima y una despreocupación total por lo que ocurre en su casa y a su perro Amundsen.
Lolito es una novela en la que nos metemos unos días en la vida de Etgar, en la de su familia y sus amigos, descubriendo por qué es cómo es, por qué siente como siente y piensa como piensa, con la ayuda de algún que otro flashback muy bien escogido y colocado dentro de la historia.
Una historia divertidisima, con multitud de referencias a la cultura popular más actual.
Los momentos más cómicos los he encontrado en esas pequeñas peleas entre lo que el protagonista dice y lo que piensa, entre lo que pretende ser y lo que realmente es, y que han conseguido provocarme más de una carcajada.
La narración es ágil y el lenguaje utilizado bastante sencillo. La he leído en Inglés y no ha sido difícil. El argot es abundante, pero para nada difícil de entender.
Una lectura muy entretenida, divertida y provocativa, que se puede terminar en un par de días. No es pretenciosa, no creo que quiera ir de la mano de la otra Lolita en el imaginario colectivo, pero sin duda es una vuelta de tuerca y una interesante y renovada versión del clásico.
