viernes, 31 de diciembre de 2010

Un 2010 Sin Piedad (o El Trol Seriéfilo)


En estos días en los que abundan esas listas de Lo Mejor del Año, he pensado: ¿Y por qué no hablar de mis malas experiencias seriéfilas a lo largo de este 2010?. Criticar es el deporte nacional y yo soy muy deportista (carcajadas).

Si por algo se ha caracterizado el 2010 que hoy despedimos, ha sido por mi falta de piedad o de paciencia con las series. Creo que en ningún otro momento había sido tan radical a la hora de echar el cierre y de mandar una serie a la basura. Y comentarios como: "¡No me puedo creer que no te guste La Casa de la Pradera!", "Eso es que no has captado la mitología de Barrio Sésamo", o bien "Dale una oportunidad, El Equipo A es una serie de personajes", no ayudan.

Desde que la programación de la tele convencional dejó paso a las descargas compulsivas de capítulos, me había visto siendo compasiva y misericordiosa incluso con aquellas que no soportaba, por el simple hecho de querer encontrar en ellas las excelencias que otros contaban. "Tranquila, la serie mejora... sólo tienes que llegar al capítulo 62 de la séptima temporada y verás qué pasote". ¡¿En serio?!

Por supuesto, han habido excepciones. Dos excepciones, para ser exactos: Battlestar Galactica, que para mi ha sido y será siempre la serie ideal para echarse la siesta, y The Wire, con la que sudé (literalmente, porque la vi en verano), pero de la que finalmente me quedó un recuerdo bastante satisfactorio. Estas dos las terminé, más por cabezonería que por otra cosa. ¡¿Quién vas a poder más: tú o yo?! Pues yo, está claro. Valiente tontería...

Aquí va el repaso a las que no dudé en eliminar del disco duro y archivar en esa web tan desprestigiada últimamente (por méritos propios) que es Mytvshows.

¡¡Viva el Mal, Viva el Capital!!

Anatomía de Grey: Prefiero ni pensar en ella porque temo caer de nuevo. Es como una droga de las chungas. Acabó en mayo la anterior temporada y acabó mi relación con ella. "Lo nuestro no puede seguir así, esta relación es destructiva para ambas". ¡Que no, que no, que no...!

Band of Brothers: Si la temática ya no interesa, es tontería sorprenderse cuando la serie no gusta. Pero ante insistentes recomendaciones, le di una oportunidad a la serie protagonizada por el malogrado "Charlie Crews" de Life. Es curioso que precisamente ese valor que otros ensalzan de la serie, que es lo que se profundiza en la personalidad de los personajes y las relaciones entre ellos, es lo que yo eché de menos en la serie bélica. Aburrida, lenta, pesada... Abandonada tras cinco episodios, de los cuales no guardo ni un sólo recuerdo que valga la pena.

Better with you, Chase, The Defenders, The Event, Shit my Dad Says, Outlaw, No Ordinary Family, Running Wilde y The Whole Truth: Si uno de mis temores era engancharme a demasiadas series a principios de la temporada, la mediocridad de estos estrenos me pusieron las cosas tremendamente fáciles. La limpieza en el gestor de descargas fue antológica.

Bored to Death: ¡Qué bien elegido está el título para esta serie! ¿Otro fracasado que se arrastra por Nueva York? No, gracias.

Breaking Bad: ¿Enfermo terminal, decías? Angustiosa y desagradable, y de nuevo, con un tema introductorio que no me apetece nada ver. Tampoco conecté con los personajes, ni me parecen actores como para estar dando volteretas masturbatorias en el aire. Cinco episodios duró mi relación con esta "vaca sagrada".

Burn Notice: En algún momento del segundo episodio me vi abriendo un libro. Y ahí terminó lo nuestro. Mi novio siguió con ella un tiempo, tiempo en el que yo avancé mucho con mis lecturas y otras labores.

Caprica: Aunque Battlestar Galactica me pareció insoportable y soporífera, salvo contadas excepciones en forma de capítulos, este spin off que no es bien bien un spin off sino una precuela después de... en fin, Caprica, no me desagradó en un principio y gran parte de culpa la tuvo Eric Stoltz, la fotografía y la ambientación. Me sentaba a verla y pensaba "está bien hecha, está hecha con gusto". Pero llega un momento que el buen gusto no es suficiente, que sabes además que la han cancelado y que tienes otras cosas por ver que te apetecen más. Y siendo totalmente desconsiderada, la abandonas. La vida es así.

Castle: Leo el otro día en el Twitter de Montsinya que en las carátulas de los DVDs la venden como "La serie definitiva sobre crímenes sin resolver" y mis carcajadas retumban como las de cualquier malvada madrastra de Disney. Harta de ver a Fillion hacer el payaso, harta de verle desgastar a su personaje hasta convertirlo en un ser ridículo, y antes de cogerle manía ciega a quien un día fue el Capitán Malcolm Reynolds, decidí darle la patada e invertir esos 40 y pocos minutos en ver cualquier otro procedimental o en irme a dar una vuelta, que tampoco está mal.

Chuck: Lo que más me gustó fue el episodio en el que sale Matt Bomer corriendo, rodando por el suelo, saltando... ¡y seguro que era un extra! No conseguí verle la gracia ni mientras la veía de frente ni mientras la seguí viendo de espaldas el resto del tiempo que mi pareja aguantó con ella.

Flash Forward y V: ¡Jajajajajajajajajajajajajajajajajajaa...! Ayyyyy...

The Gates: Mujeres Desesperadas + Vampiros y otras criaturas de la noche. Realmente no tenía mala pinta. Pero no me acabó de convencer. Con esta fui bastante despiadada, porque ni siquiera el "no está mal" me detuvo y la mandé a la papelera.

Haven: Estreno de SyFy de esta midseason que se llevó un post muy sentido en el que ya me quedé a gusto. No haré leña del árbol caído.

Him&Her y Louie: Van en pack porque ambas me afectaban al estómago. La primera, por razones obvias, porque es lo más grotesco, bizarro, obsceno y guarro que he visto en televisión desde aquel cuarto episodio de Psychoville; la segunda, porque su personaje principal "olía" a través de la pantalla. Su aspecto, su manera de hablar, de moverse, las situaciones en las que se veía... me producían mucho desagrado. Un desagrado en el sentido de... ¿Se nota mucho que estoy luchando por no escribir "Asco"?

Human Target: Mirad que me parecía divertida, de esas para no pensar. Rollo blockbuster de acción de tiros y patadas y explosiones. Pero a veces, aunque yo me crea que no, necesito algo más. Y no sé lo que es, pero la sensación de serie vacía que tuve al ver Human Target es la que me llevó a dejarla y a no pensar más en ella hasta este momento.

Memphis Beat: Aguanté para ver a Juliette Lewis, porque es una tía que me gusta y me cae bien. Si no hubiese sido por ella, no hubiese visto el segundo episodio. ¿Es quizá Jason Lee el peor "actor" sobre la faz de la Tierra?

Parenthood: Gracias a Parenthood mi relación con Las Chicas Gilmore se quedó en "rollo de una temporada". Daños colaterales, se llaman. Y citándome a mi misma (que quieras que no, da gustico): "bastante tengo con mi familia para aguantar también a la tuya".

Past Life: El actor que interpretó a Toby Siegler en El Ala Oeste de la Casa Blanca aparecía en esta serie. Yo vi el primer episodio. Tengo una chapa conmemorativa, imaginaria, que lucí orgullosa cuando la cancelaron una semana o dos después de su estreno. Seguro que ya ni os acordabais de ella...

Pretty Little Liars: Las circunstancias eran favorables. Mis cuatro compañeras de podcast se engancharon a esta serie "teen" y la comentaban en nuestros correos grupales. Con este respaldo, era fácil que la serie me interesase y hasta me resultase divertido comentarla después. Pero no, inexplicablemente, no me sentí a gusto en ese vagón y tras dos o tres episodios, me bajé del tren.

Psych: Visto un episodio, vistos todos. Quería dedicarme en estos días libres, y no llegué ni al ecuador de la primera temporada. La resolución de los casos es tan previsible o inverosímil, que en ocasiones te sientes insultado. Y no, señor Spencer: no es usted tan gracioso como se cree.

Saving Grace: O "Cómo caer en picado en dos cómodos plazos". No veremos la tercera temporada, no señor. Muchas razones, pero voy a dar la más absurda: cuando Grace y los suyos se ponen a reir a carcajadas y a hacer el tonto, fingiendo que se lo pasan pipa, me dan ganas de liarme a tiros con ellos.

Spartacus: Me dice mi pareja "cariño, ¿vemos Spartacus?". A lo que yo le respondo: "Mi vida, ¿acaso tengo polla?". Y con esto os lo digo todo. Vi el piloto casi entero. ¡Casi! En fin, pasadme una jeringuilla con testosterona y a lo mejor podemos empezar a hablar.

Treme: Realmente, no puedo ser un Trol con esta serie, aunque su música y su ambientación no me fascinasen como a muchos de los que la siguieron. Vi el piloto y me gustó moderadamente, pero no lo suficiente como para dedicarle mi tiempo ni para prestarle la atención que me dio la impresión que merece. Y no la rescataré como rescaté The Wire. He pasado página.

Veronica Mars: Y aquí tenemos otra "vaca sagrada". Pues a mi, tras ver la primera temporada, me sigue pareciendo una serie mediocre de instituto. No me lo tengáis en cuenta: terminé el instituto hace exactamente... Bueno, ¡¿qué más da?! No demasiado. La cuestión es que no le encontré la gracia a la protagonista en ningún momento, es más: me pareció una niñata repipi y marisabidilla. Ahí tengo la serie original comprada. Un regalo con mala puntería. Si alguien la quiere, se la vendo o se la cambio.

The Walking Dead: Yo ya sabía que no me iba a gustar. Pero con el primer episodio me sorprendieron y pensé "oye que esto no va a estar tan mal a pesar de ese medio esqueleto arrastrándose por el suelo tan horrible que acabo de ver". Pero tras ver el tercero... No me gusta pasarlo mal y con esta serie lo pasaba mal. Y fui buena y le dediqué un post y todo. En los comentarios descubriréis por qué no me gustó The Walking Dead: ¡¡Era una serie de personajes y yo no lo había pillado!! Boooom... mil guionistas han muerto. Por vuestra culpa.

Warehouse 13: En serio que quería que me gustase, porque mi novio está súper enganchado y le encanta. Pero yo era ponerme a ver Warehouse 13 y caer en un estado de sueño profundo. Era como oir la palabra "Flex". Fenómenos inexplicables.

Y llegados a este punto puede dar la sensación de que no veo series, de tantas que he deshechado. Pero es que en realidad, ¡¡dan muchas!! Afortunadamente, dan tantas, que nos podemos permitir el lujo de ser selectivos y, en ocasiones... un poquito crueles.

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Married to Rock: Guerras Paternales y Desnudos por la Paz. (S01e02).

Con alegría, entusiasmo y con el espíritu talifán latiéndome en el pecho, vuelvo con la segunda entrega de Married to Rock, el reality sobre señoras estupendas que comparten la vida con estrellas del Rock, que nos regala envuelto en lace & leather E!Online.

Si queréis saber más, aquí está el post sobre la presentación del show, el cual os recomiendo aunque tiene como contratiempo la ausencia irritante de subtítulos. Que este detalle no os detenga: lo vais a pillar todo por el contexto y algunos y algunas también os alegraréis la vista.


Aunque la auténtica protagonista de este segundo episodio del reality Married to Rock ha sido AJ Celi, lo primero que quiero destacar son las inseguridades de Susan Holmes McKagan a la hora de posar desnuda en una sesión fotográfica.

Querida Susan,

Si yo tuviese tu cuerpo, iría desnuda por la calle. En verano, se entiende, que ahora estamos a menos dos grados por estas latitudes, y no apetece.

Pero vamos, ha sido interesante comprobar lo que ya sabíamos: todo el mundo tiene sus inseguridades, aunque sean ex-modelos impresionantes. Susan sabe que no tiene 20 años, que ha sido madre de dos niñas... y ya no está segura de su cuerpo como solía estar. Suerte tiene que ahí está su espléndido marido Duff McKagan para animarle a aceptar el trabajo, y para presentarse en la sesión declarando convencido y muy acertado:

"Es que mi mujer está muy bien desnuda".

Las apariciones del ex-bajista de Guns n' Roses y Velvet Revolver en este reality show son más numerosas de lo que yo esperaba, pero menos de lo que podemos ver del guitarra de The Cult, Billy Duffy, y novio de la anterior mencionada AJ Celi. La primera pregunta que me viene a la cabeza es: ¡¿Cómo se presta a según qué?! Y es que en este segundo capítulo hemos visto el teatrillo de los problemas de pareja que Duffy y Celi están teniendo, amenizados por la aparición del padre de la joven, que no duda en meter cizaña, sobre todo en contra de su hija.

De acuerdo que, como digo, estamos viendo un teatrillo, o precisamente por eso, yo me pregunto cómo un músico serio, con una carrera respetable, nos abre las puertas de su casa y sobre todo, nos muestra sus miserias, sus problemas de pareja, y accede a mostrarse molesto ante las cámaras por lo desorganizada y desastrosa que es su novia. Vemos la puerta del garaje que se estropea, los cables puestos de una manera que a él no le gustan... y sobre todo, vemos a un Billy Duffy más padre que novio para AJ Celi.

AJ querida, ¿no tenías bastante con un padre? ¡Pues ahora tienes dos! Y si no, otro día te buscas un novio más joven.

Su padre es todo un personaje, un señor que no duda en bajar del coche y dar unos pasos de baile en plena calle, ante la atónita mirada de su futuro yerno, así como tampoco duda en debatir ante las cámaras los pormenores de la relación de pareja que mantiene su hija, sermoneando a la pobre chica, que no da crédito. Vemos al señor Celi junto a Duffy y parece más un amigo que su suegro.

Obviedades y comentarios sobre la edad a parte, nuestra amiga AJ tiene sus trucos infalibles para volver a ganarse el favor y el cariño de su novio. No utiliza los sabios consejos de su amiga Etty Farrell (esposa de Perry Farrell, de Jane's Addiction) sobre intentar ser menos mandona y más responsable, sino que tiene sus propios métodos para arreglar cualquier situación adversa:

"Te he echado de menos. ¿Vamos a la cama?", propone AJ. "Es la mejor idea que has tenido en todo el día", le responde Billy. Y al final de este ajetreado día, enfundada en su pijama (y en su maquillaje perfecto), AJ nos regala unas perlas de sabiduría de incontable valor, que traduciré de la mejor manera posible:

"Una chacha en la cocina, una señora en la calle y... una porn star en la cama. Yo por lo menos tengo asegurada una de esas tres cosas".

No ha sido un episodio en el que hayan sucedido tantas cosas como me dio la sensación viendo el primero. Pero sin duda, ha sido un capítulo colosal que ha empezado con Duff McKagan gritándole a su perro, y eso no tiene precio. Sigo siendo talifán y la única pega que le pongo es que 22 minutos se me hacen cortos, que muchos de los vídeos extras en internet tienen geolimitación, y que pasan demasiados días entre capítulo y capítulo. ¡¡Necesito más!!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Supernatural: Vés quina gràciaaaa...!!

Post original de Octubre de 2009, actualizado con las tomas falsas de la 5a temporada (al final).

Esta semana la CW ha hecho descanso de Supernatural. Aunque sería más correcto decir que no ha emitido episodios nuevos y que a ha emitido una reposición del primer episodio de esta 5a temporada: Sympathy for the Devil.

Yo me he buscado un entretenimiento alternativo: las tomas falsas.









viernes, 3 de diciembre de 2010

Sons of Anarchy: Sutter ya se quedó a gusto... Ahora es mi turno

Parece ser que ya está todo dicho al respecto de esta tercera temporada de Sons of Anarchy a la que acabamos de decir adiós. Y esto siempre me frena a la hora de publicar un post. Tenía este en mente como algo que debía hacer, esperando a ver una Season Finale que por muy espectacular que fuese (y no lo fue) no iba a cambiar mi impresión general sobre el conjunto de la temporada, pero, ¿qué podía añadir yo que no se hubiese dicho ya?

Echando la vista atrás, leyendo algunas de las entradas que escribí sobre la serie de Kurt Sutter en este mismo blog, desde septiembre de 2008 hasta noviembre de 2009, me doy cuenta de que lo que yo puedo añadir es precisamente el punto de vista de una fan (a veces incluso tali-fan), que ha recibido la gran bofetada de la decepción por parte de una serie que fue su preferida y que actualmente considera una triste parodia de lo que un día fue. Y ojo con los spoilers.

Soy muy consciente de que quedan fans felices y satisfechos con lo que acaban de ver y sólo les puedo decir dos cosas: la primera, os envidio, os habéis ahorrado llevaros un disgusto y una decepción; y la segunda: no os toméis como algo personal lo que voy a decir a continuación. La tercera temporada de Sons of Anarchy no sólo ha despertado al Troll que llevo dentro sino, que le ha dado calor, lo ha alimentado y de recopetín, le ha dado un fuerte abrazo.

Considero que los personajes estrella de la serie han sido maltratados con líneas ridículas y actitudes absurdas. Tengo unos amigos que ya en las primeras dos temporadas de SoA me decían que los miembros del Club les parecían "muy tontos". En esta tercera temporada entiendo lo que querían decir y estoy de acuerdo con ellos. Pero los personajes no son más que marionetas en manos de un equipo de escritores capitaneados por un señor que declaró no hace mucho en su blog no estar nada cómodo con el trabajo que está realizando.

El señor Sutter incluso ha bromeado recientemente sobre lo que le ocurrirá al personaje de Jax Teller en la cuarta temporada, augurándole un viaje a Rusia, en el que se enamorará... Vamos, que me parece muy bien que se ría de si mismo, tras haberse estado riendo del público en los últimos tres meses y pico. Entiendo que no sería su intención, y no pretendo ejercer de adivina ni de psicóloga, pero está más que claro que este caballero ha visto y ha reconocido el mal que ha hecho, y por eso le admiro. Ahora le deseo mucha suerte y que las musas no le abandonen en la creación de una cuarta temporada que tiene un camino interesante por recorrer, a juzgar por lo que hemos visto en el cierre de la tercera.

Y hago un alto en el camino para recordar aquella primera promo tan horrible que vimos allá por el mes de agosto. ¿Era acaso esta promo tan mediocre un avance de lo mediocre que iba a ser la temporada? No sé si será siempre cierto lo de las primeras impresiones, pero en este caso me viene que ni pintado.



Las promos que siguieron mejoraron mi percepción y consiguieron ilusionarme con lo que estaba por venir. Pero la serie a la que yo adjudiqué el título de Mejor Serie de 2008, de "obra maestra" en su segunda temporada, para la que no tenía "halagos suficientes" y la que me ofrecía tanta acción y emoción que me hicieron pensar que los ojos del espectador iban a "salir disparados de sus cuencas", no terminaba de levantar el vuelo. Sons of Anarchy planeó tristemente en los primeros capítulos de esta temporada, para acabar estrellándose estrepitosamente en algún punto de la costa irlandesa.

Pasé de recomendar la serie con entusiasmo a todos mis amigos y conocidos, a indignarme por tanto despropósito, tanto fallo de raccord (algo que me molesta en exceso) y tanta frase absurda. Pasé de la indignación al sarcasmo, y del sarcasmo a la carcajada, a veces una carcajada de pura incredulidad. Los momentos de vergüenza ajena se multiplicaban y el episodio número 11 de esta tercera temporada fue el punto más álgido, digno de considerarse un capítulo-bloopper, o de tomas falsas.

En este episodio número 11 tenemos a Jax preguntándole a su hermana si "hubiese sido malo" que se hubiesen acostado; tenemos a Opie y a Jax actuando como auténticos descerebrados contaminando la escena de un crimen con el único objeto de poner "bonitos" a dos muertos encima de una cama; tenemos papelitos que aparecen por sorpresa en un tocador y que solucionan una temporada entera... y en el episodio 12 podemos observar cómo a Stahl se le evapora el bolso (ejemplo de fallo de raccord) antes de subirse al coche con Gemma.

La misma Gemma me parece un claro ejemplo de persona merecedora de la frase "tú antes molabas". Mi personaje favorito de la serie se ha convertido en una madre pesada, entromedita, mangoneante, metomentodo. Siempre fue un poco marimandona, y siempre llevó a su hijo por dónde quiso. Pero esto, bien llevado, tenía su gracia y su atractivo, porque dotaba al personaje de la fuerza necesaria para plantarse y no ceder ante los deseos de los hombres del Club. Pero en esta temporada Gemma parecía que estaba dispuesta a fastidiar todos los planes, a complicar la vida porque sí... Vamos, la típica vieja que va metiendo la pata porque parece que no sabe lo que hace.

¿Sabéis a lo que me ha recordado? Cuando Brennan en Bones se pasa haciéndose la tonta en cuanto a las cosas del día a día. Me explico: resulta gracioso cuando Brennan desconoce una expresión coloquial determinada, pero caricaturiza al personaje cuando esto se repite hasta la saciedad. Del mismo modo, resulta atractivo que Gemma demuestre su rechazo a hacer lo que le ordenen sus hombres, pero cuando esta actitud se repite tanto, y además se carga los planes y complica las tramas gratuitamente, se hace muy pesado. Además, y aquí cargo de nuevo contra el funesto capítulo 11: ¿ahora sujetamos a bebés a punta de pistola? Esta no es la Gemma cañera, fuerte e independiente que a mi me gustaba, esto es una señora mayor que no está en sus cabales. Aunque el bofetón que le arrea a su hijo en la cocina de Maureen Ashby es digno de aplauso. ¡Qué envidia me diste, Gemma!

Y es que Jax en esta tercera temporada ha estado horrible. No me meto en cuestiones estéticas, primero porque no tocan y segundo porque no me interesan lo más mínimo, me meto en cómo se ha maltratado especialmente a este personaje: vapuleado con tramas en apariencia importantes que luego tienen una resolución precipitada, ridiculizado con frases absurdas que han logrado dejarlo como a un idiota integral. Charlie Hunnam nunca me ha parecido un actorazo, pero en esta tercera temporada el catálogo de caritas de enfadado y de sonrisitas soñadoras me ha producido fuertes arcadas. El momento mercadillo de este episodio 11, mi capítulo favorito por lo visto, me ha parecido de vergüenza ajena. Suerte que una camiseta del Barça colocada en el sitio adecuado y en el momento justo cambió la escena.

Bromas a parte, que no me hagan creer que un hombre se plantea dejar a su hijo en manos de una pareja de extraños porque contempla una imagen idílica y porque un cura le ha susurrado cuatro cosas al oído. Y menos si ese hombre es Jax Teller, el Príncipe del Club SAMCRO, el más duro de Charming, de gatillo rápido y de buen torturar, y que presuntamente los ha de tener cuadrados, porque no me lo creo. Lo digo: un personaje maltratado y ninguneado.

Pocas cosas me han ayudado en mi travesía a lo largo de la temporada. El "never surrender", la esperanza de que la cosa mejorase, que perdí a mediados de temporada. Así que me dediqué a disfrutar, a mi manera, de lo poco que podía sacar en claro: momentos clave, vasitos de agua en el desierto y por qué no, de algunas risas. No podía ni plantearme el abandonar la serie que había significado tanto para mi y que tantos buenos momentos me había dado. Tenía que aferrarme a pequeños momentos como el atropello brutal del "Deputy" Hale o la ejecución de Stahl. Pero me han parecido meras migajas, porque para cerrar una temporada tan insulsa yo hubiese escogido una muerte más impactante y por un momento pensé que había llegado la hora de Clay.

Migajas, no nos han dado más que migajas. A mi no me ganas con peleas callejeras sin sentido, ni con un rubiales desnudo con tatuajes feísimos de pega, ni con apaños de última hora para solucionar tramas que no sabes cómo cerrar, ni con secretos medio velados, ni con cartas que cuentan algo que todos suponíamos, ni con risotadas del tipo "Inocente, Inocente" dentro de un furgón de la policía. A Sons of Anarchy le pido más, porque sé que puede darme mucho más de lo que nos ha ofrecido en una tercera temporada patética y digna de olvidar.