lunes, 26 de julio de 2010

Series en Verano de 2010: Tercera parte

Quien bien te quiere te hará llorar...

Eso dicen. En este caso, es una exageración, pero me sirve como pie para contar mi experiencia (traumática) con la serie Louie. Alguien querido, de hecho fue Thursnext, me la recomendó... Y no me ha hecho llorar, pero me ha parecido un horror de serie. De esas que te afectan al estómago. Y siento ser tan brusca, pero es que hay veces que no se puede maquillar lo visto. Nada. Horrorosa.

Sigo con (o mejor dicho, contra) Haven. Me puse con el segundo episodio más por curiosidad que por otra cosa. Y creo que lo que más me repele de la serie son sus dos protagonistas, la FBI rubia y el policía pseudo-guaperas. Además, el segundo capítulo me pareció una especie de repetición del primero, en parte porque alguien enfadado provoca algún acontecimiento negativo y fuera de lo común, y las personas a su alrededor, sospechosos de entrada, al final resultan ser las pobres víctimas que tanto le quieren. No os puedo dar más información porque no acabé de ver el episodio. Confirmado el descarte.

The Gates es otra que he descartado. Me puse con el tercer episodio sin muchas ganas, porque aunque el piloto no me pareció del todo mal, y el segundo tampoco fue tan horrible, los primeros minutos del tercero me hicieron preguntarme: "¿Qué narices estás haciendo perdiendo el tiempo con esto?". Penosa y lamentable.

Con vuestro permiso, me quito la cresta punki y me marcho a prados más verdes, en los que me siento más a gusto brincando sin sobresaltos, ni para bien ni para mal: es el prado de White Collar, que ha regresado con esta segunda temporada tal y como nos dejó con la primera. ¿Y cómo es eso? Pues no lo sé describir muy bien, ya que la serie es un "ni fu ni fa" en toda regla, pero que me gusta y me entretiene. Además, Matt Bomer es tan rematadamente guapo, que sólo con verlo alimenta.

Más de lo mismo estoy encontrando también en esta séptima temporada de Entourage. Vi el primer grupito de tres capítulos este fin de semana y he de decir que eché de menos a Ari Gold y a Lloyd. Para mí Gold es el auténtico interés de la serie, y me supo a poco. De momento, nada nuevo bajo el sol. Tenía muchas ganas y al final lo que sentí fue bastante indiferencia.

Y paso de la indiferencia a la experimentación para hablar de Pretty Little Liars. Tengo a las Slayers al completo enganchadas a este otro culebrón adolescente. Sólo falto yo y, tras haber visto el primer episodio, tengo algo de curiosidad por ver cómo sigue. Pero para no faltar a la verdad diré que tengo muy poca curiosidad. Vamos, que el piloto no me gustó. Que me pareció Sensación de Vivir (90210) meets Sé lo que hicisteis el último verano. Creo que no vamos a ser grandes amigas, pero aún tengo que ver un par de capítulos más para asegurarme... que tras la experiencia The Vampire Diaries, una ya no sabe lo que se va a encontrar.

viernes, 23 de julio de 2010

Rizzoli & Isles: Ni más ni menos

A veces la primera impresión no engaña. Con Rizzoli & Isles, todo lo que pude imaginar al leer la sinopsis, ver las fotos promocionales y alguna promo, se ha materializado con el visionado de los dos primeros episodios. Y esto no tiene por qué ser necesariamente malo.

Lo primero que pensé de esta nueva serie veraniega de TNT fue: "Como Bones pero con dos chicas". Salvando las distancias, se parecen bastante. Es una serie policíaca de casos autoconclusivos, en la que vemos también algo de la vida privada de sus protagonistas.

Maura Isles y Jane Rizzoli son además amigas, y muy diferentes entre sí, como lo son Booth y Brennan. Me gusta mucho lo cómplices que son, no sólo en el trabajo, sino incluso a la hora de lanzarse miraditas cuando algún tío interesante entra en escena. Cuando Rizzoli necesita huir de su casa y de su familia, la vemos acudir a casa de Isles, donde tiene una habitación preparada, además de compañía, apoyo y consejo.

Y cuando Isles se comporta como ella suele comportarse, tiene a Rizzoli dándole instrucciones sobre cómo debería relacionarse con los que la rodean. Porque en ese sentido, Isles sí es un poco Brennan, ya que tiene problemas para socializar y, tal y como ella misma nos dice en el segundo episodio: "me daban miedo las personas vivas".

Maura Isles no es una antropóloga forense como Brennan, pero sí es una médico forense y un cerebrito peculiar, y Jane Rizzoli no es una agente del FBI como Booth, pero sí que es una Detective de Homicidios bastante dura, que ha preferido dedicarse a su carrera a elegir una vida familiar. Y esta decisión le supone vivir en batalla constante con su madre.

Lorraine Bracco (la psiquiatra de Tony Soprano) da vida a la madre de Jane, y Chazz Palminteri es su padre. Tiene también un hermano pequeño que está empezando su carrera como policía y la toma como ejemplo a seguir. Los cuatro forman una típica familia italo-americana, de estracto humilde. Todo lo contrario a Isles, quien vive sola y es súper pija.

En el primer capítulo, Rizzoli va a verla a su casa y cuando ésta le abre la puerta le dice que parece que siempre esté preparada para una sesión fotográfica. Aún no sabemos de dónde le viene el dinero, pero por lo que he podido leer, lo sabremos y tendrá que ver con algún nuevo caso o nuevo personaje.

Como todas estas series de cable, en Rizzoli & Isles podemos irnos preparando para el desfile de caras conocidas en calidad de estrellas invitadas, y tenemos además un buen montón de secundarios que trabajan en la policía de Boston junto a las dos protagonistas, entre ellos: Donnie Wahlberg. Los más jóvenes lo identificarán por ser el hermano de Mark Wahlberg (productor ejecutivo de Entourage, por ejemplo) o por aparecer en la serie Band of Brothers, pero los que rondéis o superéis los 30, sabéis tan bien como yo que es y siempre será Donnie, de los New Kids on the Block.

Por el momento, y tras haber visto dos episodios, me quedo con Rizzoli & Isles. Sin ser nada del otro mundo, es justo lo que me esperaba. Y quizá por eso me siento cómoda viéndola. No hay sorpresas: una procedimental policíaca protagonizada por dos chicas guapas, fuertes, listas e independientes que tienen una bonita amistad. Ideal para ver tranquilamente una tarde o noche de verano.

lunes, 19 de julio de 2010

The Wire: 1a temporada (Alerta, Spoilers)

Decía en mi anterior entrada que confiaba en que el rescate de una vieja conocida alegrase un poco esta época de visionado de series que, desde el romance con The Vampire Diaries, está siendo un poco sosa. La elegida no era la más indicada para este fin, sobre todo teniendo en cuenta mi relación tormentosa con ella... pero los impulsos son así.

Esta, que para muchos es La Serie con mayúsculas, se me ha resistido durante los últimos meses. Tras cuatro intentos no fructíferos, volví a tener “antojo de The Wire”, le dí una cuarta o quinta oportunidad (ver para creer) y logré no sólo pasar del maldito capítulo 7 sino acabar la primera temporada.

Antes de seguir con mi opinión, un veredicto precipitado: me ha gustado. ¿Creo que es “La Serie”? De momento no. ¿Me ha gustado tanto como The Shield? De momento, tampoco. Pero en esto de las series cada vez lo tengo más claro: es depende de cómo te coja el cuerpo. Y mi cuerpo ahora está receptivo a The Wire.

La sensación de lentitud que tuve desde un principio no ha cambiado. Ya no me parece insufriblemente lenta, pero sí carente de acción. Supongo que todo es acostumbrarse al ritmo de la serie y valorar otro tipo de cosas, como algunos diálogos, situaciones y personajes. El otro día, una amiga me comentó: “es como una película muuuuuy larga”, y creo que tiene razón aunque yo iría más allá: es como un libro, como una novela muuuuuy larga.

Es como una novela por ejemplo en la manera en la que te presenta a sus personajes. Todos tienen una identidad completa y compleja, con nombres, apellidos, apodos, presente, pasado y futuro. De todos vamos a ir conociendo poco a poco el cómo y por qué han llegado a dónde están. Si al principio puede parecer un poco complicado acordarse de todos y relacionar caras con nombres, a lo largo de los 13 capítulos de la temporada acabas conociéndoles como si de tus vecinos se tratase.

Y como ocurre con tus vecinos, a algunos les tendrás más simpatía y a otros menos. Y en The Wire ocurre como en la mayoría de series de este tipo: que a veces te encuentras simpatizando con personajes que están “al otro lado de la ley” y ponen tu ética y tu moralidad a prueba. Incluso llegas a admirar la perfecta organización codificada que tienen en el bando criminal, con sus bípers, sus códigos numéricos y una serie de protocolos que dejan en pelotas al bando policial.

Al menos, durante los primeros episodios. Gracias a lo complicado que el bando de los narcos se lo pone al equipo policial, personajes que en un primer momento pueden pasar desapercibidos o incluso parecer que sobran, se hacen con un puesto importante, ascendiendo en la escala de las simpatías e incluso de la admiración. Es el caso de Lester Freamon y Prez, encargados de descifrar los códigos numéricos de los bípers, por ejemplo.

Pero no son los únicos, porque si Freamon y Prez descifran unos códigos es porque previamente alguien se encargó de idearlos, y aquí retomo lo admirable de la organización empresarial que Stringer Bell y Avon Barksdale tienen entre manos.

Todos los personajes tienen sus claroscuros, todos los personajes disfrutan de unos minutos de gloria a lo largo de la temporada. Todos tienen la oportunidad de demostrarte quiénes son y qué saben hacer, y tú vas a decidir con quiénes te llevarías mejor y a quién no podrías soportar si se diese el caso. Y a falta de buenas dosis de acción, estos personajes demostrarán lo que son a través de buenos diálogos y de situaciones a veces con un punto cómico que a mí particularmente me han parecido deliciosas, aunque absurdas.

Por ejemplo, The Wire logró captar mi atención, arrancarme una sonrisa y un sentido “¡Hombressss...!”, en esa escena en la que Herc intenta mover una mesa de un lado de la oficina a otro, atravesando una puerta. Para ello, solicita la ayuda de sus compañeros, y también la del Teniente Daniels. La situación ocurre bajo la jocosa mirada de Freamon, quien mastica una sonrisa al darse cuenta, como nosotros, que están empujando la mesa en direcciones opuestas, con lo que la mesa nunca se mueve del sitio. Es una escena algo estúpida y que no viene a cuento, de acuerdo, pero me pareció una manera fantástica de abrir un episodio en una serie tan dura como esta.

Porque The Wire es una serie dura, y es una serie violenta. Y ya no nos hemos de asustar a estas alturas de la película. Aceptamos la violencia como un mal necesario en las series y películas policiacas, e incluso estamos acostumbrados a un poco de brutalidad policial. En The Wire se nos muestra sin complejos y de la misma manera que vemos lo que la banda de Barksdale le ha hecho a Brandon, el amigo de Omar, también vemos cómo todos los policías que pisan la calle, hacen uso de la fuerza bruta indiscriminada contra sospechosos y convictos.

También vemos dureza en la manera en la que se nos muestra a los drogadictos como Bubbles. Vivimos su adicción desde primera fila, vemos prácticamente lo que le acontece día a día. Podemos casi olerle. The Wire suda realismo, y puede compararse en su costumbrismo con una serie tan opuesta a ella como es Friday Night Lights: porque nos enseña desde el almuerzo que los niños a cargo de Wallace se llevan al cole, hasta cómo monta McNulty los muebles de Ikea para el dormitorio de sus hijos.

Justamente cuando me he hecho a la idea de que esta serie policiaca estaba más cerca de Los Soprano que de The Shield, en lo que a ritmo y a costumbrismo se refiere, ha sido cuando he empezado a encontrarle la gracia. Agradecí la acción temporal que se vivió posteriormente al balazo que recibió Kima Greggs, pero he aprendido a no esperar grandes persecuciones, carreras, patadas a puertas, y ese tipo de cosas que tanto abundaban en The Shield, por seguir con la comparación.

La adrenalina y la tensión que no te dan este tipo de escenas, la podemos encontrar en la continua impotencia al ver que a este equipo de policías los logros se les escurren entre los dedos sin dar frutos, y que cuando más cerca están de resolver algo, Stringer Bell, Dee o cualquiera de ellos, les hacen un buen corte de mangas.

Pero a pesar de esta tensión, a esta primera temporada de The Wire le ha faltado pasión. Será por eso que no seguí la ley de la “temporada + 1” y que comenzaré la segunda temporada en algún momento de esta semana, sin prisa, pero sin pausa... como el discurrir de sus episodios.

viernes, 16 de julio de 2010

Series en Verano de 2010. Segunda parte

Acabé la quinta temporada de Doctor Who. Los capítulos fueron pasando bastante de prisa, aunque no con el afán compulsivo con el que vi las temporadas de David Tennant. No ha sido mi temporada favorita, pese a la mano de Moffat, de la que aún se habla y supongo que se seguirá hablando. Ha sido una temporada excelente, y sorprendente, muy cuidada en los detalles, con muchos giros, vueltas, tirabuzones... ¡¡Y con una companion maravillosa: Amy Pond!!

Para los amantes de los juegos temporales, para aquellos que no tienen claro si el futuro está escrito o si se puede cambiar... Es una temporada que te hace pensar y que te pone la imaginación, como es habitual, a tropecientas revoluciones por minuto. Y aunque Matt Smith me hizo gracia en seguida y me ha gustado mucho su interpretación, mi Doctor favorito (de los tres que conozco) sigue siendo David Tennant.

Acabé también con la cuarta temporada de 30 Rock. Impresionante. Nunca me acuerdo de lo mucho que me hace reir esta serie hasta que no estoy metida en faena. El momento en el que Jack trata a Jon Bon Jovi como basura, el personaje del británico Wesley Snipes, el capítulo de las madres, y el corte de mangas buenrollista de Kenneth, son de los mejores momentos y episodios que recuerdo.

Ha llegado el momento de hablar de True Blood, tras haber visto ya cuatro episodios de esta nueva temporada. No voy a decir que es la serie del verano, no voy a decir que es mi serie favorita, pero me está entreteniendo. Cada semana la veo con bastante puntualidad y esa hora que en la segunda temporada se me hacía eterna, ahora pasa en un suspiro. Buena señal de que ocurren cosas y que el bizarrismo de Alan Ball tiene captada mi morbosa atención.

No descarto un post completo dedicado a esta tercera temporada, ya que los momentos impactantes abundan, y los nuevos personajes que van apareciendo no me han dejado indiferente. Por el momento, destacar la escena "retorcida" entre Bill y Lorena, y la manera en la que nos engaña Alan Ball, mostrándonos escenas eróticas de todo tipo que al final resultan no ser lo que parecen.

Ha vuelto también Hung y, al contrario de lo que estoy haciendo con Entourage, he visto ya los dos primeros episodios. Entourage merece más consideración por mi parte, consideración que se la otorgo en forma de paciencia, de acumular episodios, para luego disfrutar de un buen maratón. Pero Hung no merece tanto cariño y esta segunda temporada ha vuelto, a mis ojos, peor de lo que se fue la primera. Está en la cuerda floja.

La franja de 20 y tantos minutos que hasta ahora ha estado llenando 30 Rock, tiene dos candidatas: Arrested Development y The IT Crowd, unos regalos de Noechan que todavía no he desenvuelto. Y otra comedia de breve duración que sí he probado y que además he aprobado es Hot in Cleveland. Leo en Twitter que no tiene buenas críticas. A mí me ha hecho reir mucho en sus dos primeros capítulos, así que continuaré mientras la serie se comporte y hasta donde me lo permita la cadena.

Pero no todas son buenas noticias y buenas impresiones: la cuarta temporada de Boston Legal está acabando con mi paciencia. Los chistes cada vez me parecen más ridículos y facilones. La ironía fina ha dejado paso a algún que otro momento escatológico, y la avalancha de nuevos personajes sin potencia da la sensación de vacío de poder. Ni Denny Crane está en su mejor momento, así que en este punto no sé si puedo darla por abandonada, ya que hace muchas semanas que no la toco, y ni me apetece ponerme con ella.

Mientras, ya estoy a punto de terminar esta última temporada de The Tudors, que no ha sido ni de lejos la mejor y sobre la que me gustaría escribir largo y tendido en un futuro. Desde la explosión de The Vampire Diaries y el gran impacto de la quinta temporada de Doctor Who, ninguna serie me ha dado grandes alegrías. Puede que el rescate de una vieja conocida, así como el comienzo de nuevas amistades me alegren el verano, pero eso ya os lo contaré otro día.

lunes, 12 de julio de 2010

El piloto de Haven: Mi opinión personal e intransferible

En el piloto de la serie Haven conocemos un pueblo en el que pasan cosas sorprendentes, y a unas personas con habilidades o patologías extrañas. Esto puede parecer muy guay a primera vista, pero que al final queda muy deslucido porque todos los personajes parecen idiotas.

Vemos por ejemplo a uno que tiene súper fuerza y lanza a la gente disparada por ahí, y otra que controla la meteorología con sus estados de ánimo, causando tormentas, granizo, niebla súper espesa y tornados. Ambos están implicados en un asesinato. Pero bueno, ¡qué más da que haya un asesinato!, ¡qué más da que controlen la meteorología o tengan súper fuerza!, lo importante es que él la ama y tiene que darle felicidad y calma para que no cause más tormentas eléctricas cuando se enfade.

¿Perdona?

Vamos, que lo que puede parecer algo muy interesante y atractivo para el espectador, acaba enfocándose de una manera tan ñoña que parece que aquí lo único que importa es EL AMOR.

El “presunto” love interest de la protagonista es un policía al que vemos al inicio del episodio salvándola de despeñarse con el coche por un precipicio. La carretera se hunde, y esto también tiene su explicación, pero como se ve en los últimos minutos del episodio, me abstendré de comentar mis impresiones para evitar spoilers.

Este policía joven es un pseudo-guapete con cuerpazo al que le gusta vestir camisetitas ajustadas. Punto a favor. Su “habilidad” es que tiene una neuropatía que le impide sentir dolor físico (visto anteriormente en House, seguro que lo recordaréis). Así que cuando le disparan en un hombro, hace un rápido giro de cintura y sigue corriendo hacia adelante como el malo de Terminator 2. Esto mola porque es muy de súper héroe y puede tener su puntito palote.

En Haven podemos ver también al actor que hacía de noviete de la niña de Six Feet Under, al que tengo una antipatía visceral que va más allá de todo sentido común. Si de joven me parecía horripilante, ahora que se ha hecho mayor me da la sensación que trabaja aún mucho peor que entonces. Pero esto es muy subjetivo, al igual que es subjetivo el hecho de que la música que suena a lo largo de toda la serie, ese piano solemne e irritante típico de agunas películas de misterio, me saque de mis casillas y haga que me rechinen los dientes.

Hay dos personajes curiosos que me han parecido bastante interesantes, de esos que seguro que esconden algo. Hablo de los editores del periódico. Pero gracias a ellos, volvemos a vivir una escena en la que nos damos cuenta de que los personajes son tontos, o para ser justos: no han sido escritos con cariño.

Situación: una huérfana a la que estos dos personajes creepy pero guays le enseñan una foto antigua donde sale una mujer CLAVADA a ella. Podría ser la madre que nunca conoció, una tía o lo que sea. Pues ella aparta el recorte como si nada, sigue con su investigación y sus cosas y al final del episodio, cuando está a solas con el policía guapete-regular de cuerpo estupendo, saca la foto, se la enseña y le dice que siempre ha soñado que su madre cogería un autobús, rescataría a todos los huérfanos de los orfanatos y la iría a buscar.

Pero qué me estás contando...

Naturalmente, al final del capítulo nos damos cuenta de que ella no ha sido destinada a Maine por casualidad (¡¿ah sí?!, no me digas...) y que su jefe (que se parece a Michael Jackson: miedito) trama algo y habla con alguien por teléfono al respecto de la decisión que toma la FBI-rubia-de-caderas-anchas de quedarse en Haven un tiempecito investigando el tema de la mujer de la foto (que es ella con peluca).

Vamos, que a lo mejor veo el segundo, a ver si la cosa se anima, pero siempre desde la distancia... Mucho tienen que cambiar las cosas para que deje de pensar que los protagonistas tienen un comportamiento ñoño, tonto y absurdo, y que de misterio ahí no hay nada, porque te van a acabar intentando convencer de que IT’S ALL ABOUT LOVE.

martes, 6 de julio de 2010

Música en Verano de 2010. Lanzamientos.

La verdad es que parece que se ponen todos de acuerdo. Varios grupos y solistas de Rock y Metal han publicado o van a publicar nuevos discos en estos meses de verano. Aquí voy a recopilar algunos de los que tengo constancia, aunque unos me interesen menos que otros. Las aportaciones (coherentes con el "espíritu" del post) serán bienvenidas.

Por ejemplo, hace un par de semanas, el veterano Ozzy Osbourne publicó su primer álbum en solitario desde 2007, que lleva por título Scream. Disco que ha provocado muchos comentarios (algunos no bien intencionados) sobre la ausencia de Zakk Wylde a la guitarra. Aquí está el primer single, Let Me Hear You Scream:

Tenéis el vídeo clip oficial en Youtube, pero la inserción está desactivada. Esta es la presentación de la canción en directo, el pasado 15 de junio en el programa de Jimmy Kimmel.

Por delante tenemos los lanzamientos del nuevo disco de Korn, que el próximo 13 de julio publican Remember Who You Are, y del grupo del batería de Pantera (Vinnie Paul) y el vocalista de Mudvayne (Chad Gray): Hellyeah, que el mismo día publican su nuevo Stampede.

Espero con ganas Book of Nightmares, el nuevo trabajo de Avenged Sevenfold. Sale en nada: el próximo 27 de julio, con una edición de esas que te hacen salivar. Y es que da gusto ver cómo algunos grupos ponen a la venta este tipo de ediciones, que hacen que valga la pena gastarse el dinero en algo más que un CD con un libreto cutre con dos fotos y agradecimientos.


Lo nuevo de uno de mis grupos favoritos llega el 3 de agosto. Se trata del nuevo disco de Buckcherry: All Night Long. Si escuchamos el primer single, del cual tenéis el vídeo clip a continuación, veremos que no nos encontramos con nada diferente a lo que podíamos esperar. Cosa que, por otra parte, a mí me parece perfecto.


El año pasado por estas fechas ya había podido verles en el festival Kobetasonik. Me sorprendieron gratamente y me lo pasé en grande escuchando en vivo a un grupo que sigo desde hace unos 10 años y que todavía no había tenido la oportunidad de disfrutar en directo.

Otro grupo que estrena disco en agosto es Black Label Society. La banda de Zakk Wylde vuelve con el álbum Order of the Black. Su lanzamiento será el 10 de agosto y este Parade of the Dead es el adelanto en forma de canción. A mí personalmente me ha encantado. Y me gustaría poder asistir a uno de sus conciertos, aunque me temo que para ello habrá que planear un viaje a Londres...


Desde que tengo a Zakk Wylde en Twitter estoy al tanto de su día a día de una manera que nunca imaginé. La verdad es que a veces creo que se pasa, informándonos a diario de su rutina de entrenamiento y mostrándonos imágenes de sus músculos. Creo que está perdiendo un poco el norte y, ya que estamos hablando de músculos y estética: barba ok, pero no nos pasemos.

Iron Maiden lanzará The Final Frontier el próximo 16 de agosto. El 21 de agosto cierran en Valencia una gira en la que están tocando un setlist nada atractivo desde mi punto de vista. El primer single, El Dorado, lleva unas semanas circulando y todavía no conozco a nadie que esté entusiasmado con el tema. Habrá que darle algo de tiempo...


El 31 de agosto, tras 8 años sin nuevo trabajo, vuelve el grupo de Joey Jordison (Slipknot): Murderdolls. A juzgar por el primer sencillo y por lo que he leído en alguna publicación especializada (yo soy terrible para poner etiquetas), parece que huyen un poco del punk rock de su primer disco Beyond the Valley of Murderdolls y los encontraremos más endurecidos. Sin querer entrar en debates de estilo, sólo diré que efectivamente, este primer sencillo sí me suena más metálico.


El disco se llamará Women and Children Last y este primer single lleva por título: My Dark Place Alone. Qué queréis que os diga... ¡¡a mí me encanta!!

Disturbed publica, también el 31 de agosto, Another Way to Die. Rebajados en alguna ocasión a la categoría de metal de segunda o de tercera división, cuentan con cuatro discos bastante dignos, siendo Believe el más conocido de todos. Veremos si se cumple el refrán que dice “no hay quinto malo”.

Y entrando ya en el mes de septiembre, además de lo nuevo de Kid Rock (del que aún se desconoce título y fecha exacta de lanzamiento), uno de mis grupos favoritos de los últimos años: Stone Sour (grupo del cantante de Slipknot, Corey Taylor), vuelve con Audio Secrecy. Será el 7 de septiembre y este es su primer single: Mission Statement.



Ahora queda esperar que todos estos se nos acerquen en sus giras y nos ofrezcan conciertos no sólo dignos, sino inolvidables. ¡Pero que no lo hagan todos de golpe otra vez!

lunes, 5 de julio de 2010

Series en Verano de 2010. Primera parte.

Y yo me pregunto: ¿por qué no pusieron a Tito y a Piraña delante para que saliesen en la foto?

Tras el maratón con The Vampire Diaries no he vuelto a encontrar una serie que me enganche con tanta contundencia. Quizá la quinta temporada de Doctor Who es la única que está consiguiendo captar mi atención de forma parecida a aquella, pero sabía que era una apuesta segura, así que no tiene mérito.

Hice una lista de propósitos veraniegos y la hice pública en el último programa de la temporada de The TV Slayers. Como curiosidad: The Vampire Diaries era una serie que “vería si me quedaba tiempo y sin ser prioritaria” y fue la primera en caer, con sorprendente resultado. La cuarta temporada de 30 Rock no estaba ni en la lista, y también está cayendo, sin prisa pero sin pausa, en esos ratos en los que no tienes tiempo para algo de 40 minutos.

Acabar Deadwood fue otro de mis propósitos, algo que no está siendo como esperaba: si la primera temporada me pareció excepcional, las dos que le siguen, sin llegar a decepcionarme, no me han parecido tan buenas como la primera. No sé si es debido a que hay más trama política, a la llegada de nuevos personajes que restan minutos a los viejos o qué. Pero las excelentes sensaciones que me dio la primera, no se han vuelto a repetir.

Y algo similar, y bastante sorprendente, me está pasando con The Tudors. He pasado a ser fan de este drama histórico, a no tener demasiado interés en ella. Vi el primer episodio y ahí me quedé. Me cuesta mucho encontrar el momento propicio para ponerme con los siguientes y despedirme para siempre de la serie de Enrique VIII.

Están siendo unas semanas de muchos desencantos y desencuentros protagonizados por oportunidades a series pendientes o a nuevas series. Las dos primeras a las que le di un tiento fueron Chuck y Burn Notice. Tanto de la primera como de la segunda vi unos cuatro capítulos y ninguna de las dos me parecieron merecedoras de más. Chuck me parece una serie “chorra” y no tengo nada más que decir, y Burn Notice es a mis ojos algo parecido a “Corrupción en Miami”, pero actualizada, con unos personajes que no me caen simpáticos.

Le llegó también el turno a Warehouse 13, otra de esas series veraniegas del cable, de la que vi su primer episodio doble cuando se estrenó, cayendo irremediablemente en los brazos de Morfeo. Y en esta segunda oportunidad no me dormí, pero agarré el libro y me puse a leer. No me gusta tampoco. Mi pareja la sigue viendo y yo estoy adelantando con mis lecturas una cosa bárbara. ¡Que tampoco está mal!

Termino la oleada de fracasos con Memphis Beat. A esta no pensaba darle una oportunidad, pero leí el post que le dedicó Noa en su blog y me animé. El primer episodio no me gustó nada, y gran parte de culpa la tiene su actor principal: Jason Lee. En Twitter comparé su actuación con la visión de un accidente de tráfico: es tan horrible que no puedes apartar la vista de él. Vi el segundo episodio porque salía Juliette Lewis y es una tía a la que me gusta ver, y me sirvió para confirmar que la serie no me gusta.

Pero no todo ha sido malo: el piloto de Rubicon ha sido un buen descubrimiento que ha pasado la prueba con Notable, y The Gates se queda en el aprobado justito pero no voy a hacerle el feo de dejarla aparcada, por lo menos de momento.

En cuanto a la primera, su trama conspiratoria, y sus personajes inteligentes me atraen mucho, y en cuanto a la segunda, es una mezcla algo bizarra entre Mujeres Desesperadas y el túnel del terror, con una trama intrigante de esas en las que tú lo sabes todo y el policía de turno tiene que descubrir lo que tú ya sabes. Creo que la ABC me pondrá las cosas fáciles y la cancelará pronto, así que no me quitará demasiado tiempo.

Dejo para otra entrega los estrenos de nuevas temporadas como Entourage o Hung, a las que todavía no he podido hincarle el diente, y mi opinión sobre esta polémica tercera temporada de True Blood, además de lo que pueda surgir...