Vivimos bajo el bombardeo constante de malas noticias y en un clima incierto que pone nervioso al más pintado. Por eso hay épocas en las que una lectura, película, o serie sin violencia y sin complicaciones es lo que más apetece. Algo quizá no para reír a carcajadas, pero sí una pequeña historia que nos saque alguna que otra sonrisa y nos permita simplemente relajarnos.
Esto es lo que encontré en esta novelilla ligera, cómica y algo simplona de la escocesa Dorothy E. Stevenson. Escrita en 1934, nos cuenta una época concreta en la vida de la Señorita Barbara Buncle, habitante de un pequeño pueblo en el que pasan sus días personas muy conservadoras y con una posición económica acomodada, es decir, sin mucho que hacer.
Para sacarse un dinerito extra y supongo que también para vencer al aburrimiento que representa vivir en un pueblo como ese, Barbara escribe un libro sobre sus vecinos, usando el original pseudónimo de John Smith y contra todo pronóstico tiene la suerte de que se lo publiquen.
En su novela, la Señorita Buncle cambia sutilmente los nombres de sus personajes y también el de su pueblo, pero no lo suficiente para que los aludidos no se reconozcan en sus páginas. En ellas, desvela sus secretos, costumbres, pequeños vicios y defectos de carácter. También se toma la libertad de añadir algunos cambios en sus vidas, que en ocasiones se pueden interpretar como advertencia de en qué se pueden convertir si siguen por el camino que algunos de ellos han escogido.
Y como era de esperar, cuando sus vecinos, las personas reales en las que está basada la novela, se enteran de su existencia, se desata un pequeño caos en la antes plácida localidad donde se desarolla casi toda la historia. La comedia de enredo, con amago de secuestro incluído, está servida.
Así que estamos ante un libro que va sobre un libro y a mí personalmente esto me encanta. Su lectura es agradable, sencilla y sin complicaciones. Una novela ni demasiado breve ni demasiado tocho (378 páginas) para disfrutar en cualquier momento, aunque la recomiendo especialmente para épocas en las que estéis más cansadas y estressadas que de costumbre. Yo la leí entre el 20 de diciembre y el 4 de enero, así que con esto ya os lo digo todo...
